Das Casino ist gefallen

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Este es un extra que quizás ya sepan de que trata, quería que resultara muy satisfactorio para ustedes debido al odio que sienten por Dante.

Lamento tardarme mucho con los extras pero aquí ya está uno de ellos, y espero lo disfruten.

Aunque es un extra de venganza, quise agregarle un poco del humor que me caracteriza ;)

El siguiente extra es la escena subida de tono con la pintura 😏

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Astrid se sentó junto a Selena en la oscuridad de la noche, sus ojos brillaban con una determinación fría.

-¿Estás segura de que quieres hacer todo eso? -preguntó Selena, su voz baja y suave.

Astrid se rió, una risa seca y cruel.

-¿Segura? Selena, mis padres me criaron con crueldad para ser una asesina. Me enseñaron a matar, a manipular, a destruir. No me va a pesar la conciencia y mucho menos con alguien que se lo merece.

Astrid se volvió hacia Selena, sus ojos ardían con una furia contenida.

-Él te disparó tres veces, Selena. Te dejó por muerta. Y yo... yo lo odié por eso. Lo odié por hacerte daño. Por hacernos daño a ambas.

Selena tomó la mano de Astrid, su mirada era suave y compasiva.

-Lo sé, Astrid. Lo sé. Pero debemos hacer esto juntas -insistió Selena.

-No, no quiero que tus manos se manchen con la sangre de ese infeliz -negó Astrid-. Además, no creo que puedas ver esa versión de mí.

-Pero él tiene que pagar -continuó Selena.

-Oh, lo hará. Lo hará -respondió Astrid-. Y cuando lo haga, será un espectáculo que nunca olvidaré. Pero tú no harás daño a tu conciencia, porque sé que a ti eso sí te afectaría.

Selena apretó la mano de Astrid, su mirada se volvió intensa.

-Astrid, por favor, déjame hacer solo una cosa -pidió Selena-. Solo necesito hacer algo con él para que mi alma esté satisfecha.

Astrid la miró fijamente mientras Selena le decía aquella cosa mínima que quería hacer, cosa que no sería demasiado peso a su conciencia, luego asintió con la cabeza.

-De acuerdo, Selena. Tú serás la que le cause ese dolor. Pero después, te vas. No quiero que veas lo que voy a hacer.

El deseo de venganza de Astrid era demasiado, infinitamente más que el de Selena. Por ello no quería que Selena presenciara lo que iba a hacer, la sola presencia de Selena la haría dudar de actuar de una forma tan cruel y fría.

Ni Lorena estaría presente en esa venganza, ella no tenía el corazón para estas cosas. Sin embargo, Mei y Adriana eran completamente diferentes.

Pero, antes debían salir de una situación con Adriana, y es que hacer que esta mujer con carácter se enfrentara a su mayor miedo era una completa odisea.

-Adriana, por favor -dijo Lorena con paciencia-... no es la primera vez.

-No es necesario -respondió Adriana-, no lo necesito.

Lorena entrecerró los ojos, perdiendo de a poco la paciencia. No podía creer que su esposa aún se mostrara tan reacia a las inyecciones.

Lorena frunció el ceño, exasperada.

-Adriana, por favor, es solo una inyección de refuerzo contra el tétanos. No quieres arriesgarte a contraer una infección grave por una simple vacilación.

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