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Su cuerpo se desliza a toda velocidad a través del bosque, moviéndose más rápido de lo que lo ha hecho nunca incluso si ahora mismo está dentro de la seguridad de Konoha e incluso si ningún enemigo lo está persiguiendo.

Sin embargo, Orochimaru está regresando de una misión y por primera vez en la vida está feliz de volver a la aldea.

Por lo general, las misiones de rango "S" son divertidas y le parece mucho más interesante viajar, matar y recolectar información que permanecer en Konoha; aquí, el anciano de Sarutobi-sensei siempre lo está vigilando y además nadie nunca lo extraña ni tampoco lo esperan en casa. Estar en Konoha es solitario. En la guerra, Orochimaru al menos tiene los cadáveres en el piso que puede robar.

Sin embargo, esta vez es diferente. Esta vez Orochimaru ni siquiera perdió un solo segundo mirando a los cadáveres que dejó después de pelear ni tampoco disminuyó el paso cuando se acercaba a Konoha. Esta vez la aldea no se siente como si estuviera vacía. Esta vez hay dos personas que lo esperan en casa al regresar.

Orochimaru sonríe suavemente y acelera el paso, ansioso de escuchar nuevamente esas risas bobas y recibir un montón de abrazos y lágrimas ridículas que siempre lo hacen gruñir y girar los ojos y que aun así ha extrañado con todas sus fuerzas. De hecho, no hubo un solo día en el que no pensara en lo que estaban haciendo esos dos y no hubo un solo momento en el que no quisiera regresar corriendo.

Pero ahora finalmente está de vuelta. E incluso si está ansioso por ver a Gai, cargarlo contra su pecho y contarle todo lo que hizo en su misión porque el niño se emociona fácilmente y a Orochimaru le encanta la forma en la que lo admira, ha estado tanto tiempo fuera de la aldea que no tuvo más opción que enviarle una carta a Dai para solicitarle un reencuentro privado. Orochimaru necesita un tiempo a solas con ese hombre. Ambos necesitan urgentemente hacer el amor.

Después de todo, Orochimaru ha estado fantaseando cosas sucias durante todo este mes lejos de casa; todas las noches pensaba en Dai, en sus palabras autoritarias y firmes, en sus caricias violentas, en sus movimientos fuertes y en sus manos ásperas aplastando todo su cuerpo sin consideración. Y claro, como solo Dai puede hacerlo venir, ha pasado todo un mes conteniendo su orgasmo y ya no puede aguantar más tiempo.

Además, a pesar de lo mucho que Orochimaru quiere coger con él, la ausencia de Dai también lo ha hecho sentir una cosa rara en el pecho que no sabe cómo debería llamarlo. Es algo que crece cada día y que va más allá de la familiaridad, la costumbre o el cariño que ha sentido por Dai desde que lo conoció. Es algo absolutamente complicado y sin explicación, y al mismo tiempo, la sensación es algo muy simple y similar a un sinfín de tonterías que ya conoce.

Saber que Dai está a muchos kilómetros lejos de él se siente como haber olvidado de las llaves de su apartamento en su laboratorio al otro lado del mundo. Estar lejos de él se siente como haber olvidado los detalles importantes de una misión a mitad de la guerra. El hecho de no estar juntos es un sentimiento angustiante, algo que no se puede sacar de la cabeza, algo que sabe que podría esperar pero que aun así no puede dejarlo de lado. Es como si una cosa simple pero fundamental hubiera saltando fuera de su bolsillo y hubiera desaparecido entre la hojarasca. Y la mente de Orochimaru está a punto de enloquecer.

Aunque, por supuesto, Orochimaru cree que esto es solo otra consecuencia de la abstinencia sexual. Su mente debe estar demasiado alterada por la falta de desahogo físico y por eso es que se siente de esta manera. Una vez que hagan el amor, todo va a solucionarse. Realmente necesita ese tiempo a solas. Realmente necesita el cuerpo de Dai a su disposición, sometiéndolo bruscamente con todas sus fuerzas.

Su piel se eriza con el pensamiento y su boca se llena de saliva, anticipando lo que seguramente será un sexo desesperado y cruel, algo salvaje que harán casi por instinto luego de no haberse visto por tantos días.

Adorable enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora