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Demonios, su hermano podría haber omitido la parte del vino, se metió en el cuarto sin contestar, junto con Kyle, estuvo algunos minutos en el sillón mientras Kyle deambulaba, Dios le daba vueltas la cabeza y para colmo el ruido le estaba provocando migraña.

—Bueno hermanita tengo tu pijama y algo de ropa, larguémonos de aquí o no podrás dormir y la jaqueca será horrible. —hablo Kyle.

Su hermano era el mejor, pero después de todo el debía saber de borracheras, tomo el brazo de su hermano, porque no podría caminar en línea recta sin un apoyo, salió con Kyle y le dedico una mirada a esa odiosa puerta, ahi estaba el con seguramente Caitlin, aunque no podría jurarlo, él solía cambiar de chica como se cambiaba la ropa, la chica estaba de espaldas, el la miro muy extraño, no dejo de pensar en esa mirada en todo el fin de semana, aun en el departamento de Kyle siendo el foco de todas sus bromas ella seguía con la cabeza en... él.

Su padre intento convencerla el domingo por la tarde de vivir con su hermano, y aunque amaba a sus dos hermanos ella los mataría si tenia que soportarlos todos los días, adoraba su espacio, su soledad... su intimidad.

Como siempre Kyle era un irresponsable, la llevo casi de madrugada, apenas tenia tiempo de tomar una ducha y dormirse, tenia una clase a primera hora, diablos Kyle, se despidió con un fuerte abrazo y una sonrisa por que igual lo adoraba.

Ella no lo sabia pero era observada por una ventana, con rabia, una mirada llena de rabia.

-

Salió con las chicas apresuradas para ir por un café, el café matutino, Mackenzie y Sophia iban haciendo bromas a ella y a Taylor, solían ser las mas serias de la habitación, Sophia y Tay se adelantaron porque adoraban el café, ella espero a Ken mientras esta cerraba con llave el cuarto, de reojo lo vio salir, él se detuvo cerca y al parecer las miraba pero no podía jurarlo.

—¿Cuál seria la palabra? ¿Mojigata? —hablo Justin.

Apretó los labios para no soltarle una palabrota, eso seguro era para ella, no discutiría con él, optaría por ignorarlo, de momento, Mackenzie tenia la boca abierta y caminaba a su lado volteándose para mirarlo. Él bestia venia caminando tras ellas.

—O seria mejor... ¡Mosca muerta! Embustera... fraude. —su tono de voz subiendo con cada palabra.

Miro por sobre su hombro con una sonrisa, porque el cielo se caería antes de contestar a sus palabras.

—Y pensar que muchos la consideran una santa, dulce, una flor frágil... fraude, una gata que maúlla por las noches. —siguió hablando.

Y el puerco se lo estaba poniendo difícil, pero no contestaría, sacaría toda su fuerza de voluntad si fuera necesario pero no le contestaría.

—Alzando la cola para que cualquier gato se la monte, no, perdón, a la gatita le gusta violento, cadenas, aretes y dibujos en la piel, quien pensaría que a la sureña le gustaba montárselo con Frankenstein y darse sexcapadas de dos días completos. —dijo con rabia.

Escucho a Ken soltar un gritito y contener el aire al mismo tiempo, maldición si hasta a ella la impresiono.

La provoco, él se lo busco.

—Me asombra que te perturbe, hasta donde se, tú eres la versión moderna de roma antigua, me pregunto si colgarías un falo en tu puerta, incluso escuche que te... ¿Cómo era? A si, te "montarías" sobre lo que sea si esto tiene donde cobijarte. La verdad me da asco, debes de tener mil infecciones y debes ser un cumulo de enfermedades, ¡espero que te revisen los médicos! Por si no lo sabías aquí compartimos las duchas las chicas, y las enfermedades se pegan. —le conteste con rabia y dándome la vuelta para dejarlo solo.

-

Empujo la puerta de la cafetería y entro en el atestado lugar, nunca lo había visto mirarla con tanto odio antes, parecía que la golpearía en cualquier momento.

Cuando Dylan le pregunto como estuvo su semana... es que su amigo estuvo fuera y llego esa mañana, pero él la miro con una sonrisa torcida y le entraron temblores, esa mirada de superioridad le daba miedo ¿Qué había hecho Justin para mirarla asi? ¿Sabrían todos? ¿Tendría que aguantar la mirada de todos? Si Justin la vio irse con Kyle y pensó... diablos seria el nuevo escándalo, demonios no quería ser la comidilla de todos, no quería estar en boca de esos degenerados.

Nadie la miraba extraño, ¿nadie hablaba cuando ella pasaba, ¿seria que el guardo silencio? Y si lo hizo ¿Por qué? No desaprovecharía la oportunidad de fastidiarla.

—¿Qué pasa Anne, por que Justin dijo esas cosas? El siempre te molesta pero esto era más que eso. —pregunto Mackenzie desconsertada.

Respiro hondo y la verdad necesitaba desahogarse un poco, Mackenzie Miller es su mejor amiga y no conocía nadie mejor como para hablar.

—Tenia cena con Kyle, bebí de más, me vio y ahora jura que Kyle y yo... es repugnante pero él lo cree y me figuraba que todos hablarían, no se que trama. —le conteste, igual de consternada.

—Dile que es tu hermano. No tienes que aguantar que te diga estas barbaridades, solo dile que Kyle...

—No tengo por que hacerlo. —la interrumpí. —que se pudra, pero lejos.

Había veces que su amiga la fastidiaba, odiaba que también quisiera agradarles a esa porquería de ser humano, los populares, la peste, pero era prácticamente su única amiga, y la verdad no quería más.

Le avisaron que Kyle la estaba esperando en recepción lo que significaba que estaría en su cuarto esperándola, seguro le traía sus cosas olvidadas, su hermano no tendría cosas de chicas en su departamento de soltero, lo vio salir del ascensor, el no la vio, y algo la hizo detenerse, mirarlo... siempre llevaba su cabello rubio liso y había otras en que parecía un plato de tallarines todo revuelto... imposible, no lo dejaba crecer mucho y la verdad a ella le gustaba ese cabello, cuando lo vio por primera vez el tenia más largo el pelo y le dieron unas ganas terribles de enredar sus dedos en ese cabello rubio pero rápidamente se quito esas ganas. Habían pasado tres años de eso, era una adolecente de 17 años bueno le faltaba poco para cumplir 18 como ahora, que faltaba poco para sus 21, el tenia 21, ahora el iba por los 25 y luego se dedicaría a los negocios familiares.
¿Por qué estudiaba artes? Bueno era buen músico, pero el tenia decidido trabajar en las empresas familiares, ¿Por qué se tomaba la molestia? Ya tenia un titulo de empresariales; cuando llego era mas delgado, ahora tenia, era mas grueso y la cara infantil casi había desaparecido, le gustaban los tenis, no los zapatos casi nunca iba con zapatos, y los pantalones ajustados... tenia piernas gruesas... y un trasero que hacia babear a las chicas de la academia, sus hombros eran anchos y sus brazos, tenia músculos, nada grotesco pero el chico cuidaba su cuerpo... maldición ¿que estaba haciendo? Frunció el ceño, lo despreciaba y nada mas, no necesitaba mirarlo, todas incluyéndola sabían que el cretino estaba bueno, como un tren, y no necesitaba... maldición debía dejar de mirarlo, él detuvo su paso pero lo reanudo inmediatamente como si algo lo hubiera sorprendido.

—Wow... debe estar buena en la cama para tenerte mendigando en su puerta apenas unas horas después. —hablo Justin.

Eso la detuvo a ella ¿Qué se creía el imbécil para decir una cosa asi a su hermano? Maldición, Kyle parecía apunto de golpearlo.

—Disculpa niño bonito ¿Qué dijiste? —le contestó Kyle, su ira subiendo en cada palabra.

—O eres un patético o la Deep debe ser salvaje en una cama Frankenstein, aunque nadie lo creería. —le restrego él.

—Metete en tus asuntos si no quieres que te rompa la cara hijo de...

Demonios, esto no iba a salir muy bien.

Acéptalo, Eres mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora