𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟏 - 𝐄𝐥 𝐋𝐚𝐠𝐨

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Entre unos metros de separación, voy persiguiendo en mi auto a Kiara mientras ella va en el suyo para ir a cazar en el bosque.

Aunque ella no lo sepa, quisiera cuidarla a lo lejos y poder admirarla con tanto anhelo que se merece.

El atardecer aparece y observo a mi amada ir a aquel lago para nadar para sacar la sangre que lleva encima por matar recientemente otro oso. Solo recuesto la espalda en el árbol tranquilamente hasta que ella empieza a venir para secarse en el borde del lago.

-Te ves diferente cuando no estás protegiéndote -Ella me voltea a ver sorprendida, a lo que río levemente.

-¿Y cómo me veo? -Terminó de acercarse a mí hasta estar a escasos centímetros.

-Como alguien que no sabe cuán increíble es -Susurro a su lado -Te adoro... -Me alejo un poco después de susurrarle en su oído -Eres alguien especial para mí.

-¿Ah sí? -Soltaba pequeñas risas mientras sus brazos rodeaban mi cuello, por lo que aproveché de tomar su pequeña cintura -¿Qué haces aquí? -Rozaba sus labios queriendo besarme, pero no lo hacía aún, subiendo la tensión.

-Siguiendote -Admito con toda certeza -Prefiero cuidarte a la distancia a veces para que cazes tranquila -Ambos nos mirabamos con un brillo en nuestro verdes ojos.

-¿Crees que no puedo protegerme? -Acariciaba mi cabello suavemente.

-Al contrario -Fruncí mi ceño para después sonreír -Confío en que nunca saldrás herida, pero nunca está demás protegerte en caso de emergencia.

-¿Si? -Sonreía tan enamorada cuando se encontraba conmigo.

Acorté mi distancia hacia la de ella, presionando mis labios contra los de Kiara, levanté sus piernas que se entrelazaban por mi torso sin despegar de aquel apasionado beso, me dí vuelta para apoyarla en el árbol. Seguí bajando mis besos hasta su delicado cuello, no podía resistirme a aquella belleza que tenía en frente, su suave piel sabía dulce por aquel lago que se había bañado recientemente.

Me volvía loco por ella, no podía dejar de besarla, entonces en un momento, Kiara sujetó mi rostro levantándolo para que yo la viera a los ojos.

-Te amo -Sus manos seguían tocando mis mejillas, a lo que besé una de ellas mientras la miraba fijamente.

-Yo también te amo y siempre lo haré -Sus ojos me transmitían una sensación de tranquilidad.

La bajé hasta que sus pies tocaran el suelo para después caminar a buscar sus cosas y dejarlas en el auto.

-Quisiera saber un poco más de tí -Colocabamos las últimas cosas, a lo que aprovechó de tocar una de mis manos -No sé de tu pasado ni mucho quien eres realmente -Se acercaba a mí y yo solo la rodeaba con mis brazos -Me gustaría conocerte mejor, poder entender que hay en esa cabecita -Me señalaba con sus ojos -Quizás termine enamorándome más.

-He hecho muchas cosas en el pasado que no me enorgullezco -Bajé la mirada por un segundo, pero luego volví a mirarla -Algún día te contaré todo sobre mí -Sacaba un mechón de su cabello, dejándolo atrás de su oreja -Estaré detrás de tí en mi auto.

-Bien -Sus pies se colocaron de puntitas para poder alcanzar a darme un beso en mis labios -Nos vemos en casa.

-Adiós, amor -Volvíamos a nuestro autos, dispuestos a conducir y fingir una mentira en aquella mansión que llamamos "hogar".

Antes de llegar a la casa, fuí a comprar unas cosas en una gasolinera para tener como excusa de mi salida de la casa, asique al llegar, lo primero que ví, fue a Thalia recibirme con un beso, al cual recibí, entonces de reojo solo ví a Kiara subir las escaleras sin antes verme un poco molesta por lo que alcancé a percibir por ese beso que me acabo de dar con su madre.

Lo siento, amor, pero debo fingir por nuestro bien, aunque no me guste.

-¿Trajiste los...? -Thalia me hablaba, pero mi mente y alma estaban en otro lado.

-Si... si... -Dije finalmente a pesar de no haberla escuchado bien -Iré a dejar esto -Señalaba la bolsa que traía en la mano.

Cuando cayó la noche, la cena estaba en silencio, salvo a algunas veces cuando Thalia hablaba un poco sobre la empresa que está gestionando. Solo puedo pensar en la tristeza de mi chica, se encuentra en frente mío, revolviendo de vez en cuando la comida, sin mirarme en ningun ocasión.

-¿O no lo crees, Nicholas? -Su pregunta me sacó de mis pensamientos.

-¿Ah? -Miré a Thalia un poco sorprendido.

-¿Que sí piensas igual que estaría bien que viajara por un tiempo para hablar con los inversionistas y que tú te quedes a cargo de la casa? -Fruncí mi ceño cuando la escuchaba, pero mi sonrisa era espectacular cuando me dió a entender que estaría a solas con Kiara.

-Encuentro bien, Thalia -Tomaba un sorbo de la copa con vino -Es muy importante que vayas a hablar con ellos sobre ese asunto, tú no te preocupes, que puedo tener todo bajo control -Asentía con mi cabeza.

-Gracias, querido -Ella tocó mi mano sobre la mesa e inmediatamente sentí la mirada de Kiara sobre mí -Sabía que podría contar contigo -Miré de reojo a Kiara, pero ella ya solo observó su platillo.

-Gracias por confiar en mí -Le decía con una gran sonrisa.

-Quizás vuelva dentro de dos o tres semanas apróximadamente -Se echaba un bocado -Suele tardar todo esto de las firmas y el procedimiento legal, asique te quedas a cargo cuando me vaya en un día más.

Al terminar de cenar y que todos se fueran a sus habitaciones, sigilosamente entré a la pieza de mi amada que estaba leyendo un libro sobre la cama.

-¿Qué haces aquí? -Dijo sin despegar la vista de las páginas -¿No vas a estar con mi madre ahora?

-¿Estás celosa? -Sonreí un poco, por lo que me acerqué lentamente a ella.

-No, ¿por qué lo estaría? -Moví el libro a un lado y la voltee en la cama, para yo quedar encima suyo.

-Sabes que a la que amo es a tí -Se le escapó una leve sonrisa al oír eso -No estés triste, mi vida -Acaricié su mejilla -A la única que tendré mis ojos, será en tí -Me acerqué para besarla dulcemente, sin tensión aparente, sino en un tierno beso.

-Lo siento, sé que no debería sentir celos, porque tú estás en una relación de pareja con mi madre y yo sólo...

-No, no, cariños -La interrumpí inmediatamente al verla dudar de esa forma -Tú no estás estorbando en la "relación" que tengo con tu madre, yo solo te amo a tí y a nadie más, sé de que pueda dolerte el que esté con Thalia, pero tiene que ser así por este tiempo antes de poder estar juntos.

-Entiendo -Se tranquilizó y solo me miraba fijamente -Te quiero.

-Y yo a ti -Le dí un casto beso para luego irme a mi habitación.

Me PertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora