T r e i n t a y c u a t r o.

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Nota: ¡Hola muchachas hermosas! ¿Cómo están hoy? ¿Todo bien? Les debo informar algo super mega importante que no sé cómo se lo van a tomar. Este capitulo es uno de los últimos que quedan para el final de esta historia. Seguramente suba tres, dos o incluso un capitulo más antes de que el final llegue. Quiero, de todas formas, repetirles que la versión de Harry, llamada Perfect, ya se encuentra en mis obras y la comenzaré cuando termine esta, por lo tanto nos seguiremos leyendo allí, las que quieran, obvio. Les quiero agradecer demasiado por todo el amor y apoyo que recibo de ustedes en todos los capitulos, las adoro y les agradezco porque esta novela no sería nada sin ustedes. Muchisimas gracias. Espero que este capitulo les guste y lo disfruten. ¡EL FINAL ESTÁ CERCA! Voten y dejen sus lindos comentarios, que btw, los leo completamente a todos, por mas que a veces no responda los leo. Comenten miércoles de no hacer nada si leyeron la nota completa. Ahora si, tengan un hermoso día, nos leemos en el próximo capítulo. Besos xx.

Durante el largo viaje, me permití llorar en silencio, pensando en todo lo que sucedió en los últimos tres años. 

No podía creer qué tan rápido el tiempo pasa, parece como si fuera ayer cuando me emocionaba al ver un mensaje de Harry. Y ahora estaba aquí, con un sentimiento raro en el pecho pero sin poder mirarlo, sintiendo que en cualquier momento me derrumbaría.

Quería abrir mi boca y dejar salir cada una de esas palabras que me tragué, pero no lo haría. Callaría, como lo hacía siempre.

Quisiera tener un botón, donde pudiera borrar todo lo que me lastima y quedarme solo con lo que me hace feliz. Borraría el coma de mi hermano, borraría a mi estúpido ex mánager, borraría a todas las perras que se burlaban de mi. ¿Y a Harry? No sé qué haría con él, a su lado pasé los mejores meses y los peores a la vez.

Ahí estaba el problema, Harry tenía la capacidad de hacerme la persona más feliz del mundo y a la vez era el único que me podía destruir por completo. No sabía si sería capaz de borrar cada momento que pasé con él y odiaba no saberlo. Apreté los párpados juntos fuertemente y cuando los abrí, estábamos frente a mi edificio.

Contuve la respiración, observando la puerta de vidrio de mi hogar. Debería bajarme, azotar la puerta y decir adiós. Pero, ¿por qué mis piernas no se movían? ¿Por qué no podía moverme? ¿Por qué tenía ganas de invitarlo a pasar? No, Grace, no.

Muévete, vamos, tú puedes.

Giré la cabeza en su dirección y noté que su mirada estaba clavada en mí, como si me hubiera estado mirando durante todo el tiempo. Sus salvajes ojos no se despegaban de mí y me sentía pequeña nuevamente. Me quería golpear, realmente no puedo ser tan inútil, he estudiado para que esto no pase, sin embargo aquí estaba, haciéndome sentir pequeña y vulnerable, como antes.

Carraspeé y me acomodé en el asiento, él desvió su vista por mi cuerpo y luego se quedó unos instantes en mi cuello, para luego subir a mi rostro nuevamente. ¿Qué le sucede?

-No tienes el collar-señaló. 

¿Es en serio? La confusión y diversión que sentía se debió haber mostrado en mi rostro, ya que esquivó mi mirada, apretando el volante entre sus manos.

-Descubriste América, campeón-rodé los ojos, mirando por la ventana otra vez.

-¿Dónde está?

-¿Lo quieres?-elevé una ceja-Seguramente ahora esté convertido en un tenedor, o quién sabe en qué-mentí.

-¿Lo has vendido?

-Regalado-corregí, escuché su suspiro y lo vi de reojo.

Se tomaba el cabello entre sus manos, sin poder creerlo. Miré hacia la calle, estaba completamente vacío y obscuro.

Style | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora