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Capítulo 15: Las sombras entrelazadas

La noche avanzaba sin contratiempos. Takemichi y Bloody se mantenían en su puesto de observación, como dos sombras más de la oscuridad. Las chicas seguían en sus respectivas misiones, y el ritmo de la noche parecía estar bajo control. Sin embargo, había algo en el aire, una tensión que Takemichi no podía ignorar, y que parecía emanar de su compañero más cercano.

Takemichi: ¿Todo bien, Bloody? -preguntó el ojiazul, mirando al pintor desde su posición. Algo en la mirada de Bloody le resultaba diferente esa noche.

Bloody: Oh, todo perfecto, Takemichi. -respondió Bloody con una sonrisa ligera, pero sus ojos brillaban con algo que Takemichi no podía identificar de inmediato. Solo me siento... un poco más animado hoy.

Takemichi: ¿Animado? -Takemichi frunció el ceño, un poco confundido. No era común que Bloody se mostrara tan... abierto. ¿A qué te refieres?

Bloody: Oh, no te preocupes por eso. -el pintor sonrió, pero algo en su tono dejó claro que había algo más en sus palabras. Es solo que... me he estado sintiendo muy cómodo últimamente. Quizá es por tenerte cerca todo el tiempo.

Takemichi se quedó en silencio por un momento, observando a Bloody con atención. Algo en la forma en que lo dijo le dejó una extraña sensación, como si las palabras tuvieran un significado oculto. Pero antes de que pudiera preguntar más, algo lo distrajo.

En el fondo, la figura de Lázari se asomó en el borde del tejado, como una sombra que observaba la situación. Ella había estado escuchando, y al percatarse de la conversación, no pudo evitar intervenir.

Lázari: Hmm... siento que Bloody está avanzando con Michi. -dijo Lázari con una expresión que mostraba una mezcla de diversión y curiosidad, mientras veía cómo Takemichi y Bloody se miraban en silencio.

Takemichi: ¿Qué? -Takemichi se giró hacia Lázari, completamente confundido. ¿De qué hablas?

Lázari: Oh, nada... solo algo que noté. -Lázari sonrió con picardía, pero no insistió más. Siguan ustedes dos con lo suyo.

Takemichi, sin saber cómo responder, se giró de nuevo hacia Bloody. Había una ligera incomodidad en su pecho, aunque no quería admitirla. Su mente seguía jugando con la idea de lo que Lázari había insinuado, pero prefería no profundizar en ello.

Sin embargo, Bloody no parecía tan indiferente como Takemichi.

Bloody: Te conozco demasiado bien, Takemichi. Sabes que puedo leer lo que piensas solo con verte. -dijo Bloody, con una ligera sonrisa, su tono relajado pero con algo más profundo. A veces creo que... sabes exactamente lo que quiero, pero no te atreves a verlo.

Takemichi sintió como si el aire se hubiera vuelto más denso de repente. Sus palabras, aunque aparentemente casuales, estaban cargadas de algo que él no podía identificar con certeza. ¿Acaso... Bloody estaba jugando con él?

Takemichi: No sé de qué hablas, Bloody. -respondió con una risita nerviosa, intentando alejarse de la incomodidad que sentía. Lo único que sé es que tenemos que seguir con las misiones. Nada más.

Bloody lo observó por un momento, su mirada profunda y analítica. Parecía disfrutar de la confusión de Takemichi, y aunque no decía nada, sus ojos lo decían todo.

Bloody: Tú sabes que las cosas nunca son tan simples, Takemichi. -el pintor se acercó un poco más al ojiazul, su rostro cada vez más cerca del de él. A veces las sombras se entrelazan de maneras que no podemos controlar... o prever.

Takemichi sintió como una extraña electricidad recorría su cuerpo, y por un segundo, su respiración se aceleró sin querer. ¿Qué estaba pasando entre ellos? ¿Por qué esa tensión en el aire?

Antes de que pudiera responder o siquiera procesar sus pensamientos, Lázari rompió el momento, interrumpiendo con una risa suave desde el fondo del tejado.

Lázari: Parece que algo está cocinándose aquí, ¿eh? -dijo, sin perder su tono juguetón. Solo asegúrate de que no se me escape el pastel, Bloody.

Takemichi: ¿Qué diablos... Lázari? -Takemichi la miró con una mezcla de incomodidad y confusión, pero Lázari solo levantó las manos en señal de inocencia.

Lázari: Solo bromeaba, Michi. Pero te diré algo... -su expresión se suavizó por un momento. Si Bloody empieza a actuar como si fueras suyo, solo recuerda que no siempre es fácil de manejar.

La tensión seguía siendo palpable, pero Takemichi no sabía cómo lidiar con ella. ¿Estaba Bloody realmente... interesado en él? O tal vez era solo una de sus bromas oscuras. No sabía qué pensar.

Takemichi: Vayamos a lo nuestro. Después hablamos. -respondió, sin poder ocultar su nerviosismo, y comenzó a caminar hacia el borde del tejado.

Bloody: Como desees, Takemichi. -dijo Bloody con una sonrisa enigmática, observando cómo se alejaba.

Pero mientras Takemichi se alejaba, Bloody no pudo evitar mirarlo con una mezcla de satisfacción y deseo. Sabía que la semilla ya estaba plantada, y no podía esperar a ver cómo se desarrollaba todo.

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