capítulo 1

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**Capítulo 1: Nuevos Comienzos**

El sol brillaba intensamente en el cielo azul, iluminando el campus de la Facultad de Medicina mientras Kara salía del edificio principal. Su corazón latía con fuerza, una mezcla de emoción y nerviosismo. Después de años de arduo trabajo y sacrificio, finalmente había alcanzado su meta: se había graduado.

Al cruzar la puerta, vio a su hermana Alex esperándola, con una sonrisa radiante. Al lado de ella, su madre Eliza agitaba un globo de graduación, y su padre Jeremías sostenía una cámara lista para capturar el momento.

-¡Kara! -gritó Alex, corriendo hacia ella y abrazándola con fuerza-. ¡Lo lograste! ¡Eres oficialmente doctora!

Kara sonrió, su timidez luchando por salir a la superficie.

-Gracias, Alex. Pero aún no soy doctora, solo una residente con un título -respondió, con un toque de modestia.

-¡Bah! -interrumpió Alex, soltando una risita-. ¿Quién necesita más que un título cuando tienes la habilidad de hacer que los pacientes se queden dormidos solo con mirarlos?

Kara hizo una mueca, recordando sus nervios en el aula de prácticas.

-¡Hey! Decidí que serías mi primera paciente. ¿Listo para la anestesia? -dijo, bromeando mientras hacía un gesto dramático con las manos.

Eliza, su madre, se unió a la risa y con un tono juguetón comentó:

-No te preocupes, Alex, si Kara no logra mantenerte despierta, yo puedo traerte un café.

-Lo haré, mamá -respondió Alex, riendo-. Solo asegúrate de que no sea un café "especial" de esos que puedes encontrar en la sala de descanso del hospital.

Jeremías, su padre, finalmente intervino, mirando a sus hijas con orgullo.

-Estoy tan orgulloso de ustedes dos. Kara, siempre supe que tenías lo que se necesita para ser una gran médica.

-Gracias, papá. Pero aún tengo mucho que aprender -dijo Kara, sintiéndose un poco abrumada por las expectativas.

-Y mucho que hacer, así que mejor no te pongas tímida ahora que eres residente -añadió Alex, guiñándole un ojo-. ¡Recuerda, si no salvas vidas, al menos asegúrate de hacer reír a la gente!

Kara sonrió, sintiendo cómo la calidez de la familia la envolvía.

-Prometo hacer ambas cosas -respondió, mientras se abrazaban en un grupo.

Eliza se separó un poco y miró a Kara con seriedad.

-Recuerda, cariño, lo más importante es que sigas siendo tú misma. No dejes que el estrés del hospital te cambie.

-Lo sé, mamá. Pero creo que me va a tocar enfrentarlo -dijo Kara, sintiendo un pequeño escalofrío al pensar en la nueva etapa de su vida.

-¡Vamos! -dijo Alex, animada-. ¡Hoy celebramos! Después de todo, es el comienzo de una nueva aventura.

Kara miró a su familia, sintiendo una mezcla de emoción y ansiedad. Sabía que estaba a punto de entrar en un mundo lleno de desafíos, pero con su familia a su lado, sentía que podía enfrentarlo todo.

-¡A celebrar entonces! -exclamó, mientras todos se dirigían hacia el coche, listos para comenzar la siguiente etapa de su viaje.

La tarde avanzaba y el bullicio de la ciudad se sentía vibrante mientras la familia de Kara se dirigía a un restaurante cercano. Las risas y los recuerdos compartidos llenaban el aire, creando un ambiente de alegría y celebración.

amor bajo el visturi Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora