**Capítulo 3: El Diagnóstico Correcto**
A medida que la jornada avanzaba en el Nacional Residen Hospital, Kara seguía absorbiendo cada experiencia, cada lección. Mientras atendía al niño que había llegado con una fractura en la pierna, comenzó a notar algo que la inquietaba. Aunque sus heridas eran evidentes, había algo más que no parecía estar bien.
Nia, que estaba a su lado, había comenzado a examinar la pierna del niño y a hacer las preguntas correspondientes.
-Parece que solo es una fractura simple. Deberíamos estabilizarlo y llevarlo a rayos X -dijo Nia, con confianza en su voz.
Kara, sin embargo, sentía que había algo más detrás de la situación. Observó al niño, que parecía más inquieto de lo normal, y notó que tenía dificultades para comunicarse. Sus ojos se movían rápidamente, y cada vez que intentaba hablar, solo emitía pequeños gemidos de frustración.
-Nia, espera un momento -interrumpió Kara, sintiendo que algo no encajaba-. ¿No has notado que el niño parece tener problemas para comunicarse?
Nia frunció el ceño, mirando al niño con atención.
-Tal vez está asustado. Es normal en estas situaciones.
Kara no estaba convencida. Se acercó al pequeño y le habló suavemente.
-Hola, soy Kara. ¿Puedes decirme cómo te sientes?
El niño la miró con ojos grandes y asustados, pero no pudo articular palabras. Kara se agachó a su altura y le sonrió, intentando tranquilizarlo.
-Vamos a ayudarte, pero necesito que me digas si sientes algo más -dijo, observando cada movimiento del niño.
Fue entonces cuando notó que el niño tenía un ligero temblor en su mano y que su lado izquierdo parecía un poco más débil. La preocupación creció en su pecho.
-Nia, creo que deberíamos hacer un chequeo más completo. No es solo la pierna -sugirió Kara, sintiéndose más segura de su intuición.
Nia la miró con escepticismo.
-Kara, solo es una fractura. No podemos perder tiempo.
-Escúchame, por favor -insistió Kara, elevando su voz un poco-. Este niño no solo tiene una fractura. Creo que podría estar sufriendo un accidente cerebrovascular. Necesitamos hacerle una evaluación completa.
Nia se quedó en silencio, considerando la afirmación de Kara. En ese momento, Luthor, que había estado observando desde la distancia, se acercó al grupo.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó, notando la tensión en el aire.
Kara se volvió hacia él, sintiéndose decidida.
-Creo que este niño necesita un chequeo completo. No es solo una fractura. Tiene problemas para comunicarse, y creo que podría haber un problema neurológico.
Luthor frunció el ceño y examinó al niño.
-Kara, eso es una afirmación bastante fuerte. Pero si estás segura, deberíamos actuar rápido.
Kara asintió, su corazón latiendo con fuerza.
-Sí, estoy segura. Necesitamos que un neurólogo lo evalúe de inmediato.
Luthor dio un paso atrás y llamó a un enfermero para que llevara al niño a la sala de observación, donde podrían realizarle pruebas más exhaustivas. Mientras el personal se movía rápidamente, Kara sintió que el nerviosismo la invadía, pero también una oleada de determinación.
Poco después, Lena apareció en la sala de emergencias, buscando informes sobre los pacientes. Su mirada se centró en Kara y Nia.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó, con su tono autoritario-. ¿Por qué no han estabilizado al paciente?