Solo estaba enfocada en una cosa: encontrar el dinero escondido de mi abuela en la casa.
Hallarlo significaba mi salvación por lo que mi interés estuvo depositado en ello después de mi visita en la Academia. Jovita no podía estar equivocada, ella conocía a mi abuela como nadie más. Solo me resultaba extraño que no tuviera pistas del escondite porque ella se la pasaba todo el día en la casa, pero debía conformarme con lo que tenía.
Fue difícil comenzar la búsqueda porque Roberto y sus amigos siempre estaban en la sala o jardín tomando cervezas por las tardes. Mi papá se había acostumbrado a invitar a sus amigos. Le gustaba presumir lo que no era suyo, pero lo que más me molestaba era que sus amigos no tenían respeto por la casa, subían sus sucios zapatos a los muebles, se limpiaban las manos en el sillón de piel, dejaban sus colillas de cigarro en la mesa.
Sus amigos tenían un aspecto parecido al de mi papá con camisones blancos y sucios. Incluso pensaba que les gustaba mostrar las manchas de aceite esparcidas por la camisa. Otra cosa que había percibido era que siempre cargaban con montones de billetes. Empecé a cuestionarme más sobre el negocio de mi papá ya que no entendía por qué cargaban con pacas de dinero todo el tiempo.
Las constantes visitas de mi papá no solo me molestaron, sino que me impidieron revisar la casa en su totalidad. Conocía cada cuarto, pero ese escondite debía estar en un sitio poco accesible por lo que una búsqueda exhaustiva era necesaria.
Mi única opción fue buscar durante la noche cuando todos estuvieran dormidos. El silencio de la oscuridad no estaría a mi favor, pero al menos el ballet me había enseñado a ser sigilosa con mis movimientos.
Esa misma noche me levanté a las 3 de la mañana. No podía aplazarlo más. Primero fui a la oficina de mi abuela porque ése era el lugar que menos conocía. Ahí era donde ella leía y hablaba por teléfono con sus abogados.
Examiné los cajones, el escritorio, el librero, el pequeño sillón. Incluso consideré que podía existir un objeto que abriera una puerta movediza como en las películas, pero por más que inspeccioné no encontré algo fuera de lo normal.
Luego consideré que podía haber una compuerta detrás de los cuadros. Algunas de las pinturas eran grandes por lo que moverlas implicaba un reto, y por ello, ésas podían ser un escondite idóneo. Roberto ya había vendido algunas, pero los retratos de mi abuela seguían ahí.
Empecé con el retrato de mi abuela en la oficina. Ese era casi de mi tamaño. En la pintura ella lucía seria, con la mandíbula apretada y un vestido de gala. Le gustaba que los demás apreciaran que era una mujer con determinación, pero "de sociedad" y esa pintura lo lograba. Por su parte, el marco tenía algunas decoraciones de plata alrededor y por eso hacía pesada toda la pieza.
Traté de separar el cuadro de la pared con mis manos pero no pude. Fui por un cojín de la sala y empecé a ponerlo entre la pared y el marco para tener un poco de espacio. Cuando logré ponerlo en el punto más inclinado, me metí adentro porque no se podía ver mucho desde abajo y en la oscuridad. Lo hice lentamente y no tuve problema porque era tan delgada como una niña de doce años. Una vez ahí, en el espacio limitado, traté de encontrar algo: una pequeña puerta, un hundimiento, un hoyo; pero no vi nada. Me entristecí, aunque mi problema se convirtió en salir del espacio estrecho sin que el cuadro se cayera junto conmigo.
Traté de salir por donde entré pero me tomó más tiempo. Batallé por varios segundos y me empecé a desesperar. Luego, usé mi flexibilidad para salir y poco a poco bajé mi tronco hasta que la cabeza tocó el piso y logré mi objetivo.
Una vez libre, respiré profundo, pero mi alivio se vio interrumpido cuando alguien me llamó por detrás.
—¿Qué estás haciendo? —apareció Víctor en el cuarto con un rostro de confusión.
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Isa y Eva. Hermanas y rivales.
Teen Fiction¿Qué tanto podrías odiar a tu media hermana? Isa y Eva son medias hermanas pero vivieron en realidades opuestas desde niñas. Isa creció en un mundo lleno de lujos gracias a su abuela, mientras que Eva lidió en un ambiente lleno de carencias y peleas...