𝐷𝐶 𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠

𝑆𝑎𝑛𝑡𝑎 𝐶𝑙𝑎𝑢𝑠

Observaste desde lejos cómo el hombre del momento entraba en la fiesta. Durante la última hora, niños de todas las edades rogaban a sus padres que les preguntaran si sabían cuándo pasaría el gran hombre de rojo.

Mientras ellos mendigaban, tú estabas arriba ayudando a Oliver a ponerse el traje.

Tú y Oliver fueron los anfitriones de la Fiesta de Navidad Anual de la Liga de la Justicia de este año, y fue un evento espectacular. No solo estuvieron presentes los miembros de la Liga, sino también sus familias.

Roy incluso había venido con su hija, Lian, quien estaba especialmente emocionada de ver a Santa.

Entonces, cuando Oliver entró en la habitación vestido de Papá Noel, se escuchó un suave jadeo hasta que un grupo de niños se abalanzó sobre él.

Diana le ayudó a preparar la fila, con los niños listos y saltando, emocionados de decirle lo que querían para Navidad.

Uno por uno, cada niño que hizo fila tuvo la oportunidad de sentarse con Santa y decirle lo que quería.

Oliver lo hacía de forma natural. Era un tipo bobo pero severo y te conmovía verlo con los niños. Te daban ganas de tener uno propio.

Claro que Roy te veía como una figura materna, pero no fuiste parte de su crianza. Oliver y tú solo llevaban casados ​​unos años, así que tal vez era el momento.

Lian fue la última en la fila y, fiel a su actitud picante y sensata, le dijo a Santa exactamente lo que quería mientras Roy intentaba convencer a su hija de bajar sus estándares.

Una vez que los niños terminaron, ayudaste a Santa a salir de la habitación y te dirigiste a la cocina, donde buscaría algunas galletas y luego regresaría al Polo Norte.

"Eres muy bueno con ellos", sonreíste, apoyándote en el mostrador mientras mordisqueabas una galleta.

Oliver sonrió, todavía vestido con su disfraz de Papá Noel mientras mordía la cabeza de una galleta de muñeco de nieve.

"Se supone que la Navidad es especial, ¿qué tipo de anfitrión sería si no lo fuera?"

Dejaste tu galleta en el suelo, te acercaste y le rodeaste la cintura con los brazos. "Bueno, por si sirve de algo, creo que eres increíble, Santa Claus", bromeaste.

"Me hizo pensar: ¿qué pasaría si tuviéramos uno propio?"

Oliver te miró con los ojos muy abiertos y sorprendido. "¿Hablas en serio?"

No pudiste evitar la risa mientras asentías.

"Entonces digo que en cuanto todos se vayan, nos pondremos manos a la obra, nena", sonrió, atrayéndote para besarte.

Lo que ninguno de los dos notó fue que una niña pequeña los observaba desde la esquina mientras besaban a Papá Noel. Rápidamente se escabulló por la esquina y salió corriendo antes de que su papá se diera cuenta de que no estaba.

Lian solo tuvo una cosa en mente por el resto de la noche, ¿quién le iba a decir a Oli que estabas besando a Santa Claus?