Wang Yibo se mantuvo sentado a la orilla de la cama observando al par de pequeños que yacia profundamente dormidos y al pelinegro qué con cuidado cubría sus pequeños cuerpos con una cálida manta.
Aquel día había sido bastante agitado y lleno de emociones para aquel par los cuales a pesar de ser bastante enérgicos e inteligente aún seguían siendo prácticamente unos bebés.
Se sentía aliavado al verlos dormir tan pacíficamente luego de aquella montaña rusa de emociones.
Ahora, la noche se sentía calmada, pacífica y silenciosa. Se podía notar como la pesadez qué antes los rodeaba finalmente había desaparecido.
La cuerda invisible que se envolvia a sus alrededores y se tensaba sobre ellos al fin se había roto.
No había motivos para sentir tensión o preocupación ya que después de tanto tiempo el peligro había pasado.
Al levantar la mirada hacia el pelinegro sus ojos se clavaron en la suave sonrisa que este le dedicaba. En ese momento su corazón se agitó porque podía jurar que estaba viendo un rastro del Xiao Zhan del pasado.
Antes cuando esté le sonreía a pesar de que dicha sonrisa estaba cargada de sinceridad podía percibir cierta dureza oculta en ella.
Por sus palabras, acciones e incluso gestos podía ver que muy a pesar de todo Zhan siempre se frenaba a si mismo. Se contenía para no darle rienda suelta a sus verdaderos sentimientos sobre todo para no dejar del todo libre a su corazón.
Wang Yibo había entendido su temor y aunque estaba completamente seguro de que no lo defraudaria por segunda vez había aceptado esperar pacientemente a que aquel miedo se disipara.
Esta dispuesto a esperar todo el tiempo necesario para volver a entrar en su corazón pero ahora, viendo aquella sonrisa cargada de sentimientos y aquellos brillantes ojos que lo veían de forma cálida supo que la espera no sería necesaria.
- Al fin se durmieron.- Zhan se levantó y camino hacia el castaño.
- En verdad les gusta dormir en tu cama.- Sonrió bajando la mirada a los niños.
- Son unos pequeños invasores.- Arrugó la nariz.- No importa que tan grande sea mi cama ellos siempre amanecen amontonados sobre mi.
- Te aman mucho, en especial Zhen Zhen.
- Yibo, sobre lo que dijo...- Su rostro se tiño de preocupación.
- Está bien Zhan.- Levantó su mirada para verlo y sonrió.- Solo dijo la verdad. Te ama más a ti que a mi.
- Solo lo dijo por enojo.
- Lo dijo con toda la sinceridad.- Se levantó.- Y lo sé porque al verlo me vi a mi mismo. Él te ama más que a cualquiera cosa.
- Aún así él también te ama.- Tomó su mano.- No dudes de ello Yibo, tus hijos te aman.
- ¿En verdad crees que me dolió lo que Zhen Zhen dijo?.- Sonrió bajando su voz.- ¿Olvidas lo que te dije hace días atrás?
- Me has dicho tantas cosas.- Sonrió.
- Zhan...quizas pueda sonar como un mal padre en estos momentos pero...- Se acercó a su odio y susurró.- Yo entiendo perfectamente a Zhen Zhen porque en realidad...tu eres a quien amo más.
- Ahora lo recuerdo.- Sonrió con suavidad.- Dijiste que tu amor por mi era más grande que el que sentías por nuestros hijos.
- Así es...- Se alejó frotando su nariz de la mejilla del pelinegro.- Pero eso no significa que no los ame o que mi amor sea limitado. Los amo con toda el alma, soy capaz de morir por ellos.
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Seguirás Siendo Mío
FanfictionXiao Zhan se cansó de experimentar desplantes, malos tratos pero sobre todo infidelidades. Decidió que ya es tiempo de detenerse y soltar aquello que tanto mal le ha hecho Un esposo indiferente e infiel no es lo que merece así que es tiempo de solta...