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V e i n t i u n o.

Nota: este capítulo es, posiblemente, el más largo de toda la fic ahr. Espero que lo disfruten, yo disfruté mucho escribiéndolo 😊 tengan un hermoso día xx.

Pd: este capitulo seguramente será editado próximamente, agregando o quitando cosas. Escuchen la canción cuando les de la señal, ah.

El día siguiente, estuvimos fuera del hotel gran parte del tiempo. La noche anterior, algo, o todo, había cambiado entre nosotros. Realmente no sé qué, pero estoy segura de que algo cambió, lo podía sentir. Harry estaba más cariñoso, pero a la vez distante, y no sabía qué sucedía con él.

Me besaba y abrazaba con amor, pero luego notaba que se fundía en sus pensamientos y se quedaba unos minutos mirando a la nada con expresión de ¿miedo? Sinceramente, no sé cómo explicarlo.

Estábamos almorzando en un pequeño bar, que se sentía hogareño, uno al lado del otro frente a un gran ventanal con una magnífica vista.

Harry estaba mirando por ella, lucía demasiado concentrado en eso que no quería molestarlo. Yo solo me dedicaba a revivir las memorias de la noche pasada y comer, pensando en qué pasaría luego. ¿Qué sucederá ahora? ¿Solo diremos adiós? ¿Seguiremos así? ¿Por cuánto tiempo? Solo esperaba que por mucho más.

-¿Tú me quieres?-preguntó, de repente, haciéndome sobresaltar.

Giré a observar su perfil, su mirada verdosa clavada en la nieve al otro lado del vidrio. Asentí, temerosa y observé como cerraba los ojos durante unos segundos antes de fijarlos en los míos.

-Yo también-sonrió, sin mostrar los dientes.

Fruncí el ceño pero cuando acercó su silla aún más a la mía, le devolví la sonrisa.

-Me agrada escuchar eso-murmuré, bajando la mirada a mi plato.

-Salgamos-dijo, repentinamente.

-¿Qué?

-Salgamos, tengamos una cita-pidió.

-¿Esto no lo es?-ladeé la cabeza, con una sonrisa burlona.

-Una verdadera cita-aclaró moviendo la cabeza.

-Tuvimos una, ¿lo recuerdas?-levanté una ceja, él rodó los ojos y suspiró.

-Una verdadera cita, Gracie, solo tú y yo, sin nadie más.

Mordí mi labio, nerviosa. La idea me gustaba, todo lo que él me proponga me gustaba.

-Está bien-sonreí ampliamente.

-Tú y yo iremos a cenar, esta noche-tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.

-Suena como una cita.

-Lo es-asintió, bajando la mirada a nuestras manos juntas, acarició mi dorso con su pulgar-¿Sabes que te quiero, verdad?-murmuró.

Fruncí el ceño, nuevamente, extrañada por su comportamiento y lo pensé. ¿Lo sabía? Bueno, él me lo dijo, ¿verdad? Asentí, insegura.

-No quiero herirte, Grace-miré al rededor, sin saber bien qué hacer.

-No lo harás-mentí.

-No podría hacerlo-negó y tuve que tragarme las palabras que querían salir de mi boca-No quiero hacerlo-repitió, mirándome.

-Sé que no lo harás-dije, esta vez más convencida.

Jugó con mis dedos y luego llevó mi mano a su boca para besar suavemente el dorso de ella. Esa acción tan delicada me había dejado sin respiración. Sin duda, él no podía lastimarme.