Only Exception.

Capítulo 22- Stone.

Narra Emma

Me tranquilizó la sensación de paz que sentí en ese momento, no me importaba más que la vista ante mis ojos y los recuerdos de la noche anterior, Harry me había ayudado a ver la poca culpabilidad que tenía por el error de Logan.

-¿Emma? Ya hice el desayuno -dijo Harry llamando a la puerta.

-Ya salgo -le respondí.  

Estaba preocupada por la actitud de Harry, él cambia muy rápido de ánimo y conmigo se le hace aún más fácil. La noche anterior, se había comportado muy bien, pasamos el resto de la noche bebiendo una botella de vino, cuando hizo efecto en nosotros, Harry no dejaba de reír por cualquier cosa, y cada que reía sus encantadores hoyuelos se hacían presentes. Pasada la medianoche, me indicó una habitación en la que podía dormir, tenía una asombrosa vista al bosque, y con esa hermosa vista me dormí.

-Buenos días -dije entrando al comedor, él se giro rápidamente.

-Hola ¿cómo dormiste? -pregunto mirándome atento.

-Muy bien, gracias -mire el gran reloj de péndulo que estaba en la pared -y el paisaje es tan relajante.

-Desde niño también me ha gustado mucho este lugar, me olvidaba de todo, pero en un momento esto pasó más a ser un infierno... -estaba sumido en sus pensamientos, con una expresión de tristeza, y un poco de culpabilidad en su cara.

Pienso que el recuerdo que tiene es la razón de que él sea un chico tan misterioso, siempre he pensado que hay una explicación para su comportamiento, las pocas veces que he conseguido verlo vulnerable tiene un destello de remordimiento en sus ojos, cuánto me gustaría ayudarlo.

-Está muy rico -dije tratando de cambiar el tema.

-Que bien que te gustó -me sonrió -cuando terminemos te quiero llevar a un lugar.

Cuando terminamos de arreglar, me llevó hasta un establo que estaba un poco lejos, la verdad no pensé que esto fuera tan grande.

-¡Que caballo tan lindo! -me acerque a  un caballo blanco- ¿Me querías traer aquí?

-En realidad no, esto solo es una parada -me cogió de la mano y me llevó hasta otro caballo- él es Stone, es mío, y es el que vamos a montar hoy.

-¿Sabes montar? -pregunté. Claro que sabe montar, pensé, otra cualidad para la larga lista que ya tengo.

-Si, es fácil. Puedo enseñarte... -y como todas las veces desde la noche anterior cuando era bueno conmigo notaba un poco de timidez y vergüenza en él.

-¡Eso sería increíble! -dije algo más que emocionada. Una pequeña risa salió de él. -Espera... ¿tienes cascos, rodilleras, coderas y eso?

Harry soltó una carcajada -¿En serio Emma? ¿Cascos? Vamos a cabalgar no a hacer motocross.-

-Pero hay que usar protección.

-En eso estoy de acuerdo. -dijo con picardía y al comprender sentí como toda mi cara se tornó carmesí.

-En serio, Harry. -dije medio agachando la cabeza, y él solo rió.

-Tranquila, no te va a pasar nada.

-¿Seguro?

-Si... Confía en mi. -no sé por qué ahora hablábamos bajo. Su mirada se conectó con la mía y sentí que en esas palabras había más que confiar en él para cabalgar.

-Esta bien... -Harry entró al establo de Stone y mientras le ponía la silla, le susurraba cosas que no podía escuchar.

-Ven, te ayudo a subir -me dijo cuando había terminado de ensillar el caballo. Tomó mi cintura delicadamente y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. -Toma esa parte de la silla e impulsate un poco -me indicó y me levanto del suelo con mucho cuidado. -Listo, ya esta. -ató la cuerda a una estaca mientras él subía ágilmente a Stone.