Mandy es una princesa y también dueña de una dulcería en Candyland, es una persona seria cuando se trata de trabajo, aunque a veces ella misma lo estropea...
Mandy al ir caminando por la calle estaba ahogada en sus pensamientos, solo pensaba en como pudo confiar en una persona tan falsa y tan manipuladora como lo era Charlie, tal vez estaba ciega por que esa chica era una de sus mejores amigas desde que ella llegó al parque, por así decirlo, Charlie fue la primera chica que se acercó a hablar con Mandy y a integrarla al grupo de las chicas, tal vez esa fue la razón por la que ella confiaba tanto en Charlie.
Tal vez si Mandy hubiese sabido como era Charlie, nunca pero nunca habría confiado en una chica como ella. A pesar de las muchas advertencias, quejas, ruegos y rumores que le llegaban nunca se lo creía, estaba muy ciega.
— Nunca debí de confiar en ella.. Tks, y pensar que era tan obsesiva conmigo solo por que le gustaba.. — Comenzó a susurrar Mandy, sin darse cuenta de que alguien la estaba siguiendo.
— "Así que me odias, ¿No, Mandy?"— Pensó la persona que estaba tras ella. — Pues espero que me odies más, cielo.. — Susurró.
Mandy continuó andando, de mientras varios pasos se escuchaban detrás de ella, ésta se dio cuenta y comenzó a mirar atrás en repetidas ocasiones pero no alcanzaba a ver nada ni a nadie. De todas formas no caminaba tranquila, cada vez caminaba más lento tratando de no hacer ruido con sus propios pies, aún sin hacer ruido mientras ella caminaba continuaba escuchando ruidos, se quedó quieta y escuchó un par de pasos que no provenían de ella, sentía que algo estaba mal. No había nadie más que ella y esa otra persona en esa calle, y ya era todo muy sospechoso. También esa calle estaba un tanto oscura por lo que causaba un poco de miedo en Mandy.
Continuó caminando un poco agobiada, no le gustaba pensar o sentir que alguien o algo la estaba siguiendo, pero Mandy era una chica muy suya y siempre se mantenía con un carácter rudo, aunque siempre fuese muy débil ella no se permitía mostrarlo.
Una llamada entró en el teléfono de Mandy, ésta al notar el sonido del teléfono atendió rápidamente al ver que la llamada venía de Colette, su amiga que trabajaba en el hospital en el que Chester permanecía ingresado.
Atendió.
─ ¿Colette?
"Sí" ─ Se escuchó al otro lado del teléfono.
─ ¿Qué sucede? ─ Preguntó Mandy con una preocupación notoria.
"Bueno, Chester pidió que vuelvas.. Dice que necesita hacerte unas preguntas, no te recuerda pero hay algo de ti que le llama la atención" ─ Respondió Colette.
─ S-si, voy de inmediato.
"Ven rápido, el horario de visitas de hoy está por acabar" ─ Dijo para después colgar.
Al escuchar esas palabras Mandy se giró y corrió lo más rápido posible hasta llegar al nombrado hospital en el que se encontraba Mandy.. Aunque una persona todavía estaba siguiendo a Mandy una vez que la morena entró al hospital se dio por vencida.
─ Me vengaré de ese dichoso pelirrojo Mandy.. No me rendiré tan fácil cielo.. ─ Dijo esa persona para después alejarse.
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