Capítulo 13:

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Abrí mis ojos, miré a un lado y ahí estaba Kai. Me levanté de golpe. Mi madre... Robert, tenía que ir a verlos. Me comencé a quitar los cables que tenía puestos en todo mi cuerpo, Kai abrió los ojos de golpe.

-¿Dezz? ¿Pero qué crees que haces? Debes quedarte aquí.
-No Kai, no puedo permitirme estar aquí sin siquiera saber cómo está mi madre y su novio, si algo malo les pasara no sé que haría.
-Dezz, tranquila, están bien, la enfermera que te está cuidando me dijo que ambos estaban bien, solo tuvieron unos cuantos golpes y Robert sólo se esguinzó una mano... Al parecer el choque no fue tan grave después de todo.

Suspiré de alivio, mi madre y su novio estaban bien.
¿Kai? -lo miré-.
¿Qué pasa mi pequeña Dezz?
-Ya quiero regresar a casa, este hospital me pone mal...
-Ya no tardan en darte de alta Dezz, un par de días más y serás libre- acto seguido me tomo con sus dos manos la cara y me besó lentamente-

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Cinco días después pude salir del hospital, mi mamá y Robert ya estaba un poco mejor, aún así no tenían coche en que llevarme, entonces Kai me llevó en su moto.
Llegamos a mi casa, lo invité a pasar, pero como siempre el se rehusó.

-¿Por qué lo haces?- pregunté tristemente-.
-¿Hacer qué Dezz?- respondió confundido ante mi pregunta-.
-Alejarte de mí, no querer estar conmigo.
-Pero estuve todo el tiempo contigo en el hospital
-Eso lo sé, y te lo agradezco, pero hablo de querer estar conmigo en mi casa, en mi cuarto...hablando.

Kai se pasó una mano por su cabeza, cuando la bajó se le quedó un "gallo" enorme en la parte frontal de su cabeza, me aguanté la risa. Me tomó de las manos y se inclinó para besarme, lo dejé.

-Sé que tu mamá probablemente no estaría cómoda con que yo estuviera a solas contigo en tú cuarto.
-Oh vamos Kai, sabes que no somos tan tontos como para hacer eso -dije burlonamente- por favor -puse cara de perrito triste-.
-Ah -suspiró- está bien, me quedaré contigo -sonrió al igual que él y yo entramos a mi casa-.

Al entrar en la cocina vi a mi mamá y Robert besándose, hice un sonido para reflejar mi desagrado, intencionalmente porque no hay nada en lo más mínimo que me desagrade sobre el tema de besarse, mi madre me miró apenada y enojada a la vez.

-¡Annette! - se recogió un mechón que cubría su nariz y lo puso atrás de su oreja-.
-Que no me digas Annette madre -dije en tono de reproche-.
-Ah -suspiró- ya solo sube a tu cuarto, hola Kai
-Buenas tardes señora Lewis, Robert -hizo una reverencia y yo le pegué en el hombro amablemente, el solo se rió-.

Subimos a mi cuarto riéndonos de su falsa educación, el me cargó cuando estábamos a punto de entrar a mi cuarto, cerro la puerta al entrar y me puso en mi cama.

-Sabes que yo podría haber llegado sola a mi cama ¿verdad Kai?
-Lo sé perfectamente bien Dezz, pero aún así, tenía ganas de cargarte -sonrió y se acostó junto a mí-.

Giré para verlo directamente a los ojos, esos malditos ojos azules que tanto me gustaban, el estaba sonriéndome, como siempre. Posé mi mano sobre su mejilla y comencé a acariciarla, el se acercó poco a poco hacia mi, al final terminamos besándonos como siempre. Me quedé profundamente dormida en sus brazos, al parecer el también porque de repente me despertaban sus ronquidos.
Comenzó a hacerse tarde, así que lo desperté.

-Kai, ya tienes que irte
-¿Qué hora es Dezz? -dijo mientras se tallaba los ojos para despertarse-.
-Las 7:30

Al escuchar mi respuesta abrió mucho los ojos y se sentó en la cama tomando sus tenis Converse negros, se los puso y se paró.

-Te acompaño a la puerta...
-Gracias por despertarme -me dió un beso en la frente- es lo bueno de que tu novia sepa tu hora de llegada -me sonrió y me abrazó-.
-Vamos Kai, tu hora de llegada es a las 10
-No importa Dezz, tengo que hacer la cena y...
-No te preocupes, tu sólo ve -le dije dandole un beso en la mejilla y acompañándolo a la puerta- Gracias por quedarte.
-No hay de que mi pequeña Dezz -sonrió y me dio un corto beso de piquito-

Vi como se alejaba de la cochera de mi casa, se subía en su moto y tomaba rumbo hacia su casa, cerré la puerta y me giré, al girar me encontré a mi mamá y Robert en la sala mirándome.
-¡¿Q-qué?! -pregunté nerviosa-.
-Nada, nada -dijo mi madre- solo que me gusta verte feliz.

Asentí y subí rápidamente las escaleras, llegué a mi cuarto y cerré la puerta, me acosté en mi cama y comencé a quedarme dormida, este día había sido perfecto.

Sácame de la oscuridad(RE SUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora