Acéptalo, Eres mía.

20

Lo vio alejarse con una sonrisa en la cara, Jason iba riéndose de algún chiste ¿o que? Pero ¿Justin haciendo caridad? "el se encarga de eso" ¿seria cierto? "gasta mucho tiempo en fundaciones y eventos" ¿Quién era Justin Bieber realmente?

Secretos... daba el tipo por lo menos, reservar su bondad casi con vergüenza, ahora recordó sus propias palabras "no me merezco ni la mitad de la reputación que tengo" bien quizás no pasaba cada noche con una chica en su cama pero las proezas del Bieber en la cama debían ser ciertas  hablaban de su habilidad y no podían hacerlo si no habían pasado la noche con él.

El pasillo estaba oscuro y vacio, nadie, ni en las esquinas ni en las puertas ni nadie, la puerta de Justin seguía cerrada pero no había luz en la parte de abajo como en las demás, se quito una horquilla del pelo y abrió la puerta, no era ninguna experta pero las puertas de la academia, sistema barato, sistema fácil de abrir, entro y se sentó en la cama, lo esperaría, y si venia con alguna chica lo mataría, el tenia un bate en un rincón y con ese le pegaría, estaba pensando en eso cuando sintió ruido en la puerta, esta se abrió y vio la silueta de Justin, el entro y cerro la puerta, luego la luz se encendió y el se quedo estupefacto... sorprendido... inmóvil...

—¿De donde vienes?

—¿Anne? —pregunto, su cara con extrma confusion.

—¿De donde vienes? —volví a preguntar.

—Salí... por... una cerveza... —contesto.

—Dime la verdad, quiero la verdad y la quiero ahora. —le dije parandome de la cama.

Se quedaron mirando a los ojos varios segundos, podía ver la duda en los suyos, podía ver el conflicto y la lucha interna, si no le decía la verdad se iría, no buscaría mas respuestas si el mentía en esto que era simple.

Suspiro y paso una de sus manos por la cara cubriendola completamente —Todos los años se celebra un evento... se rematan cosas de los famosos y todo lo recaudado va a una fundación de niños con cáncer, yo... remate algunas cosas.

—Ok, todas las chicas de la Academia están pendientes de tus pasos... dicen que estas saliendo con modelos, con unas chicas de un coro que ya no recuerdo o con alguna mujer casada.

—Diles que es mentira... tú tienes la primicia... ¿viniste a pelear Deep?

Se quedo paralizada pensando en lo que acaba de decir —¿Ósea que no hay modelos, coristas, ni mujer casada?

—Sabes que no, si viniste a burlarte o a regodearte de...

¿Qué mas respuestas quería? El estaba siendo el mejor chico del mundo, se levanto y lo jalo con ella, cayendo sobre la cama, él estaba realmente sorprendido cuando estuvo sobre ella, aún más cuando lo jalo para besarlo, pero una vez que sus labios tocaron los suyos el recobro su destreza y con un aplauso las luces se apagaron... bien no le gusto mucho el nidito súper adaptado para el romance pero era mucho mejor asi con esa tenue luz, aunque lo que representaba ese cuarto lo odiaba.

Justin tiene unos labios lindos, una boca apetitosa y sabia trabajar con ella, aunque había empezado como un desesperado beso ardiente ahora era un lento y... ardiente beso, el acariciaba su barriga y su cadera, parecía reconocer el lugar, las manos de Justin eran tan calientes... suaves... sexys... ella misma necesitaba mas de él, más de su piel, le jalo la camiseta desde los hombros hasta que el capto el mensaje y se la dejo quitar sin romperla, dios la temperatura de Justin debía ser mas alta que lo normal, su cuerpo era solido como el acero, y su respiración la estaba volviendo loca.

Él dejo de besar sus labios para saborear su cuello, cuando la lengua de él toco la sensible piel de su cuello sintió un golpe eléctrico recorrerla, sintió como toda su piel se erizaba y el calor la estaba matando, el era de fuego... la mano de Justin era su perdición, esta subió como una lengua de fuego por su cadera hasta su cintura y mas arriba, sobre sus costillas, le quemaba la piel... estremecía cada molécula de su cuerpo ¿era ella la que se movía como una gata bajo él?

Era su cuerpo, era su cuerpo el que lo quería a él, la mano de Justin alcanzo su pecho, maldición no llevaba brasier y el tenia su mano amoldada a su pecho, todos sus músculos se tensaron y cuando uno de los dedos de esa mano paso sobre su pezón sintió que explotaría, lo empujo y se revolvió para escapar.

—Yo... no... No... debo...

—Tranquila... demasiado rápido... tranquila...

—Debo irme. —hable dandome la vuelta hacia la puerta.

—No, esta bien yo... a tu ritmo... ¡Anne! ¿Quédate por favor?

¿A tu ritmo? ¿Demasiado rápido? Aún estaba algo aturdida pero había logrado escapar de esa cama, estaba a mitad de camino de la puerta cuando el dijo su nombre, con una nota de desesperación, se giro y lo miro, estaba sentado mirándola, tenía los músculos de su cara tensos, el parecía tenso, con ojeras o bueno mas todavía, dios su corazón parecía retumbar.

—Yo debo volver a mi cuarto...

—¿Quédate por favor?

—Tu quieres cosas que yo... maldición Justin ni siquiera se que hago aquí... no me pidas...

Pero el llego en un segundo a su lado y la tomo de la cintura hasta alzarla, la apretó contra su cuerpo en un fuerte abrazo y luego la dejo más cerca de la cama de lo que se dio cuenta.

—No voy a... Anne no te tocare ni un pelo si no quieres pero quédate, solo quédate...

—¿Para que? —pregunte.

—No seas tan desconfiada... tengo la ilusión de dormir abrazado a ti una sola noche ¿por favor?

—Pero... tienes espías... como paparazzis frente a tu puerta...

—Los burlarás... pan comido para la Deep... vamos Anne una noche por favor.

—Ya pase una noche contigo. —centencie

¿Cómo podía resistirse a esos ojos, a esa carita? Y mucho menos cuando decía por favor por esa boquita de corazón tan deliciosa que tenía... esa boquita que se acercaba otra vez.