.⁠｡⁠*⁠♡｡Cuando Mueres Llegas A La Felicidad ✧⁠*｡⁠*⁠♡

XII: los rumores de crystal angel

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Takemichi sacó una pequeña libreta de su bolsillo y comenzó a escribir algunos nombres y direcciones con una mirada concentrada.

Takemichi: Bien, mañana por la noche, quiero que Naenia y Lilith se acerquen a un chico llamado Rindou Haitani. Es un tipo peligroso, así que tengan cuidado. —el ojiazul miró a ambas chicas, con un tono serio.

Naenia: Entendido, jefe. —la peliblanca asintió con firmeza, mostrando que estaba lista para la tarea.

Lilith: ¡No te preocupes, jefe! Nosotras podemos manejarlo. —la peli castaña sonrió confiada, mientras cruzaba los brazos. Estaba emocionada por la misión.

Takemichi: Danika y Amaris, quiero que se acerquen a un chico llamado Izana Kurokawa. Es un tipo astuto, así que deben estar atentas. No subestimen a ese tipo. —el ojiazul advirtió, manteniendo un tono calculador.

Danika: ¡Entendido! —la peliverde sonrió confiada, aunque había un destello de seriedad en sus ojos.

Amaris: ¡No hay problema! —la peli morada asintió, echando un vistazo rápido a las otras chicas.

Takemichi: Kalma, quiero que te acerques a un chico llamado Chifuyu Matsuno. Es un tipo torpe, pero astuto, así que debes ser cautelosa. No confíes en su apariencia. —Takemichi miró a la pelinegra con una ligera sonrisa.

Kalma: ¡Entendido! No te preocupes, jefe. —la pelinegra respondió con una sonrisa segura, confiando en su habilidad para manejar la situación.

Takemichi: Bloody, ¿puedes asegurarte de que todo salga según lo planeado? —el ojiazul miró al pintor, con una ligera inclinación de cabeza, casi como si esperara la confirmación final.

Bloody: Por supuesto, Takemichi. Estaré vigilando desde las sombras. —el pintor habló con su usual calma, con una sonrisa sutil en su rostro. Su mirada estaba fija en el grupo, pero parecía más centrado en su compañero.

Takemichi: Gracias, Bloody. No quiero que nada salga mal. —el ojiazul asintió, satisfecho con la respuesta de su compañero, aunque había algo en su mirada que reflejaba una sombra de incertidumbre.

Las cinco chicas asintieron, y con una última mirada hacia Takemichi y Bloody, se despidieron para comenzar su misión.

Lilith: Nos vemos mañana, jefe. No te decepcionaremos. —la peli castaña se dio vuelta con confianza, seguida por las demás chicas.

Naenia: Nos aseguraremos de que todo salga bien. —Naenia agregó con una sonrisa tranquila.

Amaris: Será un placer, jefe. —la peli morada sonrió, ya visualizando lo que vendría.

Danika: Nos vemos, jefe. —la peliverde dijo con determinación, antes de que todas las chicas se separaran para tomar diferentes caminos.

Takemichi: Que no haya fallos. —Takemichi murmuró, mirando como las chicas se alejaban, mientras Bloody se mantenía a su lado, vigilante.

Bloody: No te preocupes. Todo saldrá como lo planeaste, Takemichi. —el pintor dijo con calma, casi como si no hubiera nada que temer. Luego, se giró hacia el ojiazul. ¿Y tú, qué harás?

Takemichi: Esperaré... pero si algo sale mal, no me detendré hasta que consiga lo que quiero. —el ojiazul dejó de escribir y cerró la libreta, con una mirada decidida.

Bloody: Eso me gusta. Como siempre, Takemichi. —el pintor sonrió, antes de desaparecer entre las sombras, siguiendo su propio camino mientras Takemichi lo observaba por un momento, confiando en que todo se llevaría a cabo como estaba planeado.

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