Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*

23. Keep Bleeding

CAPÍTULO 23

-¿Estás segura de que no quieres ir a desayunar? –Harry me miraba a través de la ventanilla bajada aún sentado a al volante.

Negué con la cabeza y me incliné para darle un leve beso de despedida. Tras volver a poner el motor en marcha y alejarse, dejé escapar un suspiró que ni si quiera sabía que había estado conteniendo. No le había dicho a Harry nada acerca del mensaje de mi padre, pues no quería que se sintiera responsable en parte. Además, en cuanto entrara en casa, solucionaría las cosas y fin del problema. O al menos eso esperaba.

Abrí la puerta con cuidado de no hacer demasiado ruido y así evitar unos minutos más el encuentro con mi padre, pero las buenas intenciones de mi perro hicieron fallar mi plan. Este se acercó corriendo hacia mí mientras ladraba insistentemente. Le hice un gesto de silencio aun sabiendo que no lo entendía.

-¿Alex? ¿Eres tú? –se oyó desde la cocina.

Dejé escapar otro suspiro y dejé el bolso colgado en la entrada. –Sí, papá –dije a la vez que entraba en la cocina. Olía a tortitas y me sorprendí. Mi padre siempre estaba demasiado ocupado como para preparar el desayuno.

-¿No vas a cambiarte? –me preguntó retirando la sartén del fuego y vertiendo dos tortitas en cada plato.

-Después lo haré, tengo tiempo –contesté, intentando mantener un buen tono de voz. Me acerqué al frigorífico y saqué un cartón de zumo de naranja y leche para mi padre y los coloqué en la mesa. Me preguntaba cuánto tiempo pasará fingiendo que nada pasaba hasta que deje caer la bomba. Si me tenía que regañar, que lo hiciera.

Los primeros minutos sentados uno frente al otro fueron bastante incómodos, al menos para mí. Se notaba la tensión. Me padre fingía leer una revista y se detuvo al llegar a la página deseada. Sin decir una palabra y muy lentamente, la posó frente a mí.

-¿Es esto verdad? –su tono era neutro.

Me incliné hacia adelante para poder leer sin apartar el vaso de zumo de mis labios. Una foto de Harry y mía ocupaba la página entera. En ella, ambos estábamos sentados en nuestros asientos viendo la carrera y, justo al lado, otra foto mostraba a Harry considerablemente cerca del chico punk con mirada amenazante. Tragué saliva. Ni por un momento pensé que hubiera papparazzis en la zona, no es el estilo de sitio al que muchos famosos irían.

-¿Qué quieres que te diga, papá? ¿Que fui a una simple carrera de coches? Pues sí –intenté permanecer tranquila, por lo que corté un trozo de tortita y me lo llevé a la boca.

-Ilegal –dijo mi padre. Ahora me miraba fijamente.

-Ilegal –repetí, esta vez con un hilo de voz.

-¿Y sabes la publicidad que eso te dará? ¿La imagen que causarás en los demás?

No sabía si se trataba de una pregunta más bien retórica o realmente esperaba que le respondiera, por lo que me mantuve callada.

-Alex, mírame cuando te hable.

Nunca había visto a mi padre así de serio. Nunca había podido pasar más de cinco minutos con mala cara y siendo duro conmigo, pero tampoco le había dado nunca motivos para hacerlo. Sabía que no daría buena imagen el hecho de haber aparecido en un sitio así, pero también tenía derecho a divertirme de vez en cuando, ¿no?

Como si me hubiera leído la mente, mi padre posó su mano sobre la mía y su mirada se suavizó.

-No quiero que pierdas todo por lo que has luchado, hija. Por lo que ambos hemos luchado. ¿Te acuerdas de lo que me prometiste?