¿Y ese dulce? •Yoonmin•

Dulces sueños.

Jungkook era una niños de 5 años bastante retraído, no solía interactuar y le costaba algo de trabajo integrarse y adaptarse tanto a personas como a entornos, en sus corta vida ha tenido pérdidas y decepciones . Perdió a su madre sin siquiera conocerla y podría decirse que también perdió a su padre, cuando este no se interesaba en lo más mínimo en su crianza y no se fijaba en el, lo cual lo ha llevado a vivir decepción tras decepción de parte de su padre, un hombre en el que ya no quería confiar.

Había esperado cerca de 15 minutos a que alguien le recogiera del colegio, cuando se cansó de esperar decidió caminar por su cuenta, el camino a casa no era precisamente corto pero el se lo sabía de memoria, así que caminó y caminó, pasó por varios lugares en su trayecto, una escuela para chicos mayores, una farmacia, una tienda de conveniencia y una dulcería que lucía muy agradable, ubicada justo en una esquina donde debía cruzar la calle, nadie le hablo durante su trayecto y él tampoco habló con nadie, su nana solía decirle que no hablara con extraños y eso hizo.

Caminó un largo rato hasta que llegó a su casa, donde entró y se dirigió directamente a su habitación, pasado un rato de absoluto silencio tanto en la casa como en su corazón, se dio cuenta que era hora de ir a comer, bajo las escaleras con pasos calmados y ojos aburridos, sin nada que pudiera emocionar su día, o incluso su vida, al llegar al pie de la escalera se encontró con la escena de su nana dirigiéndose con mucha preocupación a su padre y al hombre completamente molesto.

-¿Cómo es posible que no estuviera?- inquirió molesto el alfa -Tu único trabajo es cuidarlo, ¿y lo has perdido?-

-Hubo un accidente que nos retrasó y al llegar a la escuela él no se encontraba ahí- sollozó la mujer -Tenemos que ir a la policía YoonGi, hay que encontrarlo-.

-Padre, ¿ocurrió algo?- se animó a preguntar

Solo ahí ambos adultos se percataron de su presencia, su nana cubrió su boca mientras lloraba aliviada por verle, mientras que su padre solo frunció el ceño y caminó directo hacia el.

-¿Por qué no esperaste hasta que llegaran por ti?- su tono de voz daba a notar que estaba molesto.

El cachorro junto sus manos en un gesto nervioso mientras ocultaba su cabeza entre sus hombros y bajaba la mirada, sintiéndose intimidado ante su padre.

-L-lo siento, tardaban m-mucho y solo d-decidí caminar- susurró temeroso.

En un arranque de su molesta y preocupación mal manejada el alfa levantó la mano contra su pequeño hijo y le dio una bofetada, dejando tanto al pequeño como a la nana sorprendidos y dejándose a sí mismo completamente arrepentido, pero ya no había marcha atrás, había cruzado la línea y había roto algo que por más que tratara jamás volvería a unir sus piezas igual, su relación con su único hijo, ese lazo que los unía, ahora no había nada.

-¡¡YoonGi!!- exclamó con sorpresa la mayor en aquella habitación

-Silencio, no te atrevas a decirme nada y en vista de que no puedes hacer bien tu único trabajo, quiero que te vayas de mi casa hoy mismo, estás despedida- habló autoritario sin dejar espacio a cualquier discusión.

Jungkook con la mejilla sonrojada y el ardor todavía picando en su mejilla sollozo viendo a su nana con miedo, no quería que la mujer se fuera y lo abandonara también, era la única persona que le quedaba en el mundo y sabía que era culpa suya, pero a sus cortos 5 años no tenía el valor para decir nada.

-Y tu, vete a tu habitación ahora mismo- demandó el alfa.

El cachorro vio una vez más a la mujer que lloraba igual que él antes de salir corriendo escaleras arriba, esa fue la última vez que vio a su nana, el tiempo siguió pasando y en lugar de su nana llegó otra mujer, alguien completamente diferente, alguien que no lo quería y que solo buscaba la oportunidad de pertenecer a esa casa, ella era mala con el, le hablaba mal, le trataba mal y era muy estricta con sus deberes, cada día que pasaba él se sentía más y más cansado de cómo era su vida, pero era un niño que no podía hacer nada al respecto.