Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*

28. Something Great

CAPÍTULO 28

Harry’s POV

Nos levantamos relativamente temprano para la hora a la que nos acostamos la noche anterior. Como siempre, fui el último en levantarme y cuando bajé al salón, con solo unos pantalones holgados y una camiseta de manga corta, me encontré la puerta del jardín abierta y a las tres mujeres de la casa desayunando en la mesa de madera bajo el sol. Sonreí al ver cómo Alex sonreía, tenía ese efecto en mí. Se notaba de lo más cómoda entre mi madre y mi hermana y pensé que podría acostumbrarme a esa imagen todas las mañanas.

-Buenos días –dije saliendo al jardín y entrecerrando los ojos que ahora me ardían por el sol.

Mi familia me saludó con una sonrisa y Alex bajó de inmediato el vaso de zumo que se estaba llevando a los labios.

-¡Harry! ¡No sabía que tenías un gato! –dijo radiante acariciando un pequeño bulto blanco y negro en su regazo. Dusty. –Estaba comentando lo mucho que echaba de menos a mi perro y entonces esta cosa tan preciosa empezó a restregarse por mis piernas –rió mientras le cogía la pequeña cabeza al gato y lo miraba con adoración.

-Y menudo susto se ha llevado –murmuró Gemma entre sorbos de su café.

Las tres rieron, las mejillas de Alex visiblemente sonrojadas. La verdad es que nunca la había visto tan… guapa. Siempre me había parecido preciosa, pero sentada aquí, con su pelo rubio cayendo en suaves ondas por su espalda y brillando con el sol, su piel ligeramente bronceada y su rostro al natural, sin una gota de maquillaje, parecía radiante.

Me senté en la silla que había libre a su lado y le puse una mano en el hombro en señal de afecto, ante lo que ella me sonrió. No pude evitar fijarme en sus torneadas piernas que sobresalían por debajo de su pequeño vestidito de flores y desear poder recorrerlas con mis manos….

-¿Lo prefieres de naranja o de manzana? –oí la voz de mi madre por encima de mis pensamientos mañaneros. Sacudí la cabeza para alejarlos.

-Perdona, ¿qué? Aún estoy algo dormido.

-El zumo, hijo –repitió mi madre, acostumbrada a las idas y venidas de mi cabeza. -¿Que de qué lo quieres?

-Ah, ya. De manzana, por favor.

Me unté dos tostadas con mantequilla así como un croissant con mermelada. El desayuno era mi comida preferida del día. Me limité a comer callado mientras a mi alrededor hablaban sobre moda y cotilleos hollywoodienses. Pero yo no podía dejar de pensar en lo que dijo ayer Alex.  Habría querido que todo hubiese sido diferente. Para mí no todo había acabado, aún nos quedaba tiempo. Si quería que las cosas hubieran salido de diferente manera aún había tiempo de arreglarlo.

-Harry, ¿dónde tienes la cabeza hoy? –la voz de mi madre volvió a traerme de vuelta. –Decía qu-

-Decía que esta noche invitaremos a los señores Keller y Foster para hacer una barbacoa y tomar algo todos juntos en casa, hace mucho que no nos ven –explicó Gemma por mi madre. Mi hermana tan mandona como siempre. Yo simplemente asentí. No había más cosas que hacer por los alrededores, así que no me parecía mal que vinieran los vecinos.

-Está bien –coincidí terminándome el último trozo de tostada. -¿Hace falta que compre algo?

Mi madre cogió un lápiz de la cocina y escribió una pequeña lista.

-Y esta vez que no se te olvide comprar el puré de patatas. Sé que lo haces a propósito porque no te gusta –me reprendió.

Yo arrugué la nariz y reprimí una sonrisa.