Dieciseisavo capítulo
Eran las nueve de la noche; y Caín y yo estábamos recogiendo ahora las cajas de comida china que él había pedido para comer. Habíamos estado toda la tarde viendo películas, eligiendo una cada uno. Estaba tan a gusto; me sentía tan segura. Y resultaba tan agradable pensar en que tal vez, esta vez sí que podía confiar en él. Llevaba todo el día tratándome de maravilla, no habíamos discutido ni una sola vez, estaba respetado mi espacio y había respondido a mi pregunta con la máxima sinceridad posible, y aunque me había quedado con muchas dudas, ya sabía algunas cosas sobre él:
Odiaba a su padre porque lo abandonó,
Su madre había fallecido cuando tenía catorce años.
Se había metido en las peleas clandestinas para pagar las facturas de su madre, pero seguía en ellas porque le gustaba.
Había pasado su adolescencia con Asher, su entrenador. Quien seguramente era el hombre de unos treinta y pocos años que estaba en su esquina el día de la velada de boxeo.
Empezó a pelear a los quince años.
Le gustaban las películas de sangre y de violencia (aunque eso era algo que me podía imaginar antes de saberlo)
No le gustaba que lo compadecieran.
Llevaba años viviendo solo.
Algún día, quería llegar a vivir del boxeo,
Creía que pelear era lo único que se le daba bien.
Aunque tenía muchas dudas, y quería seguir conociéndolo, de momento saber esas cosas me bastaban para confiar en él de nuevo. Y ya no el saber esas cosas; era el simple hecho de que él hubiera confiado en mí para abrirse de aquella forma.
-Debería ir a casa.- Dije. Aunque había hablado con John por teléfono mientras Caín se duchaba para decirle que todo estaba bien; todavía tenía que hablar con Nora, y que me aclarara por qué me había mentido. No me gustaba estar enfadada con ella, después de todo lo que había hecho por mí a lo largo de su vida, pero no entendía por qué me había mentido, ni cómo había sido capaz de verme deambular como un zombie durante dos semanas y no decirme dónde estaba Caín, cuando ella lo sabía.
-Puedes quedarte a dormir hoy también, si quieres.
-No tengo ropa.
-Te dejaré algo mañana otra vez.- Aunque me apetecía la idea, no quería dejar pasar más lo de Nora, así que decidí decírselo.
-Quiero hablar con Nora, me ha estado ocultando lo de tus peleas dos semanas, sabiendo que necesitaba verte.
-Te llevaré para que habléis. Así coges ropa y te quedas aquí a dormir.- Estaba tan agusto allí con él, que no podía rechazar la idea de que pasáramos más tiempo juntos.
-Vale.
Cuando entramos a casa de John, pude escuchar su risa junto a la de Nora y Selene en la cocina. Caín y yo fuimos a dónde ellos estaban, y, al vernos entrar juntos, los tres se quedaron en silencio, observándonos como si hubieran visto un fantasma.
-¿Estáis... juntos?- Preguntó Selene.
-Hola.- Dijo John, mientras nos sonreía a ambos.
-Hola, Johnny.- Le respondí, sonriendo. Caín asintió con la cabeza. -Y, no, somos amigos.-
-Entonces ¿dónde has pasado la noche?- Preguntó Nora.
-Con él.- Durante unos segundos, reinó el silencio en la cocina.

ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐄𝐑𝐓𝐄
Teen Fiction𝐔𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫á 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐩𝐚𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐫, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨, 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐦á𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬. Lexa Price, con tan solo 20 años, escapa de una relación de...