Segunda Oportunidad (Y te vi...2) [Editando]

Capítulo 11

Clarissa

Caminaba con Ian rumbo al parque cuando fui interceptada por Rafael, el mejor amigo de Daniel. Se acercó sin importarle que no estuviera sola, al menos era valiente.

—Clarissa, ven, necesito hablar contigo.

Levanté las cejas. ¿Desde cuándo se sentía con derecho a requerirme de esta manera?

—Rafael...estoy ocupada, la verdad es que no es buen momento.

Pero Rafael no aceptó esa respuesta, me tomó de la mano y me jaló hacia él, alejándome de Ian.

—¿Me quieres decir que diantres te pasa Rafael?

—Pues te dije que necesitaba hablar contigo y es urgente.

—Y yo te dije que...

—Es sobre Daniel —dijo interrumpiéndome.

Me solté de su agarre y lo vi directo a los ojos. No creía que pudiera ser capaz de jugar con algo relacionado a su amigo, pero más valía prevenir.

—¿Qué pasa con él?

—Necesita de ti, no se siente bien y creo que tú lo puedes ayudar...

—¿Cómo lo podría ayudar?

—Habla con él.

Me crucé de brazos, fue un gesto totalmente involuntario, de protección. Daniel y yo habíamos quedado en ser amigos, obviamente debía ser buena amiga con él, ¿cierto? Aunque aún no entendía como es que yo podía ayudarle.

—No puedo ir en este momento...

—No te preocupes, te mandaré un mensaje diciéndote donde y cuando lo verás.

Y con esto se fue sin despedirse siquiera.

Ian fue hasta mí y me tomó del brazo con un poco de fuerza.

—¿Qué quería ese chico?

—Hablar conmigo, Daniel tiene problemas y cree que yo lo puedo ayudar.

—Seguramente le dijiste que no podías, ¿cierto?

—Daniel es mi amigo, y debo ayudarlo.

—Entonces yo puedo ir y ayudar a Katia, ¿verdad?

Esto ya me estaba cansando, ahora no podía tener amigos, no podía estar con nadie más que con él y además debía dormir con él aunque nunca me hubiera preguntado si yo quería hacerlo. Esto debía acabar.

—Escucha bien esto Ian, puedes hacer lo que sea que te haga feliz... y yo tengo derecho a tener amigos y una vida aparte de ti, creo que lo mejor será alejarnos un tiempo.

Ni bien habían salido las palabras de mi boca, supe que eso era exactamente lo que quería, un tiempo sin él. No podía negar que lo amaba, pero no me sentía bien con él, esto no era sano ni bueno para ninguno de los dos.

—No puedes decirlo en serio —me dijo Ian sin soltar mi brazo.— Nos amamos Clarissa, tú me amas y yo te amo...nos casaremos, viajaremos por el mundo, si quieres tendremos hijos...

Cerré los ojos un momento y negué con la cabeza. No podía seguir con esto, era de locos y no de locos buenos.

—Lo siento Ian, pero debes entender que esto no puede seguir así.

—Realmente nunca me amaste, ¿verdad?

—Puedes creer lo que quieras Ian, pero esto no puede continuar así.

Hice que me soltara y di media vuelta, debía llegar a mi casa. No pude ni siquiera entrar, cuando me llegó un mensaje de Rafael. Al parecer tenía una cita ese mismo día, con mi ahora amigo, Daniel.