Capítulo 16.-Capturada

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Después de haber acabado ese discurso, todos empezaron a preparar una pequeña fogata para poder alimentarse un poco y poder descansar, aquel momento había sido duro para Bilbo y Jon, pero para Daga había sido un golpe demasiado duro.

Cuando Bilbo había conseguido cocinar un conejo, todos se sentaron al rededor del fuego. Daga estaba en el fondo destrozada, pero ella pensaba que nadie lo notaba hasta que un brazo le rodeaba los hombros y la pegaba hacia un cuerpo cálido, era Jon, el cual estaba mirándole con tristeza.

-Se lo que sientes Daga, se que estas triste, pero no debes esconderlo.-Le dijo al oído.

-No Jon... No me ocurre nada.

Dicho esto el chico levantó la ceja mientras la enana apartaba la mirada. Estos días Jon había sido muy atenta con ella, y eso era un punto el cual ella jamás iba a olvidar. Es más, ella cada vez notaba como Jon era una parte indispensable de su vida ¿Podría estar enamorándose? Ella no sabía nada de momento, solo estaba confusa, muy confusa.

Siguieron comiendo aquel conejo, hablando de las cosas que podrían pasar a continuación. Dos de ellos estaban muy convencidos de que debían de hacerlo, pero en la voz de Bilbo se notaba la duda y la cobardía, pero aún así intentaba parecer convencido, tanto como ellos.

-Bilbo ¿Son tus palabras sinceras?.-Preguntó Daga mientras el silencio había creado una gran tensión entre los dos.

-¿Crees que después de todas las aventuras en las que he estado a tu lado voy a dejarlo aquí?.-Preguntó retoricamente como respuesta. Pero la enana le contesto.

-Tus palabras parecen más dudas que promesas Bilbo Bolsón. Creo que deberías mirar lo que realmente tu corazón es lo que desea.

-Lo que mi corazón desea...-Murmuró.-Mi corazón desea seguir en esta aventura, no voy a dejar todo atrás.

-¿Aunque mueras en el intento?.-Preguntó Jon, que también dudaba de las palabras del Hobbit.

Bilbo dudó unos instantes en que contestar, pero lo dijo intentando sonar decidido.

-Como si tuviese que morir tres veces.

Aquella frase hizo sonreír a Daga, pero a Jon no le convenció, sabía que el Hobbit tramaba algo y próximamente sacaría sus intenciones a la luz, que seguramente sería dejarlos atrás mientras el se volvía a su cómoda casa.

Mientras tanto, Lya yacía por los prados lejanos de Mirkwood donde cabalgaba junto a Dasran. Desde lo ocurrido hacía unas horas se habían vuelto inseparables.

Ahora caminaban, ya que los caballos estaban muy cansados, y merecían volver a su casa, allá de donde habían sido robados. Por el camino se iban turnando las mochilas cargadas y iban parando de vez en cuando para tomar aire, ya que las zancadas del chico eran mucho más anchas que las de la elfa, la cual de vez en cuando tenía que pegar pequeñas carreras.

En una de aquellas carreras, Lya tropezó con una piedra cayendo al suelo de bruces. Al levantarse observó una mancha marrón cerca de ella, así que gateó hasta aquella mancha y la cogió, era una bolsa de cuero, pero no una cualquiera ¡La bolsa de Daga! Aquella bolsa en la que guardaba todas las monedas que ganaba por el camino... ¡Daga! ¿Como podría haber sido tan estúpida? No debía haberla dejado sola, en esos momentos seguramente estaría sufriendo, así que cogió la bolsa y la apretó con fuerza mientras se levantaba.

-Dastan.-Dijo con decisión.-Debemos de ir a buscar a Daga.-Dijo mientras se ponía a su lado.-Jamás tuve que dejar sola, ella me necesita...

-Creo que te estas precipitando Lya, yo la vi, ella estaba demente.

-Pero Dastan, algo me dice que ella nos necesita, que en estos momentos nos necesita.

-¿Y ese sexto sentido te dice donde esta ella?.-Dijo cruzándose de brazos

Lya gruñó mientras empezaba a caminar en otra dirección mientras Dastan se quedaba en el sitio, pero no tardó en seguirla.

Al poco llegaron a un valle rodeado de piedras. Era un lugar misterioso, pero Lya sabía que debía cruzar ese valle para llegar a su amiga, sin embargo, cuando ya estaban a mitad del camino, una horda de orcos de unos cuarenta se les hecho encima apresándolos.

Desde el río de lava todos escucharon los gritos de una chica junto a los gritos de unos orcos. Se levantaron a la vez y corrieron hacia aquellos gritos, pero al llegar no había nadie. Dastan y Lya habían sido capturados por Saruman.


La Princesa bajo la Montaña ~ OʟᴠɪᴅᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora