**Capítulo 7: Rumores y Realidades**
La tensión en la sala de emergencias era palpable después de la broma de Win. Kara había logrado concentrarse en el caso del niño de 9 años, pero el ambiente se había vuelto un poco más tenso con las palabras del residente. Mientras tanto, Lena decidió que era hora de abordar la situación de frente.
Lena llamó a Win, su voz resonando con autoridad.
—Ey, Win, solo una cosa quiero decirte. Si la residente Danvers y yo tenemos algo, no es de tu incumbencia. Y si sigues haciendo esos comentarios, te expulsaré de la residencia. Tendrás que buscar otro lugar para hacer tu residencia como médico, no como metiche y un mequetrefe que eres —dijo, manteniendo su mirada fija en él.
Win levantó las manos en señal de rendición.
—Lena, solo quería hacer una broma. No estaba diciendo que todo fuera así literalmente. Pido disculpas si se tomó de esa manera —respondió, intentando suavizar la situación.
Desde la esquina de la sala, Joseph, un residente más experimentado, decidió intervenir.
—Oye, Lena, ya déjalo en paz. ¿No crees que estás atormentando mucho al pobre residente Scott? —dijo, con una risa ligera en su voz.
Lena cruzó los brazos, pero una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
—Joseph, sabes que lo que más odio es que hablen a mis espaldas e inventen rumores que no son ciertos. Pero con Danvers… me gustaría que fuera cierto —dijo, con una mirada un poco juguetona que sorprendió a todos.
Kara, que había estado escuchando la conversación desde un lado, no pudo evitar sonrojarse. El comentario de Lena la tomó por sorpresa, y sintió la presión en su pecho al pensar en lo que eso podría significar. La idea de que Lena pudiera estar interesada en ella era emocionante y aterradora al mismo tiempo.
—No es un rumor, es un hecho —intervino Luthor, sonriendo—. Todos sabemos que Kara tiene un talento especial para resolver casos difíciles. No es de extrañar que alguien como Lena pueda encontrarla intrigante.
—¡Cállate, Luthor! —respondió Kara, riendo nerviosamente mientras intentaba cambiar de tema—. Ahora, ¿podemos volver al caso del niño de 9 años? Eso es lo que realmente importa aquí.
La conversación rápidamente volvió a centrarse en el caso, pero la atmósfera había cambiado. Había una sensación de camaradería y humor, y Kara se sintió agradecida por el apoyo de sus compañeros. Sin embargo, su mente seguía girando en torno a las palabras de Lena.
Mientras el equipo se organizaba para procesar las pruebas del niño, Kara se acercó a Nia.
—¿Crees que lo que dijo Lena fue en serio? —preguntó, sintiéndose un poco insegura.
Nia sonrió, entendiendo la inquietud de Kara.
—No lo sé, pero parece que hay una conexión entre ustedes. Y eso no es algo malo. La medicina es un lugar donde las relaciones pueden florecer. Solo asegúrate de mantener un equilibrio entre tu vida personal y profesional —respondió Nia, dándole un vistazo comprensivo.
Kara asintió, sintiendo que la conversación la había ayudado a aclarar sus pensamientos. No podía dejar que los rumores o la presión afectaran su desempeño como residente. Tenía que concentrarse en su trabajo y en el bienestar de sus pacientes.
A medida que avanzaba la noche, el equipo continuó trabajando en el caso del niño. Las pruebas habían llegado y los resultados comenzaron a fluir. Kara se sintió emocionada al ver cómo sus esfuerzos estaban dando sus frutos.
