Basta de sombras

Capitulo 16

POV ANASTASIA

No lo puedo creer. Esto no puede estar pasando. Tengo mi vida prácticamente de cabeza, no es posible. Una vez más Christian Grey aparece para arrasar con todo. Más bien para arruinarlo todo.No pude tramitar el pasaje de Ted para viajar a Londres ya que desde la corte informaron que Christian se había presentado en los tribunales de lo familiar para reconocer a Teddy como su hijo y ahora debe llevar su apellido en todos sus documentos y por tal, no puede salir del país sin su permiso, el cual, se negó a firmar obviamente. Maldita seas, Grey. Buscas joderme, pero esto no te lo pienso tolerar, en estos momentos no respondo de mí. Luego de que Kate me consiguiera los datos de hospedaje de Christian en Los Ángeles, llego al Fairmont Century Plaza fuera de control. No sé de lo que soy capaz en cuanto tenga a Christian en frente.Al subir a la maldita suite golpeo la puerta con fuerza, de paso sirve que me descargue un poco. La puerta se abre y allí está, jodidamente sexy con unos vaqueros y una camiseta negra frente a mí. Su mirada se ilumina al verme y hasta pareciera que quiere sonreírme. Imbécil. Ya eso conmigo no te va a funcionar.- Ana – expresa al verme.De inmediato le muestro el papel que llevo en mis manos y su rostro cambia de golpe ya que lo que ve en mí debe decirle todo. Prácticamente lo estoy fulminando con la mirada. Con furia estampo el papel contra su pecho y lo dejó atónito.- ¿Cómo te atreviste a registrar a Ted sin mi consentimiento y encima negar su salida del país? ¿Quién mierda te crees, Grey?Prácticamente le grité. Mirando para todos lados, Christian me jala de un brazo y me arrastra con él al interior de su suite para luego cerrar la puerta de un azotón. Mierda, se cabreó. Sus ojos echan chispas y se pasa la mano por su cabello, su típico gesto cuando quiere controlarse.

 - No voy a permitir que armes un numerito aquí y me grites en la puerta de mi habitación – me advierte. 

- Pero bien que tú sí podías hacerme quedar en ridículo a mí en mi lugar de trabajo ¿verdad? – le replico sin dejarme intimidar, quiero que vea que ya no le tengo miedo –Desde que apareciste sólo te has dedicado a joderme ¿qué es lo que quieres, Christian? ¿por qué no puedes dejarme en paz? 

- ¡Cuida tus palabras, Anastasia! – me recrimina. Camina hacia mí y yo retrocedo mirándolo desafiante – No puedes decirme todas esas cosas. Deja de tratarme como si hubiese sido lo peor que pasé por tu vida cuando... 

- Entonces desaparece de mi vida de la misma forma en que te perdiste estos casi dos años – le exijo e interrumpo sus reclamos. Me mira asombrado ¿qué mas esperaba? –Aquí llevaba una vida tranquila y feliz con mi hijo, tenía un buen trabajo y había logrado hacerme de amigos en quienes podía apoyarme, pero tuviste que invadir tú de nuevo y mandar todo a la mierda. Primero con tu regalo para el cumpleaños de Ted, luego compras la revista y ahora esto. 

- Intenté, y te consta, hablar contigo y solucionar todo por las buenas, Anastasia – se justifica con voz pausada y calma – pero te has negado todo este tiempo a escucharme y lo que más me duele, que me negaras a Ted. Por eso acudí a la justicia en busca de ayuda, para que me permitieras estar cerca de él, para que no cometas la locura de llevártelo. Lo siento, Ana, pero no me dejaste otra salida. 

- La justicia no puede escuchar a un hombre que se presenta a reclamar sus derechos de padre cuando quiere y no cuando debe – le respondo furiosa – a ver, dime... ¿les contaste que todo este tiempo Ted vivió lejos de ti porque lo negaste? ¿Por qué lo rechazaste desde el primer momento que supiste que estaba en camino? ¿qué jamás te ocupaste de él económicamente? ¡Dime! ¿Les dijiste todo eso? ¿O sólo fuiste a hacerte la victima y dejarme a mí como la puta desgraciada que te niega ver a tu hijo? 

- Basta Anastasia – sisea entre dientes. 

- A ti lo que menos te importa es Teddy, Christian, estás haciendo toda esta mierda sólo por tu maldita obsesión por el control. Por un maldito capricho.