Lo Traicioné

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Cap. 32

La curiosidad me estaba matando. No sabía qué pensar.

Entiendo que Derek haya estado con Kate y que ya no quiera nada con ella. Mi cerebro lo entiende perfectamente, pero a mi corazón le está costando trabajo.

Recordé como le mentí anoche a Scott después de entrar a la cabeza de Derek, diciéndole que no se veía nada porque estaba oscuro. Él me creyó aunque dudó la respuesta.

Una parte de mí quería volver a entrar a Derek para vigilar que no hiciera nada con Kate, pero la otra me rogaba que le tuviera confianza. Él te quiere, Stiles. Te lo ha dicho muchas veces.

Llegué a la conclusión que sí confío en él, pero no en Kate, así que lentamente me deslicé a su mente. Lo primero que sentí antes de poder ver cualquier cosa fue una descarga de electricidad, quemándome. O bueno, a Derek.

Lo estaban torturando.

Esperé a que Derek abriera los ojos, pero eso no pasó. Las descargas eran constantes, no dejándole tiempo para hacer nada más que sufrir. Ahorita solo estaba sintiendo la mitad de lo que él, y dolía demasiado. No podía dejar que sufriera tanto. Sé que estaba un poco confundido y decepcionado con él, pero eso no quita todo lo que siento por él.

Así que hice algo que no haría por nadie más. Tomé total control de su cuerpo, empujándolo a una esquina en su cerebro. Me apropié de sus acciones y sus sentimientos físicos, dejándole los emocionales y sus pensamientos.

Una ola de dolor llenó todo en mí, un dolor que jamás en mi vida había sentido y estaba seguro que ningún humano podría aguantarlo. A mí, por lo menos, ya me habría matado.

Aparté ese pensamiento de mí y me enfoqué en el dolor. Toda mi concentración estaba en no dejar que ni un poco del dolor llegara a Derek. Este dolor me estaba consumiendo, lo sentía correr por todo el cuerpo que ya no era ni de Derek o mío. Era del dolor, pero yo era el único que lo sentía.

Poco a poco disminuyó el dolor y escuché la voz de un hombre decir algo de regresar en media hora. Seguía demasiado débil para poder abrir los ojos, así que en vez de hacer eso, le regresé a Derek su cuerpo sin salir de su mente.

—Stiles. —Susurró. Él sabía lo que había hecho, lo que no me sorprendió ya que me lo imaginé de la nada no teniendo control de su cuerpo o sintiendo la tortura. —No me gusta que hagas eso, no quiero que sientas esto. Yo me lo gané. Pero, gracias.

Y con esas palabras, supe que Derek iba a estar bien por media hora.

__________________.

Sabía que no debería ir al baile, que debería estar buscando a Derek hasta encontrarlo. Pero Scott me convenció de ir, y aparte tengo que llevar a Lydia.

Estaba casi seguro que el hecho de que ella me haya pedido ir al baile conmigo era alguna broma o Scott era el responsable, pero acepté porque no es como que Derek me puede acompañar tomando en cuenta que la situación lo tiene atrapado.

Solté una risa por mi juego de palabras cuando me vi en el espejo en la entrada de mi casa. Tenía un traje de mi papá que me quedaba un poco grande, pero apenas se notaba.

Saqué las llaves de mi Jeep de mi bolsillo y me senté en el asiento del conductor.

Manejé hasta casa de Lydia, quien ya estaba fuera esperándome. Se subió al coche y me miró.

—Llegaste 3 minutos tarde. —Susurró, pero no estaba molesta. Por lo menos no conmigo.

—Perdón, tráfico. —Me limité a decir mientras manejaba, imaginando como habría reaccionado a que me pidiera que fuera su cita para el baile si nunca hubiera conocido a Derek. Probablemente habría brincado lleno de emoción y hablado con Scott por horas acerca de mis sueños de cómo va a ser el baile.

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