Even When The Night Changes | J.S

Capitulo 18: Little Alisson

Joe 

Llevaba días dándole vueltas al asunto de si debía o no ir a buscar a Als con la excusa de filmar la colaboración de una vez por todas. Y esta era la oportunidad perfecta, Caspar se había ido por unas semanas a Sudáfrica, así que me arme de valor y la llamé.

-¿Hola? ¿Estás bien Joe?- dijo evidentemente extrañada.

-Hola Als, me preguntaba si te gustaría venir un rato por aquí.- Ella balbuceo algo que no entendí del todo –Ya sabes para filmar la colaboración.- Eso no sonaba del todo convincente. – Y además, Oli White vendrá a quedarse conmigo unos días, necesito tu ayuda para jugarle una broma ya que Caspar no está aquí.- Añadí

Ella rió un poco, supongo que esa era buena señal. -Suena divertido lo de la broma a Oli.- Vaya no esperaba que reaccionara tan bien. -¿De cuánto tiempo disponemos?-

-Llega esta noche, podemos ir a comprar las cosas esta tarde y le jugaremos la broma mientras duerme, puedes quedarte en la habitación de Caspar.-

-Está bien, te veo más tarde en tu apartamento.- Parecía que estaba feliz, bien quizá estoy viendo esto de una perspectiva equivocada.

(...)

Ella llego para la hora del almuerzo, llevaba su sudadera de la NYU y unos sweatpants metidos en unas botas UGG, no tenía la menor duda de que me gustaba más esta Als que la Als engreída que había llegado de Nueva York hace unas semanas.

Pedimos una pizza y nos sentamos un rato a mirar la televisión, necesitaríamos ir a Tesco después.

No tenía ni idea de por qué había accedido a venir y quedarse en mi casa, ni porque estaba siendo tan amigable después de meses de actuar fría conmigo. Quería preguntarle, pero tenía miedo de arruinarlo todo así que me limite a pensar en la broma.

-Es momento de poner nuestro plan en marcha.- dije en cuanto terminamos de comer.-

-Lo que digas capitán.- dijo ella riendo.

(...)

Hacia demasiado frio afuera y comencé a pensar que quizá esto no era tan buena idea.

-¿Y qué es exactamente lo que haremos?- pregunto cuando entramos a la tienda.

-No es la broma más brillante del mundo... pero necesitamos conseguir muchos despertadores, los sincronizaremos todos al mismo tiempo y los esconderemos en la sala, Oli enloquecerá tratado de pagarlos.- Ella rió, me estaba confundiendo su actitud, lo digo enserio.

Encontramos unos 20 relojes bastante baratos así que decidí llevarlos todos, no tenía ganas de ir a otro supermercado, no tenía la menor idea de que haría con ellos después, creo quizá los regalaría para navidad.

Regresamos a casa justo a tiempo antes de que Oli llegara, y prácticamente fue la misma rutina otra vez, pedir pizza y mirar televisión hasta que Oli cayó rendido en el sofá.

-Es hora de preparar esta broma.- susurré.

-¿Qué hacemos si despierta?- dijo ella conteniendo la risa.

-Duerme como roca, jamás lo notara.-

Conversamos bastante mientras preparábamos todo, la verdad era agradable poder hablar con ella como en los viejos tiempos, pero todo había cambiado con nosotros. Por mucho que me cueste admitirlo, aquella chica que tenía en frente no era la misma que dejo Inglaterra el verano pasado.

De repente, ella poso sus labios sobre los míos, extrañamente no sentí esa fuerza de atracción hacia ella como la última vez, sino que me obligue a separarme de ella, sabía que habíamos arruinado todo y que ella se iría por la mañana.