Capitulo 6

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Todavía me cuesta creer que mi bebé hoy cumpla un año. Esperé con tanta emoción este día para celebrarlo, doce meses con mi Theodore, los meses más felices de mi vida siendo testigo de su crecimiento, sano y feliz. 

 Me levanté muy temprano para preparar un desayuno muy especial para Ted, para mi madre y para mí: hot cakes con chocolate y fresas. Sí, mi madre está aquí desde hace una semana para ayudarme a preparar todo para el festejo que en la tarde Ted tendrá por su cumpleaños. Vendrán los Grey, mi papá, Bob, Kate, Ethan, José, Paul y Rachel junto a su pequeño Noah, además de mis compañeros de la editorial que tienen niños y algunos vecinos del edificio donde vivimos que también tienen hijos pequeños. En un principio había pensado en algo pequeño e íntimo, sólo con los más llegados, pero Rachel y también Mía y Kate a lo lejos me convencieron de realizar algo más grande, como mi Ted lo merece. 

Por eso decidí llevar a cabo una reunión en el salón de fiestas que hay en el edificio, el cual Elliot, Paul y José se han encargado de ambientar tan gentilmente como el armado de las mesas sillas y todos los juegos que habrá. La temática de la fiesta será "Toy Story" uno de los dibujos favoritos de Ted. Mía, Kate y Rachel han decidido ayudar con la decoración de globos y las figuras de los personajes de la película mientras que las flamantes abuelas y yo nos ocupamos de lo que es la comida y el pastel para Ted. En realidad, el pastel fue todo mérito mío, así lo quise, volcar todo mi amor por mi hijo en su pastel por su primer cumpleaños. Mientras todo esto ocurría, mi bebé tomó una siesta para estar lo más despierto y fresco posible en su fiesta. Cuando vi que despertó, le di un baño y lo vestí con la ropa que usaría: el traje de vaquero de Andy, regalo de Mía para su amado sobrino. Al verlo listo, tuve unas ganas enormes de comer a besos a mi bebé por lo hermoso y tierno que se veía como todo un vaquerito.

- Feliz cumpleaños, mi bebé. Te amo – le dije emocionada mientras lo arrullaba en mis brazos.

- Mamá – me balbucea estremeciendo aún más mi corazón por el infinito amor que le tengo. 

- Sí, soy tu mamá. Y me siento orgullosa de serlo, eres todo para mí, mi pequeño –le juro emocionada – Tú siempre serás lo más importante para mí, Ted... mientras yo esté, te juro nunca te faltará nada. 

No, Dios mío, hoy es el cumpleaños de mi hijo y no debo permitirme ponerme a pensar en cosas malas o tristes. Hoy menos que menos puedo ponerme a pensar en Christian y en su recuerdo. "No seas ilusa, no esperes nada de él ¿todavía no caes que él se desentendió de ustedes" Cállate subconsciente. Claro que lo sé y me lo tengo bien asumido.

 - Hija, ya debes ir a arreglarte – una voz me saca de mis absurdos pensamientos.Es mi madre desde el umbral de la puerta. Yo intento secar mis lágrimas, pero ya me ha descubierto. 

- Ana – me dice tomando a Ted de mis brazos – Creo saber porque tienes esas lágrimas. 

- Mamá, por favor. No me hagas caso – le pido. 

- ¿Acaso lo esperas? 

- Por supuesto que no, hace mucho asumí que para Christian ni su hijo ni yo significamos nada – respondo – pero él se lo pierde. Yo por mi parte, seguiré siendo fuerte y optimista como hasta ahora, todo con tal de darle una vida feliz y tranquila a mi Teddy. Lo suficiente como para que nunca sienta la ausencia de su padre.

- Eso será difícil, Ana – me advierte mi madre – eso podrás hacerlo ahora y un par de años más. Pero así lo llenes de todo tu amor y todo lo necesario, Teddy crecerá y querrá saber quien fue su padre. Y debes estar preparada para cuando llegue ese momento, hija. 

- Pues no, mamá. A mi hijo jamás le destrozaré el corazón diciéndole que su padre lo rechazó desde el momento en que supo que venía de camino – le digo con un tono firme y claro. 

Basta de sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora