𝐷𝐶 𝑂𝑛𝑒 𝑆ℎ𝑜𝑡𝑠

𝐿𝑜𝑣𝑒𝑟

𝑜𝑛𝑒 𝑠ℎ𝑜𝑡 𝑛𝑜𝑡𝑒𝑠:𝑇𝑖𝑚 𝐷𝑟𝑎𝑘𝑒 𝑥 𝐹𝑒𝑚! 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟, 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑢𝑠𝑖𝑜𝑛, 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑢𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑗𝑎𝑐𝑢𝑧𝑧𝑖 𝑑𝑒 𝑀𝑎𝑑𝑑𝑦 𝑃𝑒𝑟𝑒𝑧 𝑦 𝑁𝑎𝑡𝑒 𝐽𝑎𝑐𝑜𝑏𝑠

Partículas de polvo flotaban en el cielo mientras la luz que entraba por la gran ventana dejaba que el sol brillara hasta el ático. La habitación estaba repleta de cajas apiladas en capas de polvo, lámparas antiguas y baúles estaban esparcidos por la habitación, restos congelados del tiempo que permanecían inmóviles para ser vistos por el ojo del observador. 

Se dice que el ático es un lugar de recuerdos y que todos los años subías las escaleras para limpiar el polvo que se acumulaba en las innumerables cajas y para limpiar los recuerdos no deseados. ¿Por qué todavía tenías todos tus ensayos del sexto grado? No importaba. Ahora, estaban dentro de una bolsa de basura a tu lado mientras volvías a hacer tu limpieza anual de primavera.

caja tras caja, papeles tras papeles. Aunque el ático es un viaje al pasado, te robó tiempo mientras perdías incontables horas limpiando el lugar. Solo para sumergirte en papeles tras papeles, álbumes de fotos, medallas. Tus ojos escanearon alrededor en busca de otra caja para revisar, otra caja para limpiar. Había una que te llamó la atención, abollada en el costado, no dudaste en dirigirte hacia ella para limpiarla.

Tus manos levantaron las solapas de la caja, hurgando en ella, buscando cosas para tirar. Otra caja para hurgar, otro juego de fotos para limpiar.  Un marco de fotos estaba cubierto de polvo, el trapo en tu mano pasó a través del vidrio hasta que frente a ti había una fotografía tuya sonriendo. Tu torso rodeado por un chico sonriente con mechones de cabello negro entrecortados que casi le caían hasta la barbilla, luciendo como si fuera el tipo más feliz del mundo mientras le dabas un beso en la mejilla.

El timonel de Drake. 

Dejando a un lado el trapo y la foto también, tus manos hurgaron en la caja que habías elegido limpiar ese día. Había pequeñas fotografías polaroid de ustedes dos en tus manos, momentos en que sus frentes se tocaban, él ahuecaba tus pechos con sus manos, besos. Cuanto más hurgabas, más era como si hubieras retrocedido cinco años en el tiempo, boletos, pulseras, besos robados capturados en película, cartas, notas una y otra vez. 

¿Qué te había poseído para aferrarte a esas baratijas? Tus ojos vagaban con curiosidad mientras su rostro estaba en todas partes, la simple sonrisa que tocaba tus labios, las notas cursis cuando ustedes dos jugaban tres en raya, todo estaba regresando. Entonces, ¿por qué no sonreías?

Las uñas se te clavaron en la piel mientras tratabas de contener la cascada de lágrimas que rezaban por caer por tu rostro. Él siempre merecía a alguien mejor. ¿Cuántas veces habías rezado para que no te dejara? ¿Cuántas veces había dicho suavemente "está bien" mientras te besaba el pelo mientras sollozabas en su pecho? ¿Cuántas veces habías hecho promesas que sabías que nunca cumplirías? Él merecía algo mejor, siempre merecía algo mejor. 

“Me estás haciendo pensar que lo que me dijeron de ti es cierto”, su voz sonó dentro de tu cabeza mientras los recuerdos decidían filtrarse lentamente en tus pensamientos.

Tim nunca se había apartado de tu lado. No después de todos tus errores. No después de que lo jodiste tantas veces, no después de que sentías que cuanto más estaban juntos, más estabas destrozando su corazón en un millón de pedazos. Él era tu amante, pero tú nunca podrías ser suficiente.

—No me hagas esto. No me des espacio, es lo último que quiero de ti ahora mismo —amenazaste mientras podías sentir lágrimas calientes corriendo por tu rostro mientras lo agarrabas por la muñeca, tratando de alejarlo de acercarse a la puerta.

—¿Y qué? Podemos hablar y calmar las cosas y fingir que nunca sucedió hasta que tú y yo sepamos que volverás a hacerlo —siseó Tim mientras entrecerraba los ojos mientras te miraba, sus propias mejillas estaban manchadas de lágrimas porque odiaba encontrar tu mirada en momentos como este.

—Eso no es justo. Sabes que lo estoy intentando —respondiste mientras negabas con la cabeza. La mentira se sintió como veneno mientras corría por tu garganta. Ambos sabían que lo habías dicho cientos de veces, cientos de veces que él te había dado la oportunidad de cambiar. Pero no lo hiciste.  Por favor, no me dejes, por favor, no te vayas. Pero ni siquiera las afirmaciones mentales podían solidificar el deseo que querías, pero tenías que intentarlo.

—¿En serio dices lo que dices?  "Lo intentaré, te prometo que lo haré mejor, eres la única persona que me importa, te lo prometo, Tim, cambiaré, creceré, no te merezco, pero te amo". Tú y yo sabemos que eso es una puta estupidez —espetó Tim mientras se apartaba de tu agarre.

—¡Pero te amo! —gritaste. Las lágrimas que corrían por su rostro, el labio inferior que temblaba mientras sacudía la cabeza decían más, ya que tus palabras no eran más que promesas vacías que se repetían una y otra vez.

" No, no creo que lo hagas", las palabras fueron como una bofetada en la cara cuando escaparon de los labios de Tim. 

"Porque si me amaras, no necesitarías cien y una oportunidades para demostrármelo. Si me amaras, no estarías haciendo todas estas promesas sabiendo que nunca las cumplirás. Si soy tu amante , ¿por qué me tratas como una mierda?" A veces la voz de Tim sonaba como miel, ahora se mezclaba con los vientos cortantes mientras sus palabras hacían que tu corazón se rompiera.

“No me amas, nunca me has amado . No soy tu amante, T/N”

Tus manos trazaron el marco de la foto que habías dejado en el suelo, una lágrima corría por tu rostro mientras tu dedo trazaba sobre su rostro una vez sonriente. Cada palabra había sido correcta y ni siquiera tu corazón enamorado podría haber reparado el daño que creaste.

Pero una cosa que dijiste era verdad. Lo amabas, él era tu amante.