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XX

Capítulo 20: La Redención del Pasado

La noche estaba en su punto más oscuro cuando todos los chicos se reunieron nuevamente frente a la tumba de Takemichi Hanagaki. Esta vez, no habían sido guiados por culpa ni remordimientos; algo más los había traído hasta allí: la aceptación de que sus actos no podían ser borrados.

Manjiro: Lo sabíamos desde el principio, ¿no? Siempre fue nuestra culpa...

Draken: No solo lo matamos, lo traicionamos. Y todo lo que nos ha pasado desde entonces lo merecemos.

Izana: No hay lugar para nosotros en una vida donde hicimos tanto daño. Quizás esto es lo justo.

El viento sopló fuerte, y de entre las sombras aparecieron Takemichi y Bloody. Las seguidoras de Takemichi, escondidas en los alrededores, los observaban en silencio, listas para intervenir si algo salía mal.

Takemichi: Así que finalmente aceptan lo que han hecho. —Sus ojos azules brillaban con intensidad, reflejando una mezcla de dolor y determinación—. ¿Entienden ahora lo que significó para mis padres perderme?

Rindou, con la voz temblorosa, asintió.
Rindou: Sí... Lo entendemos. Nada puede justificar lo que hicimos. No pedimos perdón, porque sabemos que no lo merecemos.

Kazutora: Si tienes que hacer algo con nosotros, hazlo. No huiremos más.

Takemichi miró a cada uno de ellos, observando cómo sus palabras no solo eran sinceras, sino que provenían de lo más profundo de sus corazones.

Takemichi: Siempre supe que llegaría este momento. Que todos ustedes enfrentarían lo que hicieron. Pero no busco solo venganza... quiero justicia. Y esta noche, la tendrán.

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Takemichi levantó la mano, y los espejos que habían sido su herramienta de tormento comenzaron a rodear a los chicos, reflejando sus peores momentos, sus errores, y los recuerdos de su traición. Sin embargo, esta vez no había crueldad en los espejos, solo verdad.

Bloody: Esto no es para castigarlos. Es para que entiendan que el dolor que causaron nunca se borrará, pero pueden cargarlo con dignidad... o pueden dejar que los consuma.

Los chicos cayeron de rodillas, incapaces de mirar los espejos por mucho tiempo. Lágrimas rodaron por sus rostros mientras cada uno de ellos enfrentaba sus demonios.

Manjiro fue el primero en hablar.
Manjiro: Takemichi... no importa lo que decidas, quiero que sepas que siempre fui un cobarde. Y esa cobardía me costó a alguien que realmente se preocupaba por mí.

Takemichi: Lo sé, Mikey. Siempre lo supe.

Uno a uno, los chicos aceptaron su destino, como una sentencia. Cuando los espejos finalmente se rompieron en mil pedazos, dejaron tras de sí un silencio pesado.

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Con los chicos muertos , Takemichi se giró hacia Bloody. Las seguidoras, que habían estado en las sombras todo este tiempo, salieron lentamente, acercándose a Takemichi con respeto.

Lilith: Hemos hecho lo que querías, jefe.

Takemichi: Gracias a todas. Pueden irse. Esto termina aquí.

Las chicas asintieron, sonriendo con admiración hacia Takemichi, y se marcharon en silencio, dejando solo a Takemichi y Bloody bajo el cielo estrellado.

Takemichi, suspirando profundamente, dejó que todo el peso de su plan y su venganza se desvaneciera.
Takemichi: Bloody, esto ha sido... agotador.

Bloody, quien había estado a su lado en cada paso del camino, lo miró con una leve sonrisa.
Bloody: Lo sé, Michi. Pero todo esto fue por una razón. Ahora tienes lo que querías: paz.

Takemichi lo miró, notando por primera vez la ternura en sus ojos. Por un momento, el aire entre ellos cambió.

Takemichi: ¿Sabes? Nunca habría logrado esto sin ti.

Bloody se acercó, posando suavemente una mano en el hombro de Takemichi.
Bloody: Siempre estaré contigo, Michi. No porque deba, sino porque quiero.

Takemichi no pudo evitar sonreír levemente, su corazón latiendo un poco más rápido de lo normal. Por primera vez en mucho tiempo, sintió algo más que dolor o resentimiento.

Takemichi: ¿Eso significa que no planeas irte nunca?

Bloody: Ni en mil años.

Y bajo las estrellas, Takemichi permitió que un momento de calidez lo envolviera mientras Bloody se inclinaba hacia él. No hubo necesidad de palabras. En aquel instante, todo finalmente tuvo sentido.

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"Gracias, mis lectores. Este es el último capítulo de esta historia. Espero que lo hayan disfrutado."