In The Name Of Love (T3)

Capítulo 48.

The Ships Christmas Special Maratón 9/12.
Solangelo
Nico POV
Lo admito odio las reuniones familiares, no entendía porque nuestros padres querían hacer una cena de Navidad en familia, si normalmente nos reunimos en el solsticio de invierno, de hecho esto era una compensación ya que no habíamos podido hacerlo este año ya que hubo un asunto urgente en el Olimpo del que no tengo idea de que paso exactamente pero según mi padre era por eso la cena se había pasado a hoy el día de Noche Buena. Pero para ser justos, esto simplemente parecía más una obligación que una simple cena.
– ¿De verdad tenemos que ir? No me apetece ver como nuestro padre y sus hermanos tratan de no matarse entre si y fingen que son una familia perfecta y que se llevan bien – les dije a mis hermanas.
– Tampoco es que se lleven tan mal o al menos intentan no hacerlo además es solo una cena Nico los dioses pueden intentar llevarse bien en una cena – dijo Bianca mientras terminaba de trenzarse el cabello. – Al menos espero que sea así – murmuró en voz baja.
– Además es una compensación porque no pudiemos reunirnos todos en el solsticio de invierno – recordó Hazel mientras se maquillaba.
– Lo se pero odio tener que ir a este tipo de cosas – dije serio mientras me terminaba de poner la dichosa cirbata del traje que me había puesto para la cena.
– Bueno si lo piensas esta vez la cena se celebra en el campamento así que no habrá que viajar mucho – dijo Hazel encogiéndose de hombros, odiaba darle la razón pero era cierto, al menos esta vez no teníamos que ir hasta el Olimpo.
– Sinceramente pero que se celebre aquí a cualquier otro sitio – era lo único con lo estaba de acuerdo sobre esta maldita reunión familiar.
– La verdad no entiendo porque esta vez no lo celebramos allí pero supongo que serán cosas de nuestros padres – dijo Bianca que ya había terminado de prepararse. – Bueno yo estoy lista ¿Que tal vais? – nos preguntó a Hazel y a mi.
– Lista y preparada que empiece el espectáculo – dijo Hazel emocionada.
– Ese es el espíritu Haz – la ánimo mi hermana – ¿Y tú Nico? – me miró esperando una respuesta.
– Acabemos con esto de una vez – dije terminado de ponerme mi abrigo.
– En ese caso andando – dijo Hazel emocionada, salimos de nuestra cabaña y caminamos hasta el pabellón del campamento donde siempre nos reuníamos para comer osea justo donde se celebraría la cena.
– Por un segundo pense que no vendrías – dijo una voz que reconocí apenas la escuche detrás de mi, no me hacía falta darme la vuelta para saber qué era mi novio, podía reconocerlo hasta con los ojos cerrados, me volteé para verlo y me quede asombrado cuando vi lo guapo que se veía.
– Digamos que no tenía elección – le respondí.
– ¿Ni siquiera que yo este aquí te parece una buena razón? – preguntó dolido.
– De hecho eres la única razón por la que he venido si no no estaría aquí ni de coña – le respondí sonriendo.
– Me alegra saber que siempre consigo convencerte – dijo mi novio – Te ves muy guapo con ese traje por cierto aunque....– me sonroje cuando su mano rozo mi cabello y mi quito la liga que Bianca había usado para recoger mi cabello – Asi esta mejor mi rey de los fantasmas tan hermoso en todo su esplendor por cierto me gusta el gorro que llevas te hace ver muy adorable – me miró con una sonrisa y me tape mi rostro para tapar mi sonrojo, pero el tomó mis manos y las arrebato de mi rostro. – Por favor no hagas eso sabes que amo ver lo tierno que estas cuando te sonrojas – dijo mi novio alzando mi mentón.
– Ay callate por favor – le dije todavía más sonrojado que antes, odiaba qué el tuviera ese poder sobre mi, para lograr que me pusiera nervioso pero al mismo tiempo amaba que me hiciera sentir de esa manera aunque eso no evitaba que yo también pudiera hacer lo mismo.
– Eres adorable cuando te pones así ¿Lo sabías? – me preguntó mi novio.
– No... pero hay algo que si se una cosa – le dije, todavía tenía mis manos agarradas por las suyas, de libre una de mis manos y con la otra hice dar un par de vueltas a mi novio, luego deje que cayera sobre mis brazos y me incline sobre él.
– ¿Nico? – preguntó mi novio nervioso por lo que fuera hacer sonreí internamente, por poder hacerle sentir de la misma manera que él me hacía sentir a mi.
– Voy escapar de esta cena y tu vas a venir conmigo – le susurré al oído.
– ¿Vas a secuestrarme? ¿Y como piensas evitar que nuestros padres se den cuenta? – me preguntó Will con una sonrisa pícara siguiendome el juego.
– Bueno todavía falta un rato para que empiece la cena yo creo que tenemos tiempo para escabullirnos un rato y volver antes de que se den cuenta – le respondí devolviendole la sonrisa. – Además dudo que nos echen en falta – mi novio arqueo una ceja, lo levante de nuevo y tome su mano y le indique que nos fuéramos y él asintió, los dos salimos corriendo sin que los demás se dieran cuenta y llegamos hasta el bosque que estaba decorado con guirnarldas y luces de Navidad.
– Hermoso ¿No lo crees? – me preguntó mi novio observando el paisaje pero yo solo podía observarlo a él, mire justo encima de nosotros había muérdago, conocía la tradición de quiénes estuvieran debajo debían besarse, sin embargo Will y yo nunca lo habíamos hecho tal vez este era el momento perfecto para hacerlo.
– Si lo es – le dije a mi novio mientras lo observaba, el se giro para verme y me sonrió.
– ¿Que tanto me observas? – me preguntó intrigado.
– ¿Qué pasa? ¿No puedo observar lo hermoso que se ve mi novio? – le pregunté pícaramente.
– Yo no he dicho eso – dijo Will sonriendo, me agarró de las caderas y yo tome su rostro, Will miró hacia arriba y se dio cuenta de que estábamos debajo del muerdago.
– Mira que casualidad, estamos justo debajo del muerdago navideño – dijo con una sonrisa coqueta.
– Si eso parece – dije siguiendole el coqueteo con una sonrisa pícara.
– Bueno Di Angelo conoces también esta tradición como yo ¿Que tal si la cumplimos? – me propuso mientras tiraba de su agarré acercándome más a él, no le respondí, me puse de puntillas y lo bese en los labios, el no tardo en seguirme el beso, hundí mis dedos en su cabello rubio mientras el apretaba su agarre sobre mis caderas. El beso fue largo y apasionado pero tuvimos que separarnos por falta de aire.
– Deberíamos volver ya seguramente se hayan dado cuenta de nuestra ausencia – dijo mi novio.
– Bien pero que sepas que no hemos terminado aquí – le dije, volviendo a besarlo en los labios, cuando nos separamos lo tome de la mano y regresamos al pabellón.
Continuará..................................................