Flor De Loto / Bakugo Katsuki

Capitulo 37

El aula estaba en un silencio casi sepulcral mientras todos esperábamos que el profesor Aizawa hablara. Yo jugueteaba con un mechón de mi cabello, tratando de disimular la ansiedad que me comía por dentro. El examen práctico había sido todo un desafío, pero estaba segura de haber hecho un buen trabajo enfrentándome a mi oponente. Lo que me preocupaba eran las matemáticas. Ese maldito examen teórico.

Aizawa finalmente levantó la vista de sus papeles, con su mirada cansada recorrio el aula.

—Voy a anunciar los resultados de los exámenes finales —dijo con esa voz monótona que no dejaba espacio para interpretar nada más allá de las palabras—. Si alguien no aprobó, habrá consecuencias, pero todos asistirán al campamento de entrenamiento.

Un suspiro de alivio recorrió el aula, pero el mío quedó atascado en mi garganta. Todavía no sabía si estaba a salvo, y no me refería precisamente a los exámenes.  Aizawa comenzó a leer la lista de los que no habían aprobado.

—Mina Ashido.

—¿¡Qué!? —exclamó Mina, levantándose mientras hacía un pequeño puchero —. ¡No puede ser!

—Reprobaste el examen práctico y el teórico apenas y lo lograste. Sin embargo no es suficiente para aprobar —respondió Aizawa sin cambiar su expresión. Mina dejó caer la cabeza sobre su escritorio, derrotada. — El siguiente, Denki Kaminari.

—¿Yo también? —Denki se agarró el cabello como si estuviera a punto de arrancárselo

—El problema fue tu puntaje en el teórico. No es suficiente para aprobar —respondió Aizawa sin cambiar su expresión.

Mina dejó caer la cabeza sobre su escritorio, derrotada.

—Denki Kaminari.

—¿Yo también? —Denki se agarró el cabello como si estuviera a punto de arrancárselo—. ¡Sabía que debí estudiar más!

— Nuevamente, reprobaste el examen práctico, y el teórico, ni se diga. Seguimos con Hanta Sero, Eijiro Kirishima, Rikido Sato. Ustedes aprobaron el teórico, Pero no el práctico.

Kirishima apretó los puños, mirando al frente con una sonrisa nerviosa.

—Bueno, lo importante es que vamos al campamento, ¿verdad? —intentó animarse, aunque claramente estaba avergonzado.

—Y finalmente... Akua Kurokawa.— Mi corazón se detuvo por un segundo.

—¿Qué? —murmuré, incapaz de procesarlo al principio.

—Tu desempeño práctico fue excelente, pero tus puntajes en matemáticas te dejaron fuera de la aprobación.

Sentí que el calor subía a mi rostro. Matemáticas. Por supuesto. Era como si esos números complejos se burlaran de mí desde el papel.

—Lo siento, chicos. Esas son las reglas —dijo Aizawa antes de continuar con su explicación general.— Cómo mencioné anteriormente, podrán ir al campamento de entrenamiento, pero, a diferencia de sus compañeros que aprobaron, ustedes tomarán clases extras.

Miré alrededor del aula, sintiéndome un poco humillada. Mina y Kaminari me lanzaron miradas de solidaridad, claramente aliviados de no ser los únicos. Sero me dio un pequeño empujón en el hombro.

Kirishima giró en su asiento, con esa sonrisa tan característica que hacía imposible no sentir algo de alivio.

—¡No sé preocupen, chicos! ¡Vamos a trabajar juntos en esas clases extras y mejoraremos para la próxima! ¡Es parte de ser hombre —y mujer, claro— el superar estos obstáculos!