E p í l o g o.

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Nota: ¡Lo siento! Sé que las dejé super abandonadas pero luego de intentos, intentos y más intentos de prólogos, llegó el momento en que escribí este y me pareció el más correcto. Espero que les guste y comenten que les pareció. Besos xx.

Nunca sabes cuánta fuerza tienes hasta que te ves obligado a pasar a través de lo imposible. Nunca sabes cómo de horribles se pueden poner las cosas hasta que has estado en un campo de batalla. Y nunca te puedes imaginar cuánto puedes amar verdaderamente a alguien hasta que hayan experimentado ese dolor juntos y compartido la pala de excavar para salir de la oscuridad. 

Me encantaría decir que mi relación con Harry fue más sencilla a partir de ese día bajo la lluvia, que no discutíamos, que nos amábamos cada día más y que no nos preocupábamos por las pequeñas cosas que nos hacían diferentes, pero eso no sería la verdad. 

No, la verdad es una historia mucho mejor que contar. 

Y la verdad era, que discutíamos todo el tiempo, pero luchamos el uno por el otro. En retrospectiva, miro hacia atrás, a esos días como lo mejor y lo peor. Fue tan difícil como te lo puedas imaginar, volver a confiar, volver a armar una relación, esta vez fuera de mentiras, resultó difícil. Pero luchamos siempre juntos, con el mismo objetivo, que era nada menos que el amor incondicional que nos teníamos. 

Lucíamos como un par de críos, peleando por cosas tontas como el control remoto o quién usaba primero el baño, pero luego reíamos sobre eso y nos sentábamos en el sillón para ver las películas en blanco y negro que tanto adoraba. Nos dimos nuestro tiempo para conocernos mejor, y cada vez que descubría algo nuevo sobre él, más me convencía de que lo amaba. 

Adoraba cuando me despertaba a las tres de la mañana porque no podía dormir y me contaba adivinanzas hasta lograr el sueño, tenía un extraño tic cuando estaba molesto que era ponerse a hornear, lo cual fue raro la primera vez que lo vi hacerlo, pero luego de hecho me ha gustado ya que hacía los mejores panecillos que jamás haya probado. 

Al día de hoy, después de seis meses juntos como pareja, miré hacia él mientras hablaba incesantemente con Ethan, quién se encontraba con la pequeña Emma, hija de Brandon, en sus brazos. Sonreí de costado y dirigí mi mirada hacia el padre de la hermosa bebé de siete meses, Brandon no había durado demasiado con la madre de la niña, de hecho ella resultó ser solo una busca fama y lo dejó cuando encontró a otra persona más adinerada que él. Sufrió demasiado, e incluso desapareció de nuestras vidas por dos largos meses, antes de aparecer en casa de nuestro padre con la niña en brazos y una maleta en su hombro. Desde ese momento él se encargó de Emma por si solo. Le daba todo el amor que una niña como ella se merecía, tenía miedo de que crezca sin una madre, como nosotros, pero estaba rodeada de personas que la amaban y eso era suficiente. 

Noté que se encontraba sentado bajo un árbol del patio de la casa de mi padre, riendo animadamente con Gemma, la hermana de Harry, desde la primera vez que los presente hace un mes, se habían vuelto inseparables. Sabía que a ella no le desagradaba que él tuviera una hija, y Brandon no tenía intenciones de alejarse de ella. Anne y la esposa de Ethan, Polly, estaban sentadas en la misma mesa que yo hablando sobre el vestido que una famosa usó hace unas semanas en los Grammys. Había conocido a la familia de Harry dos meses luego de que nos reconciliáramos. Todos eran tan amorosos y me hicieron sentir como en casa, su madre se había disculpado varias veces por cómo su hijo actuó conmigo al principio y tuve que tranquilizarla, diciendo que ya estaba todo olvidado, aunque a veces se lo echaba en cara en nuestras peores peleas.

Sonreí a escondidas y tiré mi cabeza hacia atrás, permitiendo que los rayos de sol me pegaran en el rostro. 

Esto era el paraíso. 

Style | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora