Narración desde la perspectiva de Light Yagami.
...
Seguir o no seguir, esa es la cuestión.
Teresa o cumplir mi cometido, esa es la otra cuestión.
Observo como mis largas piernas descansan encima de mi no tan mullida cama. Están más pálidas y flacas que nunca. ¿Qué me ha llevado a adelgazar más de la cuenta?
Los días pasan sin cambio alguno dentro de mi pequeño cuartito rentado. El instituto, el taller, espiar a Teresa y mi "casa" se vuelven cada día más insoportables. Pero debía esperar... esperar... esperar...
Las siete pantallas que adornan mi pared de enfrente me muestran en alta definición todos los lugares que Teresa suele frecuentar a diario: su casa, el instituto (y variantes de éste), su Cyber favorito, el nuevo gimnasio en el que se ha inscrito, entre otras locaciones...
Incluso he llegado hasta el punto de intervenir cámaras de tránsito para no perderla de vista ni un segundo. Las únicas privacidades de las que goza son: su propia habitación y el baño. Nada más. En el resto de su casa, adentro y afuera, he puesto diminutas cámaras y micrófonos que la vigilan veinticuatro-siete sin parar. En este momento, ella se encuentra en su sala estudiando un libro de Biología. Le había estado preguntado a su madrina sobre mí. ¡Tan curiosa ella!
—Muero de hambre —dice Ryuk, al tiempo que flota por encima de mi cabeza. Mis ojos no lo enfocan directamente.
—El tendero no tenía manzanas —es todo lo que digo. Se oye un bufido de frustración. Luego, el Shinigami se ubica frente a mí.
—¿No la piensas utilizar hoy tampoco? —su larguirucho y ahuesado dedo apunta hacia la libreta que yace encima de mi bóxer: la Death Note. La miro sin expresión alguna.
—Tú sabes que no puedo hacerlo.
El rostro cetrino y cadavérico de Ryuk no parece satisfecho con mi respuesta. Sus enormes alas membranosas se despliegan perezosamente, similar a como cuando un gato se estira después de haber dormido por ocho horas seguidas. Luego, suelta un bostezo exagerado, dejando entrever la fila de finas navajas a las que él llama dientes. Finalmente, su cuerpo alargado y desproporcionado se contrae en su habitual posición desgarbada.
—Me estoy empezando a aburrir —dijo, poniéndose lentamente de cabeza.
Me siento suavemente en la cama, y procedo a cavilar con los ojos cerrados. La negrura que me ofrece el interior de mis párpados me ayuda a pensar con más fluidez y calma.
—¿Por qué no matas a Teresa, Light? —me pregunta Ryuk, de pronto. Abro los ojos sin prisa.
—Yo también me hago la misma pregunta.
Ryuk no dice nada. Sus ojos amarillos no delatan ninguna contradicción o entendimiento.
—Antes de conocerla tenías muy claro todo.
Yo asentí, al tiempo que me ponía de pie. El frío que entraba por el ventanuco que daba a la calle me puso la piel de gallina. El espejo de cuerpo completo que había en la pared de al lado, como mofándose de todo, se atreve a devolverme mi reflejo desnudo de forma poco alentadora. Hasta el pelo me había crecido más de la cuenta. Agarré el jarrón de china que había en mi mesita de noche, y lo estrellé contra en cristal con más fuerza de la requerida.
El espejo de uno ochenta de largo quedó reducido a añicos. Sonreí.
De repente, se escucharon pasos presurosos por el pasillo de afuera.
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TROTAMUNDOS | Light Yagami y Teresa
Fanfiction¿Qué pasaría si se unieran dos emblemáticos personajes de la ficción? Averígualo leyendo esta historia.