Había seguido todas las indicaciones que Taien me había dado para ir al mercado, certificación siempre conmigo, evitar hablar y no hacer nada que llame la atención. Algo imposible ya que ni bien llegar al lugar lo primero que vi fue muchos panfletos repartidos por todos lados, en donde la noticia era: "Los designios de Dios y sus obras misteriosas" 'Extraño y aislado caso, donde una Anion concebida de forma natural entre un Nativo y una Real con rara mutación en color de ojos naranja, perteneciente a la parcela verde del este, fue certificada ante el magistrado y la Realeza en la Parcela blanca, declarada como inofensiva y civilizada'.
No sabía si sentirme feliz o triste, pero la cara de vergüenza se me caía a pedazos. No bien dar un primer paso en el lugar todos los ojos, no importaba la raza, todos y cada uno de ellos me miraba como si fuese un dinosaurio, algunos con miedo, otros con asco, y otros con una sonrisa amable. Tomé una canasta y me dirigí a las verduras, comencé a ver cada una para evitar pensar en que todos me veían, pero era imposible.
—Buen día —saludé al señor del puesto, un Nativo mayor, pero éste me miró con desprecio.
—Aquí no le vendemos a salvajes herejes —y sacudió su mano indicando que vaya a otro lugar.
Comencé a caminar entre los canastos de frutas, no tenía rumbo, no sabía qué hacía, solo quería dejar de sentirme despreciada, tenía un nudo en la garganta, y aunque no quería comencé a llorar, casi no podía respirar pero no quería sorber mi nariz. Las personas seguían viéndome mal y cuando un viejo Real se me cruzó en el camino impidiéndome el paso, me di la vuelta y alguien me arrojó un balde de un liquido que olía horrible, al mirar al suelo vi cabezas de pescado, grité por el asco y salí corriendo, tiré la canasta y salí del mercado.
Cuando estuve en el aire libre y no tenía a nadie viéndome comencé a caminar sin rumbo, quería volver a casa pero no tenía el papel donde Taien me mostraba el camino, debí hacerle caso y esperar a que él me acompañe. Estaba sola y tenía miedo, me paré a ver en donde me encontraba, y sentí el freno de un automóvil a mi costado, y a continuación el dolor más grave que haya sentido.
Me dolía la cabeza y el costado, casi no podía moverme y no sabía donde me encontraba, tenía una mascarilla de oxigeno y a mí alrededor lo que parecían doctores Anion. Me movía, por qué que suponía estaba en una ambulancia, me pusieron suero y examinaron mis ojos con una luz.
—No posee fracturas graves, debemos hacerle una resonancia —le dijo uno al otro.
—El comandante Laimen se dirige al hospital, ya fue informado.
Y decidí guardar silencio escondida detrás de la máscara. Por más que me dolía el cuerpo y no dejaba de temblar del susto, estaba muy preocupada y avergonzada con Taien, sabía que no tenía que molestarlo y es lo que últimamente hacía. Cuando llegamos al hospital me ingresaron a una sala enorme donde un doctor me inspeccionó nuevamente, lo reconocía, es el mismo doctor que me atendió la primera vez que estuve aquí.
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ANION #1
Romance"No era difícil, solo necesitaba memorizar: 1-Los salvajes tenían ojos color púrpura. 2-Los nativos tenían ojos color amarillo. 3-Los Anion color verde. 4-La realeza color azul. Y por último... Mi duda era a qué grupo pertenecía yo con ojos colo...