—Aléjate —susurré. La rabia y el miedo me consumían por completo.
Él se endereza, al tiempo que se mete las manos en los bolsillos. Al apreciarlo desde la altura de la camilla, siento que ha crecido dos cabezas extras. Las náuseas hacen acto de presencia una vez más.
Paulo ha muerto. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿A qué horas?
Ryo había colapsado justo a mi lado. ¿Por qué estaba tan aterrado? «No estás segura», fueron sus últimas palabras. Lo peor de todo es que, de alguna forma, siempre supe tal cosa: no estoy segura. ¿Qué es lo que él sabía? ¿Qué es lo que quería decirme con tantas ganas y no pudo?
Light me observa furioso.
—¿Dónde está el cuerpo de Ryo? —pregunto, incorporándome lentamente. La garganta me quemaba, seca y árida—. ¿Sigue aquí?
Light sonríe sin emoción alguna. Frunzo el ceño.
—Sí, aún no me lo he llevado.
Trago grueso. El corazón me late desbocado.
—¿Ya le dijiste a su familia y a los chicos?
Él da dos pasos hacia mí. Yo doy otros dos hacia atrás. Light observa atentamente mis movimientos.
—Kazuki, Keshi y Kiro vienen en camino. En cuanto a su familia, ya le avisé a su padre de lo sucedido.
Frunzo en ceño con aprensión.
—¿Le... enviarás el... cuerpo a su papá? —la oración me sale temblorosa.
—No, él no desea recibirlo.
Sus ojos me miran como saboreando el momento. Asustada, observo la puerta de salida con ansiedad. Los ojos me arden.
—¿Y sabes quién más se nos petateó? —vuelve a utilizar jerga mexicana.
Las lágrimas me emborronan la vista. Sin embargo, no permito que se resbalen por mis mejillas. Necesito juntar valor. Sí. Valor. Con toda la fuerza de voluntad de la que soy capaz, enderezo la espalda.
—Quítate del frente.
Light sacude la cabeza. Luego, pasea lentamente sus ojos por la destartalada instancia. ¿Debería de salir pitando ahora que él se encuentra "distraído"? Su cuerpo no demuestra estar tan tranquilo como él pretende dar a relucir. Lo percibo ligeramente tenso a la altura de la mandíbula y los hombros.
—Sé lo que te dijo ese... —arrastra las palabras.
—¿Ese qué?
Mi mordida le dejó un punto rosado y marcado en los labios. Restos del hilillo de sangre aún se observan desde aquí. Light sonríe.
—Ryo —dice, con simpleza.
Yo asiento.
—Ajá —tanteo el terreno—, ¿y qué me dijo Ryo, Light?
Siento que las piernas me van a tirar al suelo en cualquier momento. Tengo las manos crispadas en puños tras mi espalda. De los antebrazos me bajan chorros de sudor que me mojan incómodamente las mangas de mi blusa, haciéndome estremecer en el acto.
—Estupideces. Nada más.
Doy un paso hacia la izquierda, en dirección a la salida. Él da ese mismo paso, volviéndome a bloquear. Trago saliva.
—¿Y cómo se supone que nos escuchaste? —rechino los dientes.
—Con los oídos.
Lo miro estupefacta. Él comienza a desternillarse de risa.

ESTÁS LEYENDO
TROTAMUNDOS | Light Yagami y Teresa
Fanfiction¿Qué pasaría si se unieran dos emblemáticos personajes de la ficción? Averígualo leyendo esta historia.