Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*

14. Surprise!

CAPÍTULO 14

No sabía si reír o llorar. Al final opté por lo segundo. Ante mí, un precioso cachorro de carlino se encontraba en el interior de la caja. Lo cogí entre mis brazos, apartándome antes el pelo que se había quedado pegado en mis mejillas debido a las lágrimas.

-¿Te gusta? –Harry me miraba expectante.

No le contesté. Me parecía una pregunta un tanto estúpida, considerando que tenía en mis brazos aquello que siempre había deseado.

-No puedo creerlo. Esto es…es… -le miré sin saber qué decir, las palabras luchando por salir de mi garganta, sin éxito.

Harry se echó a reír ante mi reacción, sacudiendo la cabeza de un lado a otro para restarle importancia.

Pero  claro que tenía importancia. Nadie nunca había hecho algo así por mí. Nadie nunca había conseguido convencer a mi padre de tener un perro, los odiaba. Nadie.

En ese momento sentí algo que nunca antes había sentido. Una fuerza extraña se apoderó de mí, no podía pensar con claridad. No. Debía hacer algo.

Sin pensarlo dos veces me abalancé sobre Harry, con cuidado de no aplastar al pequeño cachorro. Le besé como si mi vida fuera en ello, intentando hacerle ver lo agradecida que estaba y lo especial que me sentía. Sus labios no tardaron en corresponderme, al igual que sus brazos tampoco tardaron en rodearme. Mis manos recorrieron su torso, sintiendo sus entrenados músculos bajo la camisa. Las suyas recorrieron la parte trasera de mis muslos descubiertos, lo cual me hizo cosquillas. Empecé a desabrocharle la camisa, botón a  botón, mientras sentía cómo su respiración se hacía cada vez más pesada. Al instante rompió el beso y bajó por mi cuello hasta la clavícula, succionando un poco la piel. Subió de nuevo y volvió a hacer lo mismo detrás de mi oreja, esta vez más fuerte. Seguro que eso iba a dejar marca. El tatuaje de los pájaros en su pecho quedó al descubierto. Siempre me había parecido algo extravagante, pero en él lucían perfectos. Me puse nerviosa al sentir las manos de Harry colarse por debajo de mi camiseta, como ya había hecho antes en el avión. Me acarició suavemente la espalda, después el estómago e incluso rozó uno de mis pecho con el dorso de la mano. Respiré hondo. El calor se estaba concentrando en la habitación. Vamos, Alex, tú puedes. Me quité la camiseta de un tirón. Sin más dilación, mis manos se dirigieron hacia el cinturón de Harry. Sus labios siguieron dejando un húmedo rastro sobre mi cuello, para después dejar escapar un ronco gemido de entre ellos. Intenté desabrocharlo, sin éxito. Mis manos no podían parar de temblar. Lo intenté de nuevo. Nada.

Harry se percató de mi nerviosismo. Parecía estar divirtiéndose, lo cual me puso más nerviosa. Se incorporó y quedó justo a mi altura. Sus manos se posaron sobre las mías, ayudándome a quitar la hebilla atascada.

-Tranquila, ¿por qué estás tan tensa? No será nada diferente a lo que ya hayamos hecho antes con otras personas, nena.

No podía seguir engañándole, de todas formas, se daría cuenta.

-Harry… -me sentía avergonzada, nunca había hablado de esto con nadie. –Para mí… sí que es diferente. Bueno, nunca he…ya sabes. Nunca he…estado con un chico. –sentí mis mejillas arder y aparté la mirada de la suya.

-¿Qué? Pero, yo creía que habías estado con varios chicos, al menos eso había oíd…-

-Ya, ya, sí, es cierto. Pero no me refería a estar de salir con un chico, sino a estar de…estar. Así. –nos señalé a ambos con el dedo.

Alex, eres idiota, pensé.

Aunque Harry pareció entenderlo a la perfección, pues sus ojos se abrieron como platos.