Capitulo Dieceseis.

102 14 22
                                    

Hay momentos en la vida donde te sientes pleno. Libre. Después de muchas cosas malas, problemas, tristezas, lágrimas, angustia, después de pensar 《Ya no puedo más》 siempre, siempre, siempre, vendrán cosas mejores. Eso significa que eres fuerte, valiente y debes caminar con la frente en alto.

Law solía envidiar a las personas que vivían extremadamente tranquilas. Cómo si nada pusiese perturbarlos ni golpearlos. Hasta que conoció al amor de su vida; Luffy.
El moreno siempre mantenía una sonrisa tranquila, y era extraño, porque luego de conocerlo, y saber que su vida no fue un cuento para niños, él seguía manteniendo la calma, siendo tan... él. Eso lo complacía, le agradaba saber lo fuerte que era su pequeño niño.

El tiempo pasaba volando, se había vuelto una persona tranquila, sin tanto peso en sus hombros, eso era gracias al artista que quería llevar a vivir con él.

Había casi un año, su aniversario se acercaba, un año lleno de conversación incómodas, cambios, discusiones, celos, y mucho amor... pero aun no se atrevía a tocar a Luffy.

No porque no quisiera, claro, era más decision del moreno, entre sonrojos le había confesado que aún no... lo había hecho. Casi se va de espaldas, ¿tanto tiempo con Zoro y no había pasado? Luffy le dijo directamente que siempre se negó, podía no parecerlo, pero era un romántico y quería que su primera vez fuese especial, Law estuvo enternecido hasta casi llorar.

Lo amaba.

No hacia falta tocarlo para saber cuanto lo amaba y lo mucho que quería permanecer a su lado, aunque tuviera que arreglar sus... problemas encerrado en el baño luego, o recordar cómo una tortura a un Luffy vulnerable y de rodillas..

¡Concentrate, Law!

No es momento para recordar esas cosas, negó, siendo observando por su compañero de turno, el señor mayor con cara de haber sido una cabrá en su vida pasada sonrió.

-Estas enamorado, ¿cierto, muchacho?

Miro al hombre mayor, quien le sonreía casi dulce, se rasco la nuca con algo de incomodidad, no era demasiado bueno hablando de él.

-Al parecer así es.. -Escucho la carcajada divertida del canoso, mientras acomodaba los bisturís, ya estaba en sus prácticas, faltaba tan poco.

-Hay que cuidarse de los amores, ¿sabias muchacho? Hoy en día los jóvenes solo buscan con quien dormir y luego se olvidan de esas personas. -Lo miro de reojo, dándole la razón de forma silenciosa, pues tenía ejemplos bastante crudos de ese hecho, se llamaba Kid. -Hay que amar. Sin miedo a un corazón roto, el amor es lo mejor que puede pasarle a alguien... y también lo peor. Pero vivir con miedo a lo desconocido es absurdo.

Alzó la mirada, repasando esas palabras en su mente, pensó fríamente que la experiencia de ese hombre le estaba dando un consejo, y se permitió sonreír bajo la mascarilla.

Vivir sin miedo a la vida.

Sentir.

Le gustaba cómo sonaba eso.

Le gustaba cómo sonaba eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El capitán de corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora