D o s.

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Achiné los ojos observándolo, se me hacía conocido de alguna parte, no sabía de donde pero estaba segura de que lo había visto antes. Giré en la silla quedando cara a cara, pero la mano en la que tenía la zanahoria escupida la dejé detrás de mi espalda. Respiré profundamente cerrando los ojos, exhalé el aire y volví a abrirlos, él no quitaba sus ojos esmeraldas de los míos, poniéndome nerviosa, pero Grace Lee no deja que la intimiden. Por lo que con la cabeza en alto estiré mi mano hacia él.

-Grace Lee-me presenté orgullosa

Él bajó su mirada a mi mano y juntó sus labios tratando de no reír. Fruncí el ceño y miré lo que él miraba, mis mejillas se tornaron rosas al ver que trataba de saludarlo con la zanahoria. Siempre que quiero parecer una chica normal frente a alguien termino pareciendo a una loca desquiciada salida de un manicomio. La mala suerte es mi mejor amiga.

Llevé rápidamente la zanahoria a mi boca sosteniéndola entre los dientes y una vez más extendí mi mano hacía él, quien me miraba divertido.

-Grace Lee-balbuceé, aunque no se entendió.

Harry juntó mi mano con la suya y fijó su mirada en la mía con una pequeña sonrisa. Sentí una estúpida corriente recorrer mi cuerpo, esto solo pasaba en novelas, no en la vida real.

-Un gusto, Grace Lee-contestó, separé nuestras manos y mordí la zanahoria.

-Un placer conocerte

Pasó una de sus manos por su cabello tirándolo hacia atrás con una sonrisa de lado. Contuve la respiración perdiéndome en sus ojos esmeraldas. Mastiqué lentamente mi zanahoria y luego de unos minutos desvíe la vista, haciendo que se cree un ambiente incómodo entre ambos.

-Soy un gran fan tuyo, ¿sabes?-habló luego de lo que parecieron años, volví a mirarlo

-¿Qué? ¿Eres otro de esos locos que se colan a programas para que le firmen el pecho?-pregunté temerosa.

Él se echó a reír y mis mejillas volvieron a teñirse de rojo, ¡genial Grace! ¡Has quedado una vez más como una psicópata! Lo peor es que además hablo de mí en tercera persona, por favor, que alguien me lleve a un psicólogo. Dejando mis pensamientos de lado me dediqué a escuchar su risa, era bonita, no era escandalosa ni muy ruidosa. Simplemente era bonita. Incluso podría llegar a decir que era tierna.

-Lo siento-murmuró tratando de dejar de reír-No, no soy uno de esos locos, tranquila-sonreí a medias ladeando la cabeza

-¿Entonces?

-Nací prácticamente viendo las películas que tu padre hacía, Jason Lee fue, es y supongo que será toda la vida el amor imposible de mi madre-lancé una pequeña risa arrugando mi nariz-En serio, mi madre ama a tu padre-exclamó-Cada navidad durante mis dieciocho años vimos la misma película, "La fuerza de la Navidad" donde tú y tu padre aparecían-esta vez reí nuevamente un poco más alto

-Me imagino la tortura que deberás haber pasado-hablé entre risas, él se unió a mí

-Se volvió en una tradición ver esa película-se encogió de hombros, mientras que mi risa se desvanecía lentamente-pasamos un buen momento, al menos-sonrió y yo hice lo mismo

-Es lindo escuchar eso-murmuré y volvimos a quedar en silencio

-Tienes buenas canciones, por cierto-apuntó

-Oh, gracias

-Yo estoy en una banda, One Direction

Mi boca se abrió por la sorpresa, sabía que lo conocía de alguna parte, chasqueé mis dedos con una sonrisa y él frunció levemente el ceño.

-¿Ustedes son los de "oh oh oh you don't know you're beautiful"?-medio canté, él sonrió y asintió

-Si, somos los de "oh oh oh you don't know you're beautiful"-repitió y rió levemente

-¡Claro! ¡Suenan todo el tiempo en la radio!-exclamé

-¿En serio? ¿Siguen pasando esa canción?

-Si si-me apresuré a decir-Me encanta esa canción, está buena-asentí señalándolo con la zanahoria y luego volví a morder un poco de ella-otra que me gusta es la que dice "If you don't wanna take it slow and you just wanna take me home, baby, say yeah, yeah, yeah, yeah, yeah"-canté

-And let me kiss you-terminó él clavando sus orbes esmeraldas en mi, sonreí entusiasmada

-¡Si si! ¿Como lo sabías?

-Oh, no lo sé, solo, me la sé, loco ¿no?-preguntó burlonamente, yo reí pero a los minutos paré

-Oye-fruncí el ceño-¡Tú la cantas!-volví a señalarlo divertida, él rió volviendo a pasar sus manos por su cabello tirándolo para arriba

-¡Adivinaste!-reímos

-Oye amigo, deja el tema de ligar para más tarde, tenemos un público que atender-un chico de cabello castaño y tremendos ojos azules se acercó a nosotros y golpeó amistosamente la espalda del ojiverde

-Ya voy-murmuró cuando el ojiazul ya se había ido, sin dedicarme ni una mirada-Debo irme-señaló atrás, yo asentí sonriendo de lado-Me encantaría verte luego, si quieres-aclaró

-Bueno, me encantaría a mí también-sonreí pero a los minutos me arrepentí de hacerlo, seguro parecía al gato de Alicia en el País de las Maravillas.

Desvanecí un poco la sonrisa y él rió.

-Nos vemos luego, Gracie-se acercó a mí y besó mi mejilla, quedándose allí unos segundos haciendo que mi respiración se corte.

Se separó luego de un minuto y me observó, mis mejillas se tiñeron de rosa y quise matarme. ¿En serio? ¿Me sonrojaba porque un chico lindo besó mi mejilla? Eso es caer bajo Grace, muuuuy bajo. Él sonrió de lado, ladeando la cabeza hacia la derecha.

Mis mejillas se tiñeron aún más de rosa y él dio una risita mientras bajaba la cabeza.

-Nos vemos, Grace

-Nos vemos, Harry-saludé

Dio la vuelta y lo vi marcharse con pasos decididos hacia una puerta para luego desaparecer de mi vista.

Cuando se fue expulsé todo el aire que contenía en mis pulmones. Llevé lo que quedaba de zanahoria a mi boca y empecé a masticar con una pequeña sonrisa. Harry Styles era lindo.

Style | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora