Segunda Oportunidad (Y te vi...2) [Editando]

Capítulo 18

Daniel

—Así que ahora son amigos —me dijo Rafael poniendo los ojos en blanco.

—Te recuerdo que antes de que Jess gritara lo que gritó, solo eso éramos...ella tenía a Ian en su vida.

Rafael asintió. Comprendía su expresión, y lo entendía por que era lo que yo sentía. ¿Cómo podía ser solo amigo de Clarissa?

—Ian ya no está con ella, supe que se fue de viaje o algo así —me dijo Rafael encogiéndose de hombros, como si la noticia no fuera tan importante.

—¿Cómo lo sabes?

—Sabes que aquí todo se sabe...

Eso era cierto, yo solo esperaba el momento en que mis padres o los padres de Clarissa se enteraran de lo que había pasado con Jess. Seguramente mantendrían alejada a Clarissa de mí.

—¿Por qué has hecho esa cara?

Volteé a ver a mi amigo, no entendía de qué hablaba. Rafael sonrió maliciosamente.

—¿Qué te parece si salimos hoy? —dijo dándome una palmada en la espalda.— Podríamos buscar chicas...

Puse los ojos en blanco, al parecer mi amigo no entendía nada.

—Ya te dije que no quiero a nadie más, solo a ella...

Rafael seguía con su sonrisa maliciosa, eso ya me tenía medio espantado. No entendía el por qué de su gesto.

—¡Ah! No saldrás a buscar chicas por que solo quieres a ¿Quién?

Ahora supe que en verdad jugaba conmigo, él sabía de sobra de quien hablaba. Tenía días que solo hablábamos de ella. Quería saber a qué estaba jugando. ¿Qué quería lograr Rafael?

—Sabes de quién hablo —le dije haciendo mala cara.

—¿De Jess? —dijo con gesto inocente.

Juro que de haber traído algo en las manos, se lo habría arrojado. ¿Cómo demonios podía pensar eso? Inhalé profundamente y entrecerrando los ojos lo miré fijamente.

—Sabes que no es ella, no sé a qué estás jugando y no me está gustando.

Se oyó una ligera tos detrás de mí. Me paralicé. Me giré despacio, sabiendo a quien vería detrás. Christian me miraba con las cejas levantadas. No sabía como hablarle, desconocía si Clarissa le habría contado algo.

—Si amas a mi amiga, ¿Qué hacías con Jess? —dijo, aún con las cejas levantadas.

—Me equivoqué, soy humano —dije, esperando que entendiera que esa era mi única excusa. Al menos la única real.

Además, esa explicación también podía usarla si es que él sabía lo de Jess.

—Sé que eres humano, lo entiendo —dijo volviéndose impasible.— Eso no me explica el por qué dejaste a mi amiga. O porque no has hecho algo para recuperarla.

—No sabes nada Chris, espero que no juzgues todo con tanta ligereza como lo estás haciendo en este momento.

Contrario a lo que pensaba, Christian se echó a reír. Y Rafael lo siguió. Ahora menos entendía nada.

—Tranquilo vaquero —dijo él con las manos levantadas.— No estoy en contra tuya, al contrario. Rafael piensa que puedo ayudarte, así que...aquí estoy.

Lo miré, supe que sus intenciones eran buenas, pero él no conocía todo y sé que cuando se enterara me odiaría como seguramente también me odió Clarissa. Pero no podía desperdiciar la ayuda de alguien que se encontraba realmente cerca de ella.

—La verdad es que no sé que puedo hacer, ella se irá, conocerá personas nuevas y... —No quería decirlo, no podía decirlo, ni siquiera deseaba pensarlo.

Una vez más, fue Rafael el que dio donde más dolía.

—Conocerá nuevos chicos —finalizó mi amigo.

Los tres hicimos una mueca. Él tenía razón. Conocería nuevos chicos, hombres que no la habían dejado, hombres que no le habían hecho daño, hombres que no tenían mi pasado.

Maldita geografía. De acuerdo, no es que ella se fuera al fin del mundo, pero sí se alejaría de mí cada semana, solo podría verla los fines de semana, eso no era bueno. Yo tendría solo dos días mientras otros tendrían de lunes a viernes para tratar de lograr algo con ella.

—Bueno...debo ir a verla, nos vemos después Daniel —dijo Chris mirando su teléfono, se despidió con un gesto y se fue.

Me giré a ver a Rafael.

—¿Qué fue eso?

—Creí que necesitabas ayuda del bando de Clarissa —dijo con voz seria.

—Sabes lo que pasará cuando se entere de lo de Jess, ¿verdad?

Él asintió.

—Por eso es mejor que se lo digas tú, aunque no veo que lo mire como algo fuera de este mundo.

En verdad que esperaba eso. Que Chris no me viera como el enemigo número uno de su amiga. Eso no sería bueno, de ninguna manera.

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