𝐷𝐶 𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠

𝑊ℎ𝑒𝑛 𝑊𝑎𝑙𝑙𝑦 𝐹𝑎𝑙𝑙𝑠 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

Pareja: Wally West x ¡Superhéroe! Lector

Resumen/pregunta: “¿Te parecería bien escribir algo doméstico y esponjoso con un lector superhéroe de género neutro/no binario? ¿Como lo que les gusta hacer juntos cuando están en casa o en el apartamento del otro? Personalmente, creo que Wally es un tipo muy romántico y que le encantaría tener a alguien a quien también le guste eso. No como demostraciones de amor grandes y costosas, sino cosas más sutiles/pequeñas pero muy significativas. (Me encantaría citar poemas a ese pelirrojo guapo y encantador jajaja)”

Advertencias: título basado en “When Emma Falls in Love” de Taylor Swift (lo siento, tengo un tema de título de canción en este momento, no sé por qué me parece tan cursi, lo siento mucho)

Notas: Espero haberle hecho justicia... Encontré un poema en Internet, ¿no? No conozco muchos poemas, así que espero que esté bien. Traté de incorporar pequeños gestos como la regla de la acera y tener las cosas de tu pareja por todo tu espacio, ¿tiene sentido? De todos modos, espero que esto esté a la altura de las expectativas :')

                                            [...]

No era ningún secreto que a Wally le encantaba coquetear, incluso cuando era tu novio actual. Tenía un brazo sobre tus hombros mientras ambos caminaban por la calle hacia tu apartamento. No había pasado nada importante durante el último día, así que ambos decidieron quedarse a pasar la noche en su apartamento para aprovecharlo.

Él te miró y sonrió, asegurándose de permanecer entre tú y la calle mientras se dirigían a su edificio. Ambos compartían un par de auriculares, un auricular con cable colgaba de sus orejas mientras caminaban juntos. Wally afirmó que escuchar música sonaba mejor con sus auriculares con cable, aunque tú sabías que era así para que él tuviera una excusa para estar más cerca de ti.

Él te abrió la puerta cuando llegaste al edificio de apartamentos. Sus manos se entrelazaron mientras él los acompañaba hasta el ascensor, presionaste tu dedo en el número de su piso y con el rabillo del ojo, viste una sonrisa apoderarse de su rostro. No importa cuánto tiempo hayan estado saliendo, él te ama tanto como el día anterior. Él sabía que el piso de su apartamento no era una información descabellada. Pero, tú lo habías marcado sin pensarlo dos veces. Hizo que su corazón se acelerara.

Cuando ambos entraron a su apartamento, te quitaste los zapatos justo al lado de los suyos y saltaste a su sofá, agarrando tu manta favorita. La sonrisa de su rostro no se había ido, Wally estaba completamente enamorado de ti. Sabías que debías quitarte los zapatos sin pensarlo dos veces, y que tu manta favorita estuviera en el sofá de su casa, lo que llenó su corazón de mucho amor.

Él se acercó a ti y se inclinó sobre el sofá para rodearte con sus brazos y besarte suavemente la cabeza. —Te amo. —Te giraste para mirarlo, con una sonrisa en tu rostro mientras le dabas un pequeño beso—. ¡Yo también te amo!

Él se apartó para caminar hacia su cocina, un estante en la despensa completamente dedicado a tus comidas, bocadillos y bebidas favoritas. Tenías un área designada en cada habitación de su apartamento. Tu lado de la cama donde tu mesa de noche estaba llena de pequeñas baratijas y un libro que habías estado leyendo en voz alta para los dos antes de irte a dormir. Tenías tu sección de la ducha y el lavabo, parte de su armario y tocadores, área de almacenamiento debajo de su cama para tu traje y cualquier otra cosa que quisieras dejar.

Él toma un nuevo refrigerio para los dos antes de sentarse a tu lado en el sofá. Tomas la otra mitad de tu manta y la colocas sobre sus piernas con una sonrisa en tu rostro mientras él coloca los refrigerios en la mesa de café. Te entrega el control remoto mientras inicias sesión en sus servicios de transmisión y haces clic en su perfil antes de decidirte por una película que ambos habían hablado sobre querer ver.

Miró a su alrededor con una sonrisa en el rostro, ya que sabía que ambos apartamentos estaban llenos de artículos del otro. Incluso se aseguró de que cualquiera de tus alimentos favoritos que necesitaban congelarse o guardarse en el refrigerador estuviera en tu propia área para recordar no comerlos. Wally se aseguró de mantener su apartamento abastecido para ti, revisando cada área cada semana antes de hacer las compras para ver qué necesitaba abastecer para ti.

Consumías cada uno de sus pensamientos, estaba tan perdidamente enamorado de ti. Todo lo que hacía en su vida diaria lo hacía pensar en ti. ¿Estás en una misión y pasa rápidamente por unas flores? Hace una nota mental para traerte un nuevo ramo o elegir algunas de las que vio en el camino de regreso a casa. ¿Vas a la tienda? Está atento a cualquier otra cosa que puedas querer, como un peluche o un nuevo bocadillo que cree que te gustará.

¿Ve a un perro paseando afuera? Te saca una foto para enviártela o te lo cuenta cuando ambos regresan a casa. No es ningún secreto que Wally tiene miedo de perderte. Lo que ambos hacen es peligroso, por eso se asegura de apreciar cada detalle de ti, incluso las cosas que le recuerdan que mereces ser apreciada.

Ambos se sentaron en silencio a ver la película, sin necesidad de decir ninguna palabra, mientras se sentaban abrazados en su sofá. Estaban prácticamente sentados en su regazo, sus dos brazos te rodeaban, su pecho contra tu espalda mientras apoyaba su barbilla sobre tu hombro.

Su mano acariciaba tu piel con dulzura y, de vez en cuando, te daba un beso en el cuello mientras lo veían juntos. No había nada que apreciaras más que los pequeños gestos de amor de Wally. Planificaba cada cita con tanto esfuerzo como la primera, el jarrón de flores que guardabas en tu apartamento no había quedado vacío desde que se conocieron. Incluso en misiones largas, se aseguraba de que, de alguna manera, recibieras tus flores.

Cuando el sol empezó a ponerse, Wally los llevó a ambos a la azotea de su edificio de apartamentos, un lugar que solían frecuentar juntos. Sostenías un pequeño libro de poemas en tu mano mientras ambos se sentaban contra la pared y tu cabeza se posó instantáneamente sobre su hombro.

Abriste una página al azar y una pequeña sonrisa adornó tu rostro mientras mirabas al cielo y luego a tu novio, que tenía una amplia sonrisa en su rostro. Volviste a mirar al suelo antes de comenzar a leer.

“Amo tus manos. Son manos grandes, manos firmes, manos suaves. El pelo crece en la parte posterior cerca de la muñeca, he visto las uñas rotas y manchadas por el trabajo duro. Y sin embargo, cuando me tocas, me hago pequeña... y tranquila... y feliz. Si tan solo pudiera hacerme lo suficientemente pequeña, para acurrucarme en el hueco de tu palma. Tu palma izquierda, encorvarse, permanecer cerca y aferrarse, para que pueda saber que siempre estoy allí... incluso si te olvidas”.

Él sonrió y soltó una risita. —Si no nos casamos algún día, me cabrearé muchísimo. Le sonreíste y se te escapó una risa de los labios. —¿En serio? En una escala del 1 al 10. —Fingió pensar un momento—. 100. —Esa no era una opción. —Lo sé, pero 10 no era suficiente para demostrar lo enfadada que estaría.

Él te miró con una sonrisa. Siempre parecía sonreír cuando estaba cerca de ti, ¿eh? Con solo mirarlo, cualquiera podía ver lo enamorado que estaba de ti. Subir a la azotea y leer una página de un pequeño libro de poesía que te había regalado era una tradición nocturna. No importaba la hora que fuera, antes de sentarte, no importaba dónde estuvieras, sacaban el pequeño libro para leer una página.

El chico pelirrojo te miró, la luz restante del atardecer te hacía brillar. Ambos se pusieron de pie después de pasar unos minutos más afuera hablando en voz baja. Ambos caminaron de la mano de regreso a su departamento, se quitaron las sandalias antes de cambiarse y saltar a su cama.

Entró detrás de ti después de unos minutos, con tu taza de café favorita en la mano. "Te traje algo de beber". Te sonrió, le dio un pequeño beso en la mejilla mientras la colocaba en tu mesita de noche. "Voy a ir a ducharme y cambiarme, ¿de acuerdo?" Te miró, con una expresión suave pintada en su rostro.

Lo miraste y sonreíste brillantemente, con los ojos llenos de amor mientras asentías y le dabas un último beso. "Está bien, no tardes demasiado". Soltó una suave risita. "No lo haré, lo prometo". Te echó una última mirada antes de irse al baño, una pequeña sonrisa y un ligero rubor quedaron en tu rostro. Wallace West está total y absolutamente enamorado de ti. Y sabía que eso nunca cambiaría.