Las chicas decidieron salir a despejarse un poco. Había sido una semana llena de tensiones y, para cambiar de ambiente, decidieron tomarse un día para ellas mismas. El plan era sencillo: un almuerzo en el restaurante favorito de Jennie, seguido de unas horas de compras en el centro comercial.
Rosé, Jisoo, Jennie y Lisa estaban sentadas alrededor de una mesa en un restaurante con luces suaves y decoración elegante. La conversación fluía con naturalidad, sin ninguna sombra de lo que se estaba cociendo en el aire. El ambiente estaba lleno de risas, bromas y comentarios divertidos.
—¿Sabías que las tiendas de ropa en este lugar tienen siempre las mismas prendas? —comentó Jennie, con una sonrisa astuta—. ¡Es como si el dueño tuviera una obsesión con los colores pastel!
Rosé, encogiéndose de hombros, levantó una copa de vino.
—A mí no me importa, siempre me veré bien con pastel. Es un color suave y elegante —dijo, guiñando un ojo hacia Lisa, que se encontraba sentada a su lado.
Lisa, recostada en su silla con una expresión relajada, le dio una mirada desafiante.
—No estoy tan seguro de eso, Rosé. En realidad, nunca te he visto con algo realmente... "atrevido". Tal vez deberías intentar algo fuera de tu zona de confort.
Jisoo, escuchando la conversación, se metió con su tono juguetón.
—¡Claro! Rosé, podríamos hacer que te pongas algo en tonos neón. Imagina la cara de Leo si te ve con algo tan... brillante.
Lisa soltó una risa burlona, sabiendo que Jisoo solo estaba bromeando. A pesar de su actitud de "Leo", Lisa siempre disfrutaba de esos momentos de ligera diversión.
—¿Neón? —preguntó Rosé, fingiendo horror—. No, gracias. Pero estoy dispuesta a un desafío. Si logramos encontrar algo que no me haga sentir que estoy en una película de los 80, lo usaré.
Jennie y Jisoo soltaron una carcajada. Lisa, sabiendo que estaba perdiendo la batalla de bromas, sonrió y levantó su copa.
—Este va a ser un día interesante, chicas. Después de todo, tengo una imagen que mantener.
Las chicas pasaron un par de horas disfrutando del ambiente, probando ropa, y tomando fotos divertidas. De vez en cuando, Jennie no podía resistirse a hacer comentarios sarcásticos, mientras que Jisoo estaba más preocupada por hacerle cosquillas a Rosé mientras las otras dos se probaban ropa.
En un momento, Lisa, sintiendo el ambiente relajado, se levantó para ir al baño. Antes de irse, se acercó a Rosé y le dio un rápido beso en la mejilla.
—¡Tienes que probarte algo más arriesgado, Rosé! Te verías genial —dijo con una sonrisa juguetona.
Rosé sonrió sin pensarlo, agradecida por el toque de ligereza en su vida.
Cuando Lisa se alejó, Jisoo se acercó a Rosé con una expresión traviesa.
—¿Seguro que no te gusta más el estilo de Leo? —preguntó, mientras Rosé trataba de disimular una risa nerviosa.
Rosé alzó una ceja, fingiendo no entender.
—¿Qué quieres decir? ¿Te refieres a las bromas de Leo o a su moda? Porque no sé si podría con todo eso.
Jennie, al escuchar la conversación, intervino con su tono irónico.
—¿Qué pasa, Rosé? ¿Te ha enamorado el estilo de Leo? Estás más callada de lo normal, ¿eh?
Rosé soltó una risa nerviosa, pero no quería entrar en detalles. No quería que sus amigas supieran que algo estaba pasando en su cabeza. Aún no.
—Solo estoy pensando en todo lo que tenemos que hacer después —respondió rápidamente—. ¡Vamos a hacer que este día sea aún mejor!
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Marry me?
FanfictionLalisa Monoban vive atrapada en una mentira que la ha consumido por años: ser Leo, el hijo muerto de su familia. Obligada por las expectativas de sus abuelos y la presión de su padre, ha perfeccionado su papel hasta convertirse en el rostro de la fa...