Basta de sombras

Capitulo 13

POV CHRISTIAN 

Ya es de noche cuando llego a Los Ángeles. Tras bajarme del Jet junto con Taylor voy de camino al Fairmont Century Plaza donde ya tengo reservada una suite con todas las comodidades para mi estadía. Casi nunca vengo a esta ciudad, no me llama tanto la atención como Nueva York o Boston, pero desde que sé que mis dos grandes amores viven aquí, tiene otro significado para mí. Le pido a Taylor pasar por frente al edificio en donde viven Anastasia y mi hijo, quiero conocer mejor la zona y saber que tan segura es. Pensándolo bien lo suficiente, ya que en este tiempo jamás han padecido algún lamentable incidente. Se ve luz en su apartamento, en lo que podría ser la sala, aparentemente. Me pregunto que es lo que estarán haciendo, por la hora, Ana quizá está preparando la cena mientras mi bebé juega o toma una siesta. Muero de ganas de bajarme del coche y subir hasta su departamento. Compartir con ellos un momento en familia, como debió ser siempre, pero no, debo hacer las cosas bien. Creo que las estoy haciendo bien. En sólo unas horas Ana y yo estaremos de nuevo cara a cara y sólo el destino sabrá que nos espera.

No me puedo quejar de la suite, es espaciosa y cuenta con todas las comodidades. Una sala de estar con sofás, televisor de pantalla plana y un minibar, además de un comedor con una mesa con cuatro sillas. Dos habitaciones pues no pierdo la esperanza de atraer en algún momento a Ana y a Ted aquí. La habitación más pequeña cuenta con una cama de matrimonio estilo twin y todo lo necesario como un armario, mesas de noche y un cómodo escritorio mientras que la habitación principal es la que yo usaré, con una cama extra grande, muebles y accesorios en tono gris. Pido servicio al cuarto para cenar mientras reviso todo lo que necesito mañana para la reunión y mi presentación como el nuevo dueño de "Vanguardia" su antigua dueña supo manejar muy bien el negocio, a diferencia de SIP, que cuando la adquirí tenía muchas perdidas tras tantos gastos innecesarios. Es una lástima que su hija no quisiera continuar con el legado de su madre, después de tantos años de esfuerzo y dedicación. No quisiera que me pasara eso el día de mañana con Grey House, que después de tanto trabajo, al morir mi negocio pase a manos del estado. Confío en que Ted en un futuro sea mi sucesor. 

Tras cenar en una exquisita pasta y observar desde el ventanal de mi suite como cae la noche en Los Ángeles, decido que es momento de ir a dormir y esperar a mañana. El gran día.

POV ANASTASIA

Extrañaba "Vanguardia" esa es la verdad y vaya que la extrañaré ahora que me vaya, ojalá y pueda adoptar a Londres como mi hogar rápidamente y deseo que sea definitivo, no quiero mudar a Teddy de país en país, no sería bueno para él, jamás se adaptaría. El departamento en el que me alojaré está muy cerca de la editorial para la que voy a trabajar y también cuenta con una guardería para Teddy, eso me deja tranquila, saber que lo seguiré teniendo cerca por si algo se ofrece con él. Nuestro nuevo hogar se ve muy acogedor en las fotos que lo vi, cuenta con dos habitaciones, una con baño incluido, una cómoda sala y cocina con comedor incluido además de una pequeña terraza. Me encanta.

Hoy se presentan los nuevos dueños de la revista, Rachel dice que es una extranjera quien radica aquí en Los Ángeles la nueva dueña. Sólo ruego que no sea tan despiadada y trate de conservar a todos los empleados. Sí me llama un poco la atención que me haya requerido en la junta, aunque sospecho que es porque no la pusieron al tanto de mi salida de la editorial, pues allí se enterará. Tras alistar a Teddy y darle su desayuno, termino de arreglarme para ir a la oficina. Me decido por un vestido color vino de mangas largas y falda holgada que me llegan hasta arriba de las rodillas y zapatos de tacón color negro, cabello suelto y maquillaje sobrio. Y por supuesto, un abrigo por si refresca en la tarde. Tomo mis cosas y las de Teddy y salimos rumbo a "Vanguardia"Dejo a mi bebé en la guardería y me dirijo a mi oficina. Al salir del ascensor me encuentro con mis compañeros quienes me reciben en medio de aplausos y jolgorio ante mi sorpresa.