Seguirás Siendo Mío

Loto Negro.

- Ya llegaron las invitaciones.- La señora Wang se acercaba con una gran sonrisa.

- Son invitaciones VIP.- El más joven de los hermanos Wang las tomó.

- Fue un gesto de nuestro cliente por haber sido su proveedor.- El señor Wang se mostró emocionado.- Según su asistente este evento es bastante importante para él pues no solo traerá su marca al país sino que finalmente decidió salir del anonimato.

- Yo me siento algo intrigada.- La señora Wang se sentó junto a su esposo.- ¿Como fue que esta persona dio con nuestra empresa? Es un artista de renombre, pudo incluso haber elegido una empresa textil en su mismo país.

- Según su asistente debido a que se trata del desfile de año nuevo Chino su jefe quiso empaparse por completo de nuestra cultura.- El señor Wang explicó con una sonrísa.- Quería que todo estuviera inspirado en nuestro país, nuestras tradiciones y cultura. Por ello decidió utilizar incluso su materia prima.

- Eso habla mucho de lo talentoso qué es.

- Me sentí muy honrado cuando su asistente nos explicó que habían escuchado de nuestra empresa y su calidad.- Palmeo la rodilla de su esposa.- Esa fama se la debemos a nuestro hijo. Al principio me preocupó que todo se fuera a la basura cuando Zhan se marchó. Temía que cayera en gran depresión pero afortunadamente no fue así.

En un abrir y cerrar de ojos se habían cumplido 7 años desde la partida de Xiao Zhan. 7 años desde que los caminos de Wang Yibo y Xiao Zhan se dividieron hacia rumbos diferentes.

La separación de la pareja WangXiao había sacudido tanto el círculo familiar como el social. De pronto la gran estrella de las pasarelas Chinas había desaparecido sin dejar rastro alguno dejando atrás a quien una vez fue su esposo.

Los comentarios abundaron por demás, al igual que la gran cantidad de rumores e inventos. Afortunadamente los Wang y los Xiao habían suprimido la verdad sobre lo que había ocurrido con aquella pareja la cual era tanto admirada como envidiada.

Con el pasar del tiempo los comentarios fueron cesando y la curiosidad de aquellos que trataban de buscar la verdad se apago. Aquello se había vuelto un recuerdo más.

Los caminos de los Xiao y los Wang se habían separado de forma definitiva. Las familias que una vez estuvieron unidas como una ahora se veían como simple extraños.

- Nuestro león es fuerte.- Suspiró.- Cometió estúpidos errores en el pasado y tuvo que sufrir por ello pero todo aquello le sirvió. Ha madurado.

- Así es. Me siento orgulloso de él.

- ¿De mi?.

Wang Yibo se acercaba a ellos con una suave sonrisa. Su aspecto era elegante, cosa que no solo le aportaba atractivo sino también madurez.

Durante aquel tiempo Wang Yibo no solo había reflexionado sobre sus errores sino que se había encargado de mejorar. Había tomado el consejo de su mejor amigo y lo había llevado al pie de la letra.

Miró hacia atrás sobre las cosas que hizo, estudió cada una de ellas y poco a poco luego de que su corazón hubiera aceptado su culpa las fue dejando atrás.

Ya no vivía de arrepentimientos, mucho menos de dolor. Ahora vivía cada día por y para superarse mucho más.

Tras él caminaba una sonriente joven de pelo castaño. Esta se movía un tanto lento debido al abultado vientre y al pequeño castaño de 3 años que se aferraba a su mano mientras chupaba su dedo.

- Llegaron.- La señora Wang se levantó para recibir a su hijo con un abrazo.

- ¿Llegamos tarde?.

- Para nada. Aún la cena no está lista.