Capítulo 24:

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Día 181 / Mes 5 / Año 40.024

El sonido insistente del despertador me sacó del sueño una vez más. Abrí los ojos lentamente, sintiendo el letargo aún aferrado a mi cuerpo.

Me incorporé y miré hacia la jaula de Chispitas. Como siempre, estaba despierto, moviéndose con energía, sus pequeñas chispas iluminando tenuemente su entorno.

— Buenos días. — murmuré, abriendo el bote de comida para kaijus y dándole su ración.

Después de dejarlo terminar su desayuno, me alisté y me dirigí al comedor. El desayuno fue lo de siempre: huevos revueltos, pan tostado y lo que parecía tocino. No tardé mucho en terminarlo.

Justo cuando estaba por levantarme, mi Orbicomm vibró con una notificación.

"Baja a la planta baja. — Frederick"

Fruncí el ceño levemente, preguntándome qué quería ahora. Dejé la bandeja en el área de retorno y me dirigí al ascensor.

Cuando llegué a la planta baja, encontré a Elise, Marek y Karl esperándome.

— Bien, ahora que estamos todos, vamos a comenzar. — dijo Elise sin rodeos. — Recibimos 20 reportes de actividad sospechosa en la ciudad. Podrían estar relacionados con los vampiros, o podrían ser simples casualidades.

Marek soltó un suspiro exagerado.

— O podrían ser idiotas asustados que ven sombras donde no las hay. — comentó con una media sonrisa.

— Es mejor no arriesgarse. — respondió Karl. — No podemos cometer un error como en los videojuegos.

— ¿Cómo vamos a manejarlos? — pregunté, apoyándome contra la pared.

— Nos dividiremos en dos grupos. — continuó Elise. — Diez reportes para cada equipo. El objetivo es investigar cada uno y determinar si hay algo sospechoso.

— ¿Qué tipo de reportes? — pregunté, cruzándome de brazos.

— Son principalmente ruidos extraños en edificios abandonados. — respondió Elise con tono seco.

Marek soltó una risa breve.

— Fantástico. Vamos a jugar a los cazadores de fantasmas.

Si fueran fantasmas, tendríamos suerte. — pensé, recordando que los vampiros eran más reales que los fantasmas. — ¿Cómo nos dividiremos? — pregunté pregunté, mirando a Elise.

— Tú y Karl cubrirán la zona norte de la ciudad. — respondió Elise, revisando su Orbicomm. — Yo y Marek nos encargaremos del sector sur.

Asentí mientras observaba a Karl, quien simplemente se encogió de hombros. No parecía particularmente emocionado por la tarea, pero tampoco protestó.

Nos dirigimos hacia la salida del edificio, separándonos de Elise y Marek.

— ¿Por dónde empezamos? — pregunté, metiendo las manos en los bolsillos mientras caminábamos por la acera.

Karl sacó su Orbicomm y revisó la lista de reportes.

— Hay un edificio abandonado a unas cuadras de aquí. — dijo. — Se supone que varios testigos escucharon ruidos ahí.

Nos movimos por las calles hasta llegar al lugar indicado. Era un edificio antiguo de ladrillos oscuros, con ventanas rotas y una fachada descuidada. El viento silbaba a través de los cristales rotos, creando un sonido hueco y extraño. Había grafitis en las paredes, algunos recientes y otros desgastados por el tiempo.

Reencarne con un Sistema KaijuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora