.⁠｡⁠*⁠♡｡Cuando Mueres Llegas A La Felicidad ✧⁠*｡⁠*⁠♡

XIII

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La noche siguiente, las cinco chicas se reunieron en un tejado abandonado en el barrio de Shinjuku. Takemichi y Bloody las esperaban allí, observando la ciudad desde las alturas, como si todo estuviera perfectamente planeado.

Takemichi: Bien, chicas. Hoy es el día. Recuerden, su misión es acercarse a sus objetivos y recopilar información. No quiero que corran ningún riesgo. -el ojiazul les dio una última advertencia, sus ojos brillando con determinación.

Naenia: Entendido, jefe. Estamos listas. -la peliblanca respondió con firmeza, ya preparada para lo que iba a suceder.

Lilith: ¡Vamos a hacerlo! -la peli castaña gritó con entusiasmo, lista para enfrentarse a cualquier desafío.

Danika: ¡No hay problema! -la peliverde asintió, mostrando confianza en sus habilidades.

Amaris: ¡Estoy lista! -la peli morada dijo, un brillo de emoción en sus ojos mientras observaba las calles iluminadas.

Kalma: ¡Vamos! -la pelinegra sonrió de manera tranquila pero decidida, lista para poner en marcha la misión.

Las chicas se dispersaron en diferentes direcciones, cada una con su objetivo en mente. Takemichi y Bloody las observaron desde la distancia, vigilando cuidadosamente por si algo salía mal. Mientras tanto, las chicas se acercaban a sus respectivos objetivos, pero Takemichi y Bloody no dejaban de seguirlos de cerca.

Takemichi: Todo está bajo control, Bloody. -el ojiazul murmuró, su mirada fija en la distancia. Sabía que las chicas estaban preparadas, pero algo en su interior le decía que la situación podría volverse más peligrosa de lo que esperaba.

Bloody: Lo sé. Aunque... no estaría mal si el caos se desatara un poco. -el pintor respondió con una ligera sonrisa, disfrutando de la idea de que las cosas pudieran volverse interesantes.

Takemichi no respondió, simplemente observó el horizonte con su mirada penetrante, confiando en sus seguidoras pero preparado para cualquier cosa.

Mientras tanto, en un club nocturno de la ciudad, Rindou se reía con sus amigos, sin saber que Naenia y Lilith estaban cerca, observándolo desde un rincón oscuro del lugar. Ellas no se acercaron demasiado; su tarea era obtener información, no enfrentarse aún.

Naenia: Ahí está. Rindou Haitani... -la peliblanca murmuró mientras observaba al chico. Vamos a acercarnos con cautela. -dijo en voz baja, señalando a Lilith para que la siguiera.

Lilith: Ya veo... -Lilith observó también al objetivo, calculando los riesgos. Tendremos que esperar el momento adecuado.

En otro lugar, Izana caminaba por la calle, con paso lento y tranquilo, ajeno a que Danika y Amaris lo seguían de cerca. La peliverde y la peli morada se mantenían a una distancia prudente, cuidando cada uno de sus movimientos para no ser detectadas.

Danika: Está cerca... -susurró mientras observaba a Izana con una mezcla de cautela y curiosidad. No podemos perderlo de vista.

Amaris: Estoy de acuerdo. Mantengámonos sigilosas, lo estamos logrando. -Amaris sonrió para sí misma, pero sus ojos seguían fijamente a Izana, buscando cualquier indicio de algo que pudiera ser útil.

Y en un edificio de oficinas, Chifuyu trabajaba en su escritorio, absorto en los papeles que tenía delante. Lo que no sabía era que Kalma lo vigilaba desde las sombras, en lo alto de una edificación cercana, aguardando el momento oportuno.

Kalma: Ahí está... -la pelinegra observó desde su escondite, el rostro serio. No puedo subestimarlo, incluso si parece el tipo más torpe del mundo. -su mirada se endureció mientras calculaba el mejor ángulo para acercarse.

Takemichi y Bloody observaban todo desde su posición elevada, manteniendo el control sobre las chicas y sus objetivos. Takemichi se mantuvo en silencio, mientras Bloody lo miraba con una ligera sonrisa.

Takemichi: ¿Qué opinas, Bloody? -el ojiazul preguntó, con una calma inquietante en su voz.

Bloody: Todo parece ir bien... -el pintor respondió con una mirada tranquila. Pero me pregunto qué sucederá si alguna de ellas se encuentra con más de lo que esperaba. -su sonrisa se expandió ligeramente, disfrutando de la idea.

Takemichi: Lo sabremos pronto... -el ojiazul dijo mientras sus ojos se iluminaban con anticipación. El caos está a punto de comenzar, y no se detendrá.

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