Solo Quiero La Verdad

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Cap. 30

Sabía lo que tengo que hacer, pero de todas formas tenía un poco de miedo. No estaba seguro de cómo decirle mi plan, o si va a creer que es un plan inteligente.

En vez de seguir pensando, me convencí a mí mismo de bajarme de mi Jeep y caminar hacía la entrada de su casa. La de Derek.

Toqué una vez en la puerta, y al principio nadie me abrió. La parte de mí que no quería hacer esto sugirió que me fuera. Que seguramente no había nadie.

Estaba a punto de darme la vuelta e irme cuando Derek abrió la puerta.

—Stiles. —Dijo simplemente.

—Derek. —Contesté, sin saber que decir. — ¿Puedo pasar?

—Adelante.

Entré a su casa, la cual se ve como si no pudiera aguantar ni una ventisca. Se está destruyendo.

—Derek, tengo un plan. —Empecé a decir, con mi garganta un poco seca. —Quiero entrar a la mente de Peter, el Alfa, para poder saber dónde vive, a donde va, que hace, que quiere, evitar que lastime a más personas que queremos. Pero hace un tiempo que no practico y no sé cómo controlar a alguien tan fuerte, ni siquiera sé si voy a poder hacerlo. De hecho, estoy casi seguro que no voy a poder pero vale la pena intentar. Quiero poder ayudar porque siento que no hago nunca nada y que ustedes se quedan toda la diversión y yo por ser un humano me quedo en manejar mi Jeep y llevar a Scott a todas partes. —Estaba balbuceando, lo sabía. Pero por alguna razón no podía evitar las palabras que salían expulsadas de mi boca. —Y entonces ya sé lo que quiero hacer. Quiero entrar en Peter. Okay, eso suena muy mal, pero sabes a que me...

Unos labios me callaron. Los de Derek.

Al principio estaba en shock, sin saber qué hacer. Pero poco a poco le contesté el beso, enredando mis manos en su cabello, por corto que este. Lo sentí lamer mi labio, y yo abrí mi boca por reflejo. El beso era intenso.

Pero las palabras de Deaton regresaron a mí. "Esa persona va a estar 100% ligada a ti."

Ese pensamiento me hizo romper el beso.

—Stiles, ¿qué paso?

—N-no puedo. —Contesté.

— ¿Cómo que no puedes? No seas ridículo. —Me dijo y se acercó a mí otra vez, pero me volví a alejar.

—Derek. No puedo. —Dije, esta vez más firme.

— ¿¡Por qué no puedes!? —Me preguntó, molesto.

—No te puedo decir. —Le contesté.

—Stiles, necesito saber. No es justo que un segundo me estés besando como si no hubiera nada más que quisieras hacer y al siguiente digas que no lo puedes hacer. No es la primera vez que lo haces. —Explicó y no se estaba calmando para nada.

—Derek...—Quise decir, pero me interrumpió.

—No, no hagas eso. No digas mi nombre así. —Pidió. —Sólo quiero la verdad.

—Yo...no debería...pero...—Me decidí. —Está bien, te lo voy a decir. La noche en la que estábamos en la escuela, cuando el Alfa te atacó y te dije que solo te había lastimado. Te mentí. No sólo te lastimó. Te mató. —Derek me miró sin entender, así que continué hablando. —Yo estaba preocupado, demasiado. Así que salí a encontrarte y estabas totalmente muerto, no tenías ni pulso ni estabas respirando. Yo empecé a llorar, y no sé cómo lo hice, pero te...te regresé a la vida. Sé que suena extraño, pero eso es lo que paso. Luego me asusté, imagínate. Así que te mentí y le fui a preguntar a Deaton si lo que hice era posible, y él me contestó que sí lo era. También me advirtió algo. Me dijo que la persona a la que había regresado a la vida iba a estar ligada hacía mí. No quiero que esto sea solo porque te salvé.

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