El ente flotaba con un aire de superioridad, moviéndose lentamente por la sala mientras una sonrisa autosuficiente adornaba su rostro.
—Bueno, hoy será un poco diferente al resto de las reacciones. Será más larga, pero también más divertida —anunció, su voz resonando con entusiasmo mientras observaba a los presentes—. No mostraré nada triste esta vez.
Un par de murmullos se alzaron entre los espectadores, algunos aliviados, otros escépticos.
—Así que sé que están agradecidos, pero no me amen tanto —añadió, su sonrisa ampliándose con un evidente toque de ego.
La sala quedó en silencio por un instante. Luego, Kiba, cruzado de brazos, levantó una ceja y comentó sin tacto:
—¿Y quién te dijo que te amábamos?
El comentario desató una pequeña ola de risas contenidas, especialmente entre los más jóvenes.—Bueno, eso no se pregunta, Kiba —respondió el ente con aire dramático, llevándose una mano al pecho como si hubiera recibido una ofensa personal—. Es obvio que soy irresistible.
Shikamaru suspiró pesadamente desde su asiento, apoyando la barbilla en una mano.
—Ya empezamos con el narcisismo... esto será largo.—¡Oye! —protestó el ente, señalándolo con un dedo mientras flotaba más cerca de él—. No me culpes por ser tan perfecto.
Mientras tanto, Kushina entrecerró los ojos, mirándolo con algo de desdén.
—Si estás tan lleno de ego, ¿no se te hace difícil flotar con todo ese peso?
Las carcajadas llenaron la sala ante el ingenioso comentario, y el ente se detuvo en seco, mirándola con una expresión fingidamente herida.—¡Eso fue cruel, Kushina! Muy cruel. Pero te lo perdono, porque me caes bien.
—¿Podemos empezar ya? —interrumpió Tsunade con impaciencia, levantando una ceja mientras miraba al ente—. O vamos a tener que aguantar otra hora de tu monólogo.
El ente suspiró teatralmente, girando dramáticamente en el aire antes de volver a flotar hacia el centro de la sala.
—De acuerdo, de acuerdo. Pero no olviden que lo hago todo por ustedes. Ahora, prepárense para disfrutar de algo realmente único.Los presentes rodaron los ojos casi al unísono, pero no pudieron evitar sonreír ante la teatralidad del ente mientras la pantalla comenzaba a encenderse.
El burdel estaba lleno de vida esa noche, con risas, música y el tintineo de copas chocando. Las lámparas de papel proyectaban luces suaves que se mezclaban con las sombras de las sedas colgadas en las paredes, creando un ambiente íntimo y vibrante. La pequeña tarima en el centro de la habitación estaba decorada con flores frescas, listones de colores y cojines bordados, un escenario digno de la presentación que estaba a punto de comenzar.
Naruto, sentado entre las mujeres en la parte trasera del grupo, ajustaba el largo pañuelo marfil que formaba parte de su atuendo. Su pantalón blanco de tela ligera se movía con cada uno de sus gestos, y la camiseta ajustada marcaba su delgado pero musculoso torso. Las joyas en sus muñecas y tobillos emitían ligeros destellos con cada movimiento, y el suave tintineo de las cadenas doradas alrededor de su cintura se mezclaba con el murmullo del público.
—Vamos, Naruto, no te pongas nervioso —dijo una de las mujeres con una sonrisa mientras ajustaba los últimos detalles de su propio atuendo.
—¿Nervioso? ¿Yo? ¡Nunca! —respondió él, riendo, aunque un ligero rubor cubría sus mejillas.
La música comenzó con las profundas notas de un shamisen, y el grupo de mujeres se levantó con elegancia, avanzando hacia el centro del escenario. Naruto las siguió, su postura relajada pero respetuosa, dejando que las mujeres lideraran el espectáculo.
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Reaccionando a la Verdad (NARUTO)
FanfictionLos personajes de Naruto reaccionan a el protagonista enterándose de todos sus secretos.