Día 178 / Mes 5 / Año 40.024
El sonido insistente del despertador me sacó del sueño. Me estiré lentamente, sintiendo cómo el letargo se disipaba poco a poco. Giré la cabeza hacia la jaula de Chispitas, quien ya estaba despierto, moviéndose con una energía inagotable.
— Buenos días, Chispitas. — murmuré mientras abría el bote de comida para kaijus pequeños y extendía un poco en la palma de mi mano.
Chispitas salió disparado hacia la palma de mi mano, subiéndose rápidamente a mi hombro mientras comía. Noté que su peso era ligeramente mayor.
— Has crecido otra vez, ¿eh? — dije, notando que parecía un poco más grande que ayer.
Después de alimentarlo y de verlo regresar rápidamente a su jaula, me alisté y subí al comedor para desayunar.
Cuando estaba terminando, mi Orbicomm emitió un pitido.
"Ryu, baja. Vamos a salir. — Elise"
Suspiré, dejando mi bandeja en el área de retorno y dirigiéndome al ascensor para bajar.
Cuando llegué, Elise estaba esperándome. Llevaba puesto un chaleco táctico oscuro. Marek y Karl estaban unos pasos detrás de ella, revisando su equipo.
— Vamos fuera del muro. — dijo Elise con su tono habitual, directo y sin rodeos.
— ¿Para qué? — pregunté, curioso.
— Vamos a terminar con los kaijus que haya en las cercanías. — dijo Elise mientras ajustaba las correas de su chaleco. — Al acabar con los kaijus, Naryon se ahorra en gastar munición de la artillería que cuesta 5.000 Harmóns por disparo.
— ¿Harmóns? — pregunté, confuso.
— Son la moneda de la Unión Humana. — intervino Marek desde atrás, con tono casual. — Ahorrar Harmóns es importante para mantener la ciudad funcionando. No podemos darnos el lujo de malgastar el dinero.
— Además, por cada kaiju que eliminamos, nos pagan 50 Harmóns. — agregó Karl, revisando un cuchillo que llevaba en el cinturón. — No es mucho, pero es una forma de compensar el riesgo.
— Si un disparo de artillería cuesta 5.000 Harmóns... — pensé, tratando de calcular cuánto significaba eso en comparación con la moneda que recordaba. — Entonces, 1 Harmón podría equivaler aproximadamente a 1 Euro. — me detuve mentalmente, sorprendiéndome al darme cuenta de que, en términos de dinero, la artillería era increíblemente cara.
Elise interrumpió mis pensamientos.
— Ryu, cuando salgamos de la ciudad, transfórmate en tu forma kaiju. — dijo Elise con un tono directo. — Será más rápido acabar con los kaijus si usas tu forma kaiju.
Asentí, era algo que ya tenía planeado hacer.
Cuando llegamos a la puerta sur, me detuve y observé cómo los guardias abrían lentamente el enorme portón que conducía al exterior. El sonido metálico de las bisagras resonó, y una brisa cargada del aroma de la tierra y la vegetación llenó el aire.
Atravesamos el portón, y al poco de cruzarlo, este se cerró con un golpe pesado.
— Ryu, transfórmate. — dijo Elise, mirando hacia adelante. — No queremos perder tiempo.
Sin decir nada, asentí y me aparté un poco del grupo para darme espacio. Inspiré profundamente, dejando que el calor familiar recorriera mi cuerpo. Mis músculos comenzaron a expandirse, mi piel humana desapareció mientras las escamas tomaban su lugar, y mi cola golpeó el suelo con un golpe seco cuando la transformación se completó.
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Reencarne con un Sistema Kaiju
FantasyEn un mundo donde los Kaijus pueblan el mundo, Ryu, un joven humano, despierta reencarnado en un Kaiju obteniendo un sistema. Se agradece comentarios.