El poder de una decisión. Yo pienso que cada uno de nosotros tiene el don de decidir qué camino seguir, ¿y ustedes? Es algo que hizo Javi, y Cris también; cada uno a su propia manera. Pero a final de cuentas, creo que tomaron decisiones que los guiaron por el camino de sus vidas. Y si hay algo muy bonito en esto, es que tus decisiones pueden hacer que, en el camino que elegiste, te encuentres con otros que pueden entender por qué estás ahí. Y es que, sentirse solo, y estarlo, pueden ser dos cosas completamente diferentes...
Y después de ese breve momento de reflexión, nos vamos al primer jueves del mes de marzo, que también vendría a ser el día siguiente a las sesiones que tuvieron nuestros amigos en el gabinete psicológico.
A medida que el salón de clases de la universidad se iba llenando, entraba un muchacho, que se puso a ver a los demás mientras trataba de encontrar algún rostro familiar.
—¡¿Lalo?! —le preguntaba Cris, que se acercaba a él.
—¡Ohh! ¡Cómo estás, choquita! —le respondía el muchacho, con una sonrisa.
Por cierto, "choco" o "choca", son palabras que en Bolivia se utilizan para referirse a la gente rubia, de una forma más amigable.
—Oye perdido, vos y tus amigos sí que se desaparecieron hace semanas, ¿no? —le decía Cris—. ¿Qué les pasó? Ya no supe nada de ustedes después del primer día.
—Esos changos sólo me estaban acompañando ese día, ni siquiera son de la carrera —decía Lalo, con una risa pícara—. Aunque te diré que a cada rato me dicen que quieren venir a verte de nuevo. Como que los dejaste bien flechaditos.
—Naah, no creo —respondía Cris, un poco incómoda—. Oye, ¿y vos estás bien? ¿No te pasó nada malo, no?
—¿Qué? ¿Por lo que me perdí? —No, tranquila mamita. Es que después del primer día, me tomé unas vacacioncitas hasta ayer. Al final ya me voy a estar poniendo al día con las materias. Más bien si fueras muy gentil y me prestaras tus apuntes...
—Oye, eres bien caradura, ¿no? —le respondía Cris, regañándolo en broma—. Agradecé que soy buena gente, pero no te acostumbres.
Lalo se sentía observado, como si tuviera unos ojos en su nuca. Y al darse la vuelta, notó que un grupo lo miraba disimuladamente, con mucha curiosidad.
—Creo que tus guardaespaldas están a punto de brincarme a la yugular —decía Lalo, señalándole al grupo.
—¿Cómo que guardaespaldas? —Cris volteaba, para luego ver a Zoe, Jukas y Javi; que los estaban viendo desde hace rato. Después de esto, empezó a reírse—. Ven, Lalo, te voy a presentar a mis amigos, ¡te van a caer bien!
ESTÁS LEYENDO
Javier & Cristal - Preludio a la locura
FantasySinopsis: Si estuvieras buscando un camino y encontraras a alguien tan perdido como tú, ¿sería una buena o una mala influencia? ¿Te ayudaría a encontrar ese camino, o te haría sentir más perdido? Cuando Javier y Cristal se conocen al empezar sus est...